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02 de junio de 2020

CABA. El Comité Solidario de Emergencia en Comuna 3

En la Comuna 3 de la CABA hemos constituido un “Comité Solidario de Emergencia” durante la primer semana de la cuarentena.

Este Comité está conformado por una diversidad importante de organizaciones políticas, sindicales, eclesiásticas, de derechos humanos, barriales e institucionales: direcciones de escuelas, comerciantes asociados, dirigentes religiosos, los comuneros del Frente de Todos -y las diversas organizaciones de este Frente-, compañerxs de UTE, son solo una muestra de la amplitud del trabajo que estamos realizando.

Desde ya que las organizaciones de las que la CCC, el PTP y el PCR somos parte, fueron un motor importante desde el primer día. El CPI Semillitas, que se encuentra trabajando junto a las familias, nuestra CAAC-CABA centro, estando en la primera línea con su olla popular y un despliegue de actividades junto a las y los vecinos, los compañeros de APPSA y la Escuela Enrique-Pichon Riviere, y por supuesto, el cuerpo de delegados de Sutecba del Hospital Ramos Mejía. Para poder hacer frente a la pandemia, este cuerpo de delegados viene exigiendo fuertemente desde el mes de marzo al gobierno de la Ciudad los insumos en cantidad y calidad, personal de reemplazo, testeos al personal y todas las condiciones para estar a la altura en la atención al pueblo, marcando un camino hacia los demás hospitales.

Todo el Comité rodea la lucha del Ramos y se solidariza con la primera línea. Hay que decir que esta unidad se fue forjando anteriormente con la lucha por la defensa de su jardín de infantes, siendo la multisectorial por el jardín, parte del Comité de Emergencia.

Desde los primeros días de abril se hizo sentir el hambre y las necesidades en los barrios de Balvanera y San Cristóbal. Barrios de una alta densidad poblacional, donde el comercio y el transporte traen una altísima circulación, y donde la pobreza está muy invisibilizada. Son muchísimos los vecinos migrantes, que viven al día, viviendo de la venta ambulante o en diferentes trabajos en negro. Es una zona con una situación habitacional de gran hacinamiento, con inquilinatos sumamente precarios.

En la primera carta presentada en Desarrollo Humano y Hábitat, el 6 de abril, decíamos: “… con la crisis sanitaria y sin posibilidad de trabajar, todos los problemas sociales se han agravado. (…) vemos con gran preocupación la situación crítica por la que atraviesan las y los trabajadores informales, jubilados, comerciantes, las personas en situación de calle, las familias que sufren el hacinamiento en hoteles y todas aquellas personas que buscan asistencia alimentaria y de todo tipo en las instituciones y organizaciones a las que pertenecemos. Nos preocupa especialmente la situación de los y las trabajadoras de la Salud, los insumos y la protección personal con la que cuentan para realizar su trabajo en forma segura, ya que los y las trabajadoras del Hospital Ramos Mejía vienen reclamando condiciones laborales acordes a la emergencia sanitaria…”

Fue así que la situación alimentaria, y la lucha del Ramos, fueron dos aspectos fundantes en nuestro Comité. Durante el mes de abril, fuimos relevando, sistematizando y difundiendo toda la información de las diferentes ollas que iban surgiendo. Algunos con asistencia del gobierno, y otros funcionando por la solidaridad del Comité. Todos los miércoles, se realiza una búsqueda de donaciones y un reparto de mercadería por los diferentes espacios. También se habilitó una cuenta bancaria para aportes económicos.

Un reto importante de la experiencia fue haber organizado, el pasado 15 de mayo, un operativo de realización de trámites. El objetivo era poder destrabar un aluvión de problemas que cada organización no tenía cómo resolver por sí sola. Con el trabajo de los comuneros, se logró convocar al Renaper que realizó 70 renovaciones de DNI, y funcionaron diferentes mesas de atención: Anses, trámites migratorios, PAMI, y presencia de la Secretaría de la Mujer. El operativo asistió a 800/900 vecinos de la zona y se realizó a pulmón con trabajadores de cada organismo en la Basílica Santa Rosa de Lima. Fue fundamental la disponibilidad de la Iglesia y sus voluntarios. Junto a ellos, nuestros compañeros de la CAAC sirvieron el desayuno con tortas fritas, entre otras tareas realizadas en un clima de unidad por todas las organizaciones. Las colas eran interminables, y desnudó una situación alarmante de hambre y desamparo absoluto en muchos hogares de la ciudad.

Fue un primer logro político del Comité ya que las autoridades comunales, dirigidas por el macrismo, tuvieron que hacerse presentes, reconociendo nuestra tarea. Teniendo en cuenta que la primera exigencia era la conformación de una mesa de trabajo interministerial, esta actividad de acercamiento de los recursos del Estado para lograr algunos derechos básicos, dio cuenta de la enorme necesidad de que esto suceda.

Otra tarea fundamental que comenzó en estas semanas, es el funcionamiento de una Mesa de Salud conformada por vecinxs y profesionales del Hospital Ramos Mejía. La mesa tuvo algunas reuniones virtuales con funcionarios del Ministerio de Salud de CABA, alertando del aumento de contagios en las viviendas con hacinamiento, y planteando las demandas realizadas desde hace dos meses por los trabajadores de la salud.

Como parte de esta coordinación, el Área Programática del Hospital está realizando un relevamiento casa por casa, sumándose a la búsqueda activa de casos de Covid. Es importante la tarea porque va unida al reclamo de un protocolo específico para hoteles e inquilinatos, posibilidades de aislamiento afuera de la vivienda y testeos. En la primer salida, recorrieron una sola cuadra debido a la enorme cantidad de familias compartiendo viviendas, y se detectaron algunos vecinos con síntomas. Pero es necesario que el relevamiento pueda hacerse contando además con la posibilidad de hacer el testeo.

Por último, nos preparamos para llevar este martes 2 de junio una gran donación de mercadería y productos de limpieza por parte del Comité de la Comuna 3 al Comité de Crisis del Barrio 31, sensibilizados por la situación que se vive en Retiro y vinculando la tarea de ambas organizaciones, que vienen dando una inmensa batalla frente a la pandemia.

El trabajo de los comités de crisis en los barrios viene dando un gran ejemplo de protagonismo popular, siendo una herramienta del conjunto de los vecinos y vecinas que, para hacer la cuarentena, necesitan resolver situaciones urgentes de vivienda, servicios y alimentos. Los comités organizan colectivamente la solidaridad, pero también denuncian y exigen voluntad política para volcar todos los recursos del Estado a resolver la crisis sanitaria, y el gobierno debe darles la entidad representativa que realmente tienen.

En la Ciudad hay enormes riquezas que se siguen acumulando en medio de esta crisis, hay viviendas ociosas, hay hoteles caros, vacíos. Larreta y Macri gobiernan hace 12 años y no resolvieron ni el agua potable en las villas, ni ninguno de los dramas que vive nuestro pueblo, y que crudamente se agudizan en esta emergencia.  Los comités vienen mostrando un camino.

Corresponsal