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02 de octubre de 2010

Tras el asesinato de tres jóvenes por la represión estatal, el pueblo de Bariloche se une y profundiza su lucha.

Bariloche: un pueblo en las calles

Hoy 1323 / Gatillo fácil y brutal represión

La madrugada del jueves 17, fue asesinado, en un barrio del Alto de Bariloche, un joven de 15 años, Diego Bonefoi, víctima del gatillo fácil de la Policía de Río Negro. Enterados del hecho, vecinos y familiares se movilizaron hacia la Comisaría Nº 28 (donde trabajan los efectivos responsables) en repudio a este asesinato. La Policía respondió con una brutal y sangrienta represión usando armas de fuego; y matando a dos jóvenes más, Matías Carrasco y Sergio Cárdenas, de 17 y 29 años.
Desde hace años, el pueblo y distintas organizaciones de Bariloche venimos denunciando esta situación ante las autoridades, porque los balazos, golpes, amenazas y persecución a nuestros jóvenes, principalmente de los barrios más pobres, es cotidiana (recordamos que hace dos meses, un joven fue baleado por un oficial de la misma Comisaría, y casi pierde su vida).
Estos jóvenes -que sufren la persecución de las fuerzas de seguridad de este Estado, al mando de los gobiernos de turno-, son los mismos a quienes se les niega los derechos más elementales para la vida: alimentación, vivienda, acceso a la educación y la salud, al trabajo. La gran mayoría de ellos pertenecen a familias desocupadas que viven con un plan social de $ 150, devorado en los primeros días del mes por la feroz inflación, en una ciudad donde la canasta familiar es una de las más caras de la Argentina.
Estos jóvenes, a quienes se les impide sistemáticamente bajar al centro de la ciudad, como parte de una política que pretende sostener la postal de la “hermosa Bariloche turística”, y a quienes además se les quiere imponer como salida el alcohol y la droga, se rebelaron y salieron a la lucha.

Injusticias
Las contradicciones sociales son tales que en un día convive en la misma localidad una familia que manda a sus hijos a la escuela sin comer, y aquellos que cuentan con el dinero para pagar un avión privado que les permita llegar desde distintos puntos del mundo a Bariloche el día de la nevada para esquiar; una gran mayoría que no accede a la tierra y la vivienda propia, mientras se hacen barrios privados de lujo para muy pocos.
Estos jóvenes son parte de la clase trabajadora oprimida por los monopolios favorecidos permanentemente por la política proimperialista y proterrateniente del gobierno de los Kirchner, de Saiz y de Cascón (intendente de Bariloche).
En Bariloche la canasta familiar está arriba de los $ 6.000, mientras el ingreso promedio no supera los $ 1.000. Abundan los contratos basura, una gran mayoría de los hombres y mujeres de los barrios del Alto dependen de la temporada para poder conseguir trabajo: “servir” a quien viene a disfrutar de la ciudad; y luego intentar estirar el salario que ganan esos dos o cuatro meses para tirar el resto del año.
La tierra es arrebatada a quienes les pertenece y la trabajan, como a las comunidades mapuches y los pequeños productores, para entregársela a terratenientes como Lewis.
En esta provincia de Río Negro el sistema educativo y sanitario es permanentemente vaciado de recursos, generando hasta la muerte de niños por falta de insumos o trabajadores, como sucedió hace unos meses. Los trabajadores estatales están precarizados, y sus salarios apenas alcanzan para sobrevivir.
La policía de Río Negro en connivencia con el poder político y judicial, ha estado involucrada en la violación de una joven en un pueblo del Valle, está sospechada por su accionar ante la existencia de un violador serial en Bariloche, e involucrada en la trata de personas y en la desaparición de la joven Otoño Uriarte.

El camino de la lucha
El pueblo de Bariloche viene luchando desde hace años contra las políticas antiobreras y antipopulares, responsable del sufrimiento de la gran mayoría. Y como el resto de los argentinos, hemos aprendido que con la lucha se obtienen triunfos. Y es el camino de la lucha el que tomaron en sus manos los jóvenes, para enfrentar la impunidad con que actúan las fuerzas de seguridad y exigir que se investigue, enjuicie y castigue a los responsables materiales e intelectuales de los asesinatos; plantándose, con odio de clase, a la policía y sus balas, prendiendo fuego la comisaría, marchando por la ciudad y adueñándose de las calles céntricas que les son negadas diariamente.
Ante el silencio de las autoridades provinciales, municipales, judiciales y policiales, la lucha se profundizó la tarde del 18 de junio, atacando los centros que representan el poder, como el Centro Cívico, la Comisaría 2°, y los negocios de la calle Mitre. La represión continuó hasta el domingo a la madrugada en los Barrios del Alto.
Es necesaria la aplicación de políticas que respondan a las necesidades de nuestro pueblo, y no a los intereses mezquinos de quienes gobiernan. Esta situación sucedió en el marco de una profunda disputa en el seno de las clases dominantes, expresada en nuestra provincia en la lucha por parte de Saiz -uno de los gobernadores mas fieles de los Kirchner por imponer su re reelección, mediante la reforma de la constitución-; teniendo como uno de los opositores más activos de la misma al intendente radical no K de Bariloche -presidente de la convención radical y que viene impidiendo el intento reeleccionista. Por eso decimos que esta lucha por arriba se ha cobrado la sangre de tres de nuestros jóvenes fusilados.
Hacemos responsables de todo lo sucedido, así como de lo que pueda suceder, a las autoridades políticas provinciales y locales; y exigimos, junto a la Multisectorial contra la represión en Bariloche, la inmediata renuncia del gobernador Miguel Saiz, el ministro de Gobierno Larregui y del secretario de Seguridad Cofré.
Basta de gatillo fácil, basta de represión a los jóvenes de Bariloche. Investigación, juicio y castigo a todos los responsables de estos hechos y todos aquellos abusos de poder que cotidianamente se ejercen sobre los jóvenes de nuestra ciudad. Pleno acceso a la salud, educación, trabajo, tierra y vivienda para nuestros jóvenes y el pueblo. No a la baja de imputabilidad.
Desde el PCR nos solidarizamos con la familia de los jóvenes asesinados, y reafirmamos nuestro compromiso en la lucha por justicia, en el camino marcado por el Argentinazo, para imponer un gobierno de unidad popular y patriótica, hasta barrer con este estado oligárquico e imperialista.