El 19 de junio, Georgina Díaz, de 25 años, salía de su casa junto a su pequeño hijo Thiago, de tan sólo 2, para encontrarse con su padrastro, José Luis Núñez. El 2 de julio, el cuerpo de Georgina aparecía flotando en el Delta del Tigre, brutalmente asesinada de un escopetazo por la espalda, y con el abdomen abierto. Thiago continúa desaparecido.
El 19 de junio, Georgina Díaz, de 25 años, salía de su casa junto a su pequeño hijo Thiago, de tan sólo 2, para encontrarse con su padrastro, José Luis Núñez. El 2 de julio, el cuerpo de Georgina aparecía flotando en el Delta del Tigre, brutalmente asesinada de un escopetazo por la espalda, y con el abdomen abierto. Thiago continúa desaparecido.
Desde el momento de la desaparición de Georgina y Thiago, la familia y los amigos han tenido que enfrentar la indiferencia y aún la burla de autoridades políticas, judiciales y policiales. Cuando la madre denunció la falta de su hija y su nieto, el jefe de calles del destacamento policial de Rincón, de apellido Prada le dijo: “tranquila, cuando se le pase la calentura de coger va a volver”.
Los familiares de Georgina se vienen movilizando desde pocos días después de su desaparición, y han continuado haciéndolo luego de conocerse su asesinato. El padrastro se encuentra detenido, y ellos, junto a amigos y organizaciones sociales, reclaman por justicia para Georgina, y que aparezca Thiago.
En este mes y medio de marchas y reclamos, los familiares de Georgina han confluido con los padres de otra víctima de femicidio, Luna Marianella Ortiz, de 19 años, desaparecida en Benavídez el 2 de junio, quien apareció asesinada al otro día, tras haber sido violada.
La lucha de los familiares de Georgina y Thiago, y de Luna, va dejando en evidencia una cadena de complicidades que, en el mejor de los casos, sería negligencia, o como plantean otros, directamente encubrimiento. Complicidad que implica a la policía local y federal, la Prefectura, el fiscal Marcelo Fuenzalida y la Sub Delegación Departamental de Investigaciones en Función Judicial.
Porque, como los familiares de Georgina vienen denunciando, con marchas a la Prefectura, al acto de lanzamiento de Sergio Massa para las elecciones, frente al Concejo Deliberante o en la Municipalidad, nadie busca hoy a Thiago. Y esto pasa mientras vemos en los medios cómo se vuelcan grandes recursos para localizar una avioneta desaparecida en el Delta, cuyos tripulantes son de una familia de empresarios de Bragado.
Oficiales de Prefectura le han dicho a los familiares de Georgina que no tienen instrucciones de buscar a Thiago. Núñez, quien se encuentra detenido y acusado de homicidio, no ha dicho nada sobre Thiago, y no se conoce que ni fiscales ni jueces avancen en las indagatorias. Tampoco avanza la investigación del asesinato de Luna, caso en el que hay un detenido, pero se sabe que éste tuvo cómplices y nadie los busca.
Dos episodios muestran la cadena de injusticias que rodean los femicidios cuando afectan a las mujeres de sectores populares. La municipalidad de Tigre proveyó a la familia de Georgina de un ataúd de madera tan fina que no pudieron trasladarla a pulso por el cementerio, sino en un carro por miedo a que se desfondara. A los familiares de Luna los engañó el propio intendente Zamora al decirles que los videos de seguridad de la cuadra de la vivienda donde fue encontrada muerta su hija se guardaban durante 60 días. Cuando fueron a reclamarlos, una secretaria del intendente dijo que éste se había “confundido”, y en realidad se borraban a los 30 días.
El lunes 31 de julio, indignados, los familiares fueron a reclamar al municipio para que avancen las investigaciones, y que Thiago aparezca con vida. La respuesta fueron agresiones policiales y empujones, apretando a familiares y amigos para que “no hagan quilombo”. Claro, ellos no tienen problemas porque en Tigre la prefectura y la policía cuidan a los poderosos. La gobernadora Vidal tampoco se preocupa, ya que vive en una base de la Fuerza Aérea ¿Y a nosotras quién nos cuida?
Mientras Massa se pasea con el ex alcalde de Nueva York Giulanni, promotor de la “mano dura”, y la Prefectura a las órdenes del gobierno nacional “buscaba” a Thiago donde se sabe que no lo iban a encontrar, seguiremos reclamando junto a los familiares de Georgina y Luna por justicia ante los femicidios, y para que Thiago aparezca con vida.