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16 de abril de 2014

Berni se disfrazó de “Rambo”

Desembarco de las fuerzas de seguridad nacionales en Santa Fe

Con el secretario de Seguridad Berni caracterizado como un nuevo Rambo –con una espectacularidad sin precedentes, y el día previo al paro nacional–, desembarcaron en el Gran Rosario, 3.000 efectivos de la Gendarmería, Prefectura y Policía Federal, con todos sus equipos de asalto, seis o siete helicópteros, un avión, equipos para anular el tráfico de telecomunicaciones en la zona, camionetas con puestos de comando sofisticados, etc.

Con el secretario de Seguridad Berni caracterizado como un nuevo Rambo –con una espectacularidad sin precedentes, y el día previo al paro nacional–, desembarcaron en el Gran Rosario, 3.000 efectivos de la Gendarmería, Prefectura y Policía Federal, con todos sus equipos de asalto, seis o siete helicópteros, un avión, equipos para anular el tráfico de telecomunicaciones en la zona, camionetas con puestos de comando sofisticados, etc.
Concentrados los efectivos en San Nicolás desde la madrugada, dieron aviso al gobierno provincial apenas unas horas antes, e incluyeron solamente 60 policías del grupo especial TOE de la provincia, casi una burla.
Se dirigieron simultáneamente a 83 supuestos “bunkers” o depósitos de droga. El resultado de semejante despliegue fueron 21 personas detenidas y 9 armas encontradas.
En la mayoría de los casos fueron puestos de ventas minoristas, muchos de ellos abandonados.
Anunciaron que el objetivo era “copar” el terreno, no decomisar grandes cantidades de drogas. Una parte sustancial de esas fuerzas permanecen al día de hoy patrullando lo que llaman “zonas calientes”.
El gobierno provincial, absolutamente ninguneado, manifestó su gran “entusiasmo” por la “colaboración de las fuerzas nacionales en la lucha contra el narcotráfico”. Mientras simultáneamente tenía que descabezar a la Policía Judicial de la provincia frente a múltiples evidencias de complicidad con los narcotraficantes (entre ellos videos exhibidos con sospechosa simultaneidad por el periodista Graña en canal 26). 
La sorpresa por los escasos resultados junto a la espectacularidad de los operativos despierta muchas dudas en la masa, aunque hay algunos sectores que lo aceptan frente a la situación vivida en los últimos tiempos. Alguién decía: “por lo menos por quince días los narcos no van a andar mostrando las ametralladoras”.
Podemos asegurar que mientras no se ataquen las piezas principales del tráfico y comercialización de droga y las actividades de lavado de dinero imprescindibles para este negocio, más allá del “rédito” político para el gobierno nacional de este operativo, nada cambiará de fondo en el drama que viven los barrios y villas de Rosario.
Y estas medidas son contradictorias con la política nacional del kirchnerismo contra la droga. Nos queda al pueblo unirnos en la tarea de enfrentar el drama de la drogadicción, exigiendo campañas de prevención, institutos de ayuda para los jóvenes afectados y sobre todo trabajo y futuro digno para el pueblo y la juventud argentinos. Unidad que demostramos en el paro contundente del día 10 que levantó entre los puntos de su programa la exigencia de planes de trabajo contra el desempleo.