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08 de mayo de 2013

Bicentenario del Himno Nacional

UNA MARCHA PATRIÓTICA CERCENADA POR LA OLIGARQUÍA

“Aquí el fiero opresor de la Patria

“Aquí el fiero opresor de la Patria
su cerviz orgullosa dobló…”. Estos son algunos de los versos del Himno Nacional Argentino cercenados en 1900 por Julio A. Roca. La oportunidad brindada por el Bicentenario de la Revolución de Mayo de 1810, así como los aniversarios de la creación de la Bandera Nacional y de la Batalla de Tucumán de 1812 alentaron la propuesta, lanzada por el Movimiento por la Segunda y definitiva Independencia, de promover la recuperación, revalorización y actualización del Himno Nacional Argentino con su letra completa, tal cual fue escrito por Vicente López y Planes en 1813. La versión completa consta de nueve estrofas y su coro, en los que se exalta la épica de la lucha independentista, el ansia de libertad, el reconocimiento a los pueblos originarios y el rechazo a la dominación del invasor español.
La aprobación de esta Marcha Patriótica –que desde 1860 se conoció como Himno Nacional Argentino– se dio en el marco de una dura batalla entre las dos tendencias en lucha respecto a la declarar la independencia inmediatamente o seguir manteniendo fidelidad a Fernando VII. El Segundo Triunvirato –con la decidida incorporación de San Martín– logró desplazar la influencia rivadaviana que obturaba la inmediata definición independentista y tuvo como principal objetivo convocar a una asamblea que nos declarara independiente. La Asamblea General Constituyente inauguró sus sesiones en enero de 1813, declarándose “soberana”, pero la presidencia de Carlos M. de Alvear impidió concretar estos objetivos al rechazar la participación de las delegaciones artiguista con mandatos de independencia inmediata. Sin embargo, aprobó una serie de medidas soberanas: el escudo nacional, el encargo de la Marcha Patriótica, la acuñación de moneda, la celebración del 25 de mayo, la abolición de: los títulos de nobleza, de las prestaciones indígenas como la mita, la encomienda y el yanaconazgo y de los instrumentos de tortura.
En 1817, según el viajero norteamericano Henry M. Brackenridge, la canción patriótica rioplatense era coreada espontáneamente con entusiasmo. En 1860, con el triunfo mitrista se le encomendó al músico Juan Pedro Esnaola, una versión orquestada con más complejidad armónica adecuándose a las tendencias europeístas. Años más tarde, la oligarquía terrateniente bonaerense, genuflexa y subordinada a las potencias extranjeras renuncia no solo a la soberanía económica sino también simbólica. El Gral. Roca en su segunda presidencia decretó el 30 de marzo de 1900: “Sin producir alteraciones en el texto del Himno Nacional, hay en él estrofas que responden perfectamente al concepto que universalmente tienen las naciones respecto de sus himnos en tiempo de paz y que armonizan con la tranquilidad y la dignidad de millares de españoles que comparten nuestra existencia, las que pueden y deben preferirse para ser cantadas en las festividades oficiales, por cuanto respetan las tradiciones y la ley sin ofensa de nadie”.

Una reafirmación
de independencia
La creación de nuestro Himno fue promovida por nuestros próceres de Mayo como reafirmación de nuestra independencia respecto de España y otras potencias imperiales. La mutilación posterior del gobierno de Roca en 1900, centrada en la eliminación de aquellas partes que “ofendían” al gobierno español y rescataban el antecedente de la resistencia de los pueblos originarios, pretendió quitarle una de las partes esenciales al contenido del Himno Nacional en ese momento histórico.
En el camino de la liberación nuestro pueblo, la lucha por una nación verdaderamente independiente, soberana y democrática requiere del rescate popular de nuestra historia nacional y latinoamericana. Es necesario dar a conocer la verdadera historia de la participación popular en las luchas por su independencia, de sus derroteros, de sus fracasos y de aquellos símbolos y emblemas que constituyeron sus baluartes. Las clases dominantes se apropian y tergiversan nuestra historia lavándola de su contenido revolucionario y popular, desmereciendo la valentía y decisión de nuestro pueblo.
El Movimiento por la Segunda y definitiva Independencia, convocó y organizó la grabación de nuestro himno completo, cantado y recitado por Leonor Manso, Jairo, Manuel Callau, Rafael Amor, Ingrid Pellicori, Bruno Arias, Aldo Barbero, Luisa Calcumil, Hector Giovine, Claudio Sosa, Rita Terranova, Hector Bidonde, Abel Córdoba, Graciela Alperyn, Derli Prada, Hugo Ponce, Rubén Jurado (viola), Patricio Villarejo (cello) y Adrián Odriozola (autor de “Variaciones sobre el Himno”). Todos estos artistas y músicos trabajaron ad honorem con el objetivo de que esta versión grabada sea distribuida gratuitamente a escuelas, conservatorios, universidades, sociedades de fomento, bibliotecas, etc. y en donde se promueva en foros de debate el contenido verdadero e historias de nuestro Himno Nacional.
El Movimiento por la Segunda y Definitiva Independencia convoca a promover y replicar esta iniciativa en todo el país.