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07 de agosto de 2012

Aumenta el transporte, los servicios, y los productos de la canasta familiar.  La presidenta dijo: “bancos y empresas nunca ganaron tanta plata como durante este gobierno”. Los trabajadores y el pueblo luchan y exigen.

Basta de seguir pagando el ajuste

Hoy 1431 / La hora política

1. La inflación tiene apellido

1. La inflación tiene apellido

Cristina K, Scioli y Macri autorizaron subas tarifarias que van del 8% al 128%, en colectivos, trenes, peajes, y electricidad.
Alrededor de dos millones de trabajadores y estudiantes del Gran Buenos Aires y la Capital Federal, que no tienen la tarjeta SUBE, desde el lunes pasado pagan con aumentos del 60% al 128% en los micros, y del 8% al 114% en los trenes. El gobierno K subió los peajes de los accesos a la Capital Federal del 14,2% al 50%, y en las rutas más transitadas del país el 28,5% a los coches, y a los camiones el 42%. Macri lo subió entre el 18% y el 33% en las autopistas urbanas. Scioli aumentó el 28% para las distribuidoras eléctricas de la región platense y del interior de la provincia.
Como se ve, a la hora de ajustar y cargarle la inflación y la crisis al pueblo, Cristina K, Scioli y Macri se dan la mano. La presidenta y el intendente porteño se tiran el subte, pero ninguno de los dos volvió atrás en el aumento del 136%. A la hora de ajustar tarifas, no les tiembla la mano para hacer aumentos de más del 100%; pero para los salarios, tienen un cocodrilo en cada bolsillo y no pasan del 22 o 24%; y a los que consiguen más con las luchas, el ministro K, Tomada, les recorta esos porcentajes.
La “caja K” ya no da para mantener el “festival de subsidios” al transporte, la energía, etc., que el gobierno K usó para ganar las elecciones del 2011 y fueron a parar, en su mayoría, a los bolsillos del capitalismo de amigos K. Ahora, Cristina K le tira esos “paquetes” a las provincias.

 

2. ¿Adónde va la plata?

El gobierno K y muchos gobernadores ajustan a los trabajadores en lugar de aumentarle los impuestos a los que “nunca ganaron tanta plata como durante este gobierno, bancos, empresas, nunca”, como dijo la presidenta en la Bolsa de Comercio, días atrás.
En medio de una crisis que golpea cada mes más duro a más trabajadores, campesinos, estudiantes, y demás sectores populares, el gobierno K se ha dedicado este año a “desendeudarse”: pagará este año 13.000 millones de dólares de deuda. Acaba de pagar la cuota final del Boden 2012 por 2.197 millones de dólares, que fue a parar, según afirmó Cristina K, un 78% a manos de usureros extranjeros, y casi todo el resto a bancos argentinos. Ahora, junta dólares para pagar otros 3.500 millones de dólares del “cupón PBI”, en diciembre. Gran parte de los impuestos que paga el pueblo se destinan a pagar deuda ilegítima, en lugar de atender la gravísima situación de las masas, en las que crece el hambre (¡en Buenos Aires no hay presupuesto para los comedores escolares desde abril!), la desocupación, el estado calamitoso de la salud y la educación públicas, etc.
La situación se agrava, además, porque el gobierno imprime billetes en tres imprentas, a toda máquina, provocando una inflación desbocada. Esa inflación le permite aumentar los ingresos por impuestos como el IVA, ganancias y otros que paga el pueblo; incluso el absurdo impuesto a las ganancias a los trabajadores. La inflación, también licua los presupuestos de planes sociales, asignación por hijo, salud, educación, vivienda.

