Su libertad estuvo plagada de trámites burocráticos que hicieron complicada su salida, en primer lugar porque los jueces que debían tramitar su libertad hicieron todo lo posible para negar a Belén el resguardo de su identidad. Hicieron declaraciones públicas en los medios con su nombre a pesar del pedido de Belén e intentaron pasearla por los pasillos de los Tribunales penales plagado de periodistas que intentaban sacarle una foto. Se negaron a leerle la resolución de la Corte en la guardia, lugar donde le leyeron la condena hace pocos meses, en un claro ensañamiento contra esta joven. La Mesa por su libertad estuvo acompañándola estos días logrando que su identidad no fuera pública. Tuvo que ser presentado un hábeas corpus para lograr que se aceleren los tiempos de su libertad luego de más de 55 horas.
A pesar de los intentos de los sectores más reaccionarios y oscurantistas de la provincia que actúan desde el anonimato en las redes sociales, pero con un claro perfil ideológico que se ensaña con las mujeres de los sectores populares que concurren a los hospitales públicos, Belén fue liberada. Cabe aclarar que Tucumán es la única provincia argentina que no adhirió a la ley nacional de Salud Reproductiva aprobada en 2003, clara muestra del poder de estos sectores.
La lucha y la solidaridad lograron un primer triunfo. Luego de muchas medidas de lucha, de solidaridad nacional e internacional, de la presentación de miles de cartas pidiendo su libertad y su absolución, de recomendaciones de las Naciones Unidas y de organizaciones reconocidas que enviaron sus Amicus Curiae a la Corte, de la Marcha Nacional del 12 de agosto, Belén fue liberada.
La respuesta social fue la clave para su liberación. El poderoso movimiento de mujeres de nuestro país fue el golpe de gracia para lograr que la Corte en el primer día hábil luego de la marcha resolviera liberarla. Movimiento que se expresó el 3 de junio contra la violencia hacia las mujeres, en los Encuentros Nacionales de Mujeres y que seguramente será debatido y compartido en Rosario en octubre.
La lucha continúa ahora para que la Corte anule la sentencia y Belén sea absuelta. Con un proceso judicial plagado de irregularidades y sin ninguna prueba que incrimine a Belén la Corte Suprema de Justicia de Tucumán debe dictaminar de manera urgente a fin de terminar con tanta injusticia y maltrato.
El movimiento de mujeres seguirá de pie para lograrlo y evitar que el destino de las mujeres pobres que concurren al hospital sea la condena, como ocurrió con Belén o la muerte frente a la penalización y la clandestinidad del aborto.
