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19 de junio de 2019

Grandes movilizaciones en San Pablo, Río y otras ciudades

Brasil: primera huelga contra Bolsonaro

El viernes 14 de junio millones de trabajadoras y trabajadores pararon contra la política antipopular del gobierno de Bolsonaro, en particular contra el proyecto oficial de reformar el sistema previsional.

Este paro se produce al mes de las grandes movilizaciones estudiantiles en defensa de la educación pública y contra los recortes del presupuesto educativo. Confluyeron distintas centrales sindicales, como la Central Única de los Trabajadores (CUT), hasta Fuerza Sindical, que está lejos de simpatías por el PT. La medida de fuerza tuvo alta adhesión entre los trabajadores de la educación, bancarios, petroleros (con paros parciales en doce refinerías, y total en Bahía), metalúrgicos, y fue dispar en el transporte. Mayor adhesión tuvo entre los conductores de subterráneo, mientras no pararon los choferes de colectivos y trenes urbanos.

En las movilizaciones confluyeron sectores estudiantiles universitarios (que paralizaron las casas de estudio) y secundarios, además de movimientos sociales como el movimiento de lucha en barrios, pueblos y favelas. En muchas ciudades hubo cortes de ruta, con barricadas y quema de gomas.

En San Pablo, la policía militar reprimió a los manifestantes intentando dispersar a las columnas que venían del cordón industrial, cuando llegaban a la Avenida Paulista, la principal de la ciudad. Aunque hubo detenidos, no lograron impedir que la marea humana avanzara y concretara un gran acto de cierre.

Hubo marchas muy grandes también en Río de Janeiro, Florianópolis y las manifestaciones de protestas se sintieron hasta en pequeñas ciudades y poblados, en cada lugar uniendo sus reivindicaciones propias al repudio al intento de avanzar en la flexibilización del sistema previsional por parte del gobierno de Bolsonaro.

El paro se dio en momentos de una gran baja de la popularidad del gobierno, asumido hace seis meses. Esto es producto de su política de ajuste en beneficio de un puñado de monopolios imperialistas y sectores de las clases dominantes, y del destape de escándalos como el que envuelve al actual ministro de Justicia Sergio Moro, el juez que impulsó el encarcelamiento del expresidente Lula Da Silva, dejándolo fuera de las elecciones.

Con una economía al borde de la recesión y 13,2 millones de desocupados reconocidos, el paro general del 14 promete nuevas jornadas de lucha contra el fascista gobierno de Jair Bolsonaro.

Hoy N° 1771 19/06/2019