“La huelga de los camioneros que se extiende con fuerza por todo Brasil es justa y legítima. Muestra que el pueblo brasileño no acepta este gobierno corrupto e incompetente, que actúa en favor sólo de los grandes capitalistas” (A Verdade, periódico del PCR de Brasil).
Al cierre de esta nota, el gobierno de Temer tuvo que anunciar por cadena nacional una reducción del 13% en el precio del gasoil, frente a más de 540 cortes de ruta de los trabajadores camioneros, y de algunos pequeños propietarios, contra los aumentos del combustible, las tarifas, y el avance del gobierno en la privatización de la petrolera Petrobras. “Lo que está pasando en nuestro país es insoportable. En 17 días de mayo, hubo 11 aumentos del precio de la nafta, que subió el 16,08%; el gasoil acumula un alza del 12,3%. Desde que la nueva política de precios para los combustibles (con reajustes diarios) fue adoptada por el gobierno, el aumento fue del 50% desde julio del año pasado”, dice A Verdade.
El reaccionario gobierno de Temer ha dispuesto que las fuerzas armadas intervengan en el despeje de las rutas, aumentando el clima de estado de sitio que se vive en Brasil. Temer toma medidas contra la población, como los aumentos de los combustibles que obviamente generan aumento de la inflación, buscando beneficiar a los accionistas de Petrobras, entre los que se cuentan banqueros y grandes fondos de inversión.
Afirma el PCR do Brasil que “Todo esto es consecuencia de la irresponsabilidad de los señores Michel Temer y Pedro Parente (presidente de Petrobras), que desean privatizar más refinerías y sueñan con vender de una vez la empresa al capital internacional. Petrobras es estratégica para la economía y el desarrollo de la Nación y debe tener nuevamente el monopolio de la extracción y el refino del petróleo brasileño”. Para el Movimiento Lucha de Clases (MLC) de Brasil se hace necesario el control popular sobre los precios en la economía nacional.
Pese a la intervención de los militares escoltando camiones cisterna hasta las refinerías, el mantenimiento de los bloqueos está causando desabastecimiento de combustible en varias ciudades, aeropuertos y zonas industriales. Prácticamente todas las estaciones de servicio del país están desabastecidas. Ciudades como San Pablo han declarado el estado de emergencia. En Río de Janeiro se ha suspendido el transporte público, se cancelaron vuelos en el aeropuerto de Brasilia, se paralizó la totalidad de las cadenas de montaje de automóviles, y se redujo la actividad de grandes frigoríficos.
La CUT de Brasil el sábado sacó un comunicado de apoyo a las medidas de fuerza, reclamando la baja del precio del combustible, y defendiendo el carácter estatal de Petrobras. La Federación Única de Petroleros (FUP), anunció un paro de 72 horas en Petrobras, a partir del miércoles 30 de mayo “para bajar los precios del gas de cocina y de los combustibles”, y contra la privatización de la empresa petrolera, exigiendo la renuncia del presidente de Petrobras, Pedro Parente.
Hoy N° 1719 30/05/2018