 

3. El “Vatayón militante”

Al cierre de esta edición se iniciaba el juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra, y se realizaba una movilización reclamando el juicio y castigo a los responsables materiales y políticos de ese crimen infame.
Uno de esos autores materiales, Cristian Favale participaba de las “fiestas” del vicepresidente Boudou. Conviene recordar que la presidenta, en un acto con la Unión Ferroviaria y Pedraza, el 12 de noviembre de 2009, afirmó: “Mostremos a todos este modelo de organización sindical (por la Unión Ferroviaria), que cree que lo más importante no es destruir sino conseguir cosas y mejoras para los trabajadores”. ¿Cuál era ese “modelo”?: la política de liquidación del ferrocarril, con el negociado de las tercerizadas, que compartían Pedraza y la directiva de la Unión Ferroviaria con el gobierno K.
El falso progresismo K no se limita a la brutal criminalización de la protesta (ver recuadro). Ya se vieron las patotas y la “zona liberada” por la Policía Federal en el asesinato de Mariano Ferreyra, en el Hospital Francés, en el Indec, etc. Ahora, con el cuento de la “resocialización” de los presos mientras los tienen amontados en verdaderas cloacas manejadas por mafias, el gobierno K arma su “Vatayón Militante” para trabajos “sucios”.

 

4. Cambia el escenario político

La política K descarga la inflación y la crisis sobre las espaldas de los trabajadores y el pueblo, en beneficio de monopolios, bancos y grandes terratenientes que la siguen juntando con pala. La lucha contra esa política divide aguas en la Argentina actual.
La continuidad de esa política es lo que el gobierno busca garantizar con su plan de re-reelección de la actual presidenta: garantizarse las listas de diputados y senadores en las elecciones del 2013 y llegar al 40% de los votos, para controlar los dos tercios de cada cámara del Congreso necesarios para convocar una reforma constitucional que habilite la re-reelección. Tiene a su favor que el programa de “seguridad jurídica para el clima inversor”, devaluación y “mano dura” de las derechas opositoras es conocido y odiado por las masas.
Pero en la cancha grande ya no están sólo la derecha “perfumada” del gobierno y la derecha tradicional. La clase obrera y el pueblo han irrumpido en el escenario político nacional con sus reclamos, con el paro nacional de la CTA del 8/6, el de los camioneros unido al acto de la CGT en Plaza de Mayo el 27/6, luchas como las de los petroleros de Cerro Dragón, los trabajadores del subte, la confluencia de campesinos y obreros que mostró el acto del Centenario del Grito de Alcorta, las cientos de ocupaciones en las que originarios y campesinos buscan recuperar sus tierras, el bloqueo de usinas lácteas por los tamberos, las movilizaciones de las federaciones estudiantiles; la lucha de las mujeres que se continúa desde el masivo 8 de marzo y marcha a una gran jornada el 24/8 contra el femicidio y por la declaración de la emergencia en violencia sexual y doméstica; la continuidad de la lucha de los movimientos contra la megaminería saqueadora y envenenadora, los movimientos de intelectuales que se plantan contra el “relato” oficial, los actos patrióticos y antiimperialistas como los del 2 de abril, etc. Avanzan las conversaciones de la CTA, la CGT de Moyano, Federación Agraria Argentina y la CCC para confluir en la lucha.
La campaña por la personería del PTP sale al encuentro del cambio del estado de ánimo de las masas, con miles de jóvenes, mujeres y luchadores que buscan un puesto de lucha, particularmente en las grandes empresas y las barriadas obreras, creando condiciones muy favorables para cambiar la correlación de fuerzas en el movimiento obrero, lo que será decisivo en las tormentas sociales y políticas que se avecinan con la crisis.
Tanto los monopolios, bancos y grandes terratenientes que sostienen al gobierno K, como sus rivales en el bloque dominante, tejen planes para el 2013 y el 2015. Y la clase obrera y el pueblo, que avanzan en sus luchas para no pagar la inflación y la crisis, necesitan un reagrupamiento de fuerzas programático para cambiar esta política y conquistar un gobierno popular, patriótico y democrático. Es una gran batalla política.