Noticias

14 de marzo de 2012


Boudou y el negociado con Ciccone

Hoy 1410 / El vicepresidente implicado en “negocios poco claros”

Una empresa fantasma The Old Fund, presidida Vanderbroele y dos íntimos amigos de Boudou, se adueñó del 70% de las acciones sin valor de la empresa Ciccone que estaba quebrada. Laura Muñoz, asegura que su marido, Vanderbroele, es testaferro de Boudou para “negocios poco claros”.

Una empresa fantasma The Old Fund, presidida Vanderbroele y dos íntimos amigos de Boudou, se adueñó del 70% de las acciones sin valor de la empresa Ciccone que estaba quebrada. Laura Muñoz, asegura que su marido, Vanderbroele, es testaferro de Boudou para “negocios poco claros”.
El jefe de la AFIP, Etchegaray, pidió a un juez que ordene la quiebra de Ciccone. Guillermo Moreno, secretario de Comercio, se encargó de romper el contrato de alquiler de Ciccone con Bolt. Esta empresa tiene inversiones en el juego, donde rivaliza con el empresario K Cristóbal López, y el kirchnerismo la vincula con Duhalde.
Apenas la imprenta estuvo en manos de una firma fantasma: The Old Fund, Boudou, entonces ministro de Economía, respondió a un pedido de la AFIP con una nota que lleva su firma, para que la AFIP le otorgue a la nueva Ciccone una moratoria “especial”, con un interés por la deuda del 6% anual, cuando la inflación es del 25%.
Vanderbroele, un monotributista que declara ganar $ 1.500, depositó más de medio millón de pesos para sacar a la imprenta Ciccone de la quiebra (nadie le preguntó de dónde los había sacado). Otra empresa, London Supply, con amigos de Boudou en su directorio, depositó $ 1.800.000. London Supply es concesionaria de los aeropuertos de Calafate, Río Gallegos y Ushuaia. Y el amigo de Boudou, Britos, jefe del banco Macro, puso la plata para que funcionara Ciccone, y a uno de sus hombres para manejarla.
La jefa de la Casa de la Moneda (la imprenta estatal), una empleada puesta por Boudou, le otorgó a Ciccone la impresión de billetes de $100, sin licitación, trabajo por el que los nuevos dueños de Ciccone hubieran cobrado 50 millones de dólares (si no hubiese “saltado” el negociado). Ese precio era mucho más de lo que cobraban Bolt y la Casa de la Moneda de Brasil (que ya realizó otras impresiones).
¿Quién puso a Boudou de candidato a vicepresidente? La decisión fue de Cristina Kirchner. Las “filtraciones” del “caso Ciccone” que acorralan a Boudou parecen venir desde adentro del kirchnerismo. De un balcón del Congreso con militantes K cayeron los “boudoutruchos” de $100 pesos, con la cara de Boudou y la inscripción: “Banco Central de la Guitarra” y “Boudou miente”, cuando estaba abriendo las sesiones Cristina K. Otra muestra de las fisuras en el propio kirchnerismo.