La camarada Chuchi falleció este 19 de abril, luego de un accidente casero y una operación de los que no pudo reponerse.
Ya en la Córdoba rebelada del Cordobazo, cuando era ama de casa, jugó un papel en la recuperación del Smata de Córdoba. Luego enfrentó la patota represiva de la dictadura, y ya en la clandestinidad resolvió tareas riesgosas. Durante muchos años estuvo a cargo de tareas administrativas, de esas que no se ven ni brillan, pero que son fundamentales para la construcción de un partido revolucionario.
Fue un ejemplo comunista de trabajo duro y vida sencilla. La firmeza, sensibilidad y equilibrio con que desarrolló sus tareas fueron una contribución inmensa en la actividad del partido. Se ganó el cariño y el respeto de todos los camaradas, de los más diversos orígenes sociales, carácteres de personalidad y pensamientos, era un factor de unidad.
El domingo 20, un conjunto de camaradas de su Partido, el PCR, amigos y familiares la despidieron con un sentido homenaje en el Cementerio de Chacarita.
Hicieron llegar sus condolencias el PCR de Córdoba, la Agrupación Mujeres por el Cambio y el Partido Comunista Marxista Leninista del Ecuador, Mujeres de Partido Marxista Leninista de Colombia, y de la Agrupación Célica Gómez y el PCR del Uruguay.
En nombre de sus cuatro hijos habló Alejandro, el mayor de ellos. Señalando el temple de su madre en medio de la dictadura fascista, y que siempre fue sostén y mantuvo la cohesión familiar pese a períodos de mucha precariedad. Señaló su integridad y determinación por la que mantuvo la fidelidad a su partido hasta sus últimos días.
Arnoldo Gómez, en nombre del Comité Central del PCR contó anécdotas de Chuchi en la Córdoba del Cordobazo, cuando a su casa iba a los mediodías Gody Álvarez, secretario del PCR de Córdoba secuestrado por la dictadura, y ella percibiendo su situación esperaba con comida caliente, También contó Arnoldo que Chuchi, como ama de casa y esposa de un detenido por la toma de la planta de Perdriel, a propuesta de Gody participó en una asamblea de los mecánicos reclamando la liberación de los presos, asamblea que “todos dicen que fue el inicio del fin de Elpidio Torres en el Smata”.