Entre comisiones de debate, competencia de freestyle, capturá la bandera, torneos deportivos, guitarreadas y agite pudimos discutir en las comisiones generales y comisiones específicas (Centros y Cuerpos de Delegados para el protagonismo estudiantil / Armado de Centros de Estudiantes y Cuerpos de Delegados / Mujer secundaria / Diversidades / Ni un pibe menos por la droga / Escuelas técnicas y Agrarias: ¿Para qué tipo de país? / Cultura, Arte y Deporte) en primer lugar, los sufrimientos de estos últimos dos años de pandemia y el recorrido de lucha de algunos lugares que nos permitió avanzar en computadoras, bolsones de mercadería y demás medidas para estudiar en condiciones y sin riesgo al contagio; y en segundo lugar, para qué 2022 nos preparamos.
En una Argentina donde solo uno de cada cuatro pibes come todos los días y solo el 55% de los que ingresan en primer año logran finalizar la secundaria, durante los dos años de virtualidad y semivirtualidad, hubo pocas medidas por parte del gobierno para que ninguno se quede afuera por no tener una compu, un celular, conexión a Internet o por tener que salir a hacer changas porque la guita en casa no alcanzaba. Si bien hubo medidas que fueron justas como el Impuesto a las Grandes Fortunas, el IFE, el ATP, el congelamiento de tarifas de luz, agua y gas y la reciente ampliación del Progresar para pibes de 16 y 17 años, hubo pocas medidas y muy poco empujadas en el sector educativo.
Fue con el ejemplo de los movimientos sociales que no se guardaron y se pusieron al hombro las ollas populares junto con los comité de crisis en cada barrio, que empujamos en las escuelas los Cuerpos de Delegados de Emergencia que se elegían y se reunían de forma online. Organizando la solidaridad, producimos jabón líquido y juntamos ropa para llevar a los comedores, armamos petitorios virtuales con estudiantes, padres y docentes por bolsones de mercadería, computadoras y plataformas unificadas para mandar los trabajos prácticos y demás.
La Argentina sigue siendo terreno en disputa, por los grandes imperialismos como Rusia, Inglaterra, China y Estados Unidos, como por sus representantes a nivel local. Juntos por el Cambio arremete su plan desestabilizador para volver al poder en el 2023, ya lo vimos con las marchas anticuarentena, antivacunas y con cómo se abanderaban con “en defensa de la educación” para que abran las escuelas en lo más alto de la segunda ola, sin decir ni una palabra sobre las condiciones en las que estaban las escuelas, en buena parte gracias al desfinanciamiento educativo durante su gobierno. Esta disputa a nivel nacional e internacional se da también en el marco de las negociaciones con el FMI: seguimos pagando de nuestros bolsillos una deuda odiosa y fraudulenta que solo sirvió para la especulación financiera y la fuga monstruosa de capitales, ¿Cuántos puestos de trabajo podrían generarse, cuántas viviendas podrían construirse, cuantas escuelas podrían abrirse, cuantas computadoras, becas, bolsones de mercadería podrían darse y cuantos sufrimientos más de nuestro pueblo podrían resolverse con los miles de millones de dólares que el FMI pretende que le paguemos?
La necesidad de suspender el pago de la deuda para investigarla y definir qué parte es legítima (y pagarla) y cuál ilegítima para avanzar en juicio y castigo a los responsables de la estafa multimillonaria que nos están haciendo pagar al pueblo argentino, fue debate central en el Campamento Nacional de Estudiantes Secundarios/as/es. Definimos empujar posicionamientos desde los Centros de Estudiantes y Cuerpos de Delegados y que el MUS (Movimiento de Unidad Secundaria) sea herramienta para rearmar esos Centros de Estudiantes que fueron golpeados por la pandemia y se desarmaron. A lo largo y ancho del país, con la vuelta a la presencialidad nos reencontramos con nuestros compañeros y con las terribles condiciones de nuestras escuelas: también nos reencontramos con las ganas de cambiar nuestra realidad. Hay que ir a buscar con nuestro volante de «Armá tu centro» y «Sumate al MUS» a todas y todos aquellos que buscan reorganizar sus Centros de Estudiantes en todo el país.
Experiencias como las de Bahía Blanca o Santiago del Estero, nos demuestran que cuando somos herramienta del armado de los Centros con quienes buscan organizarse por sus necesidades, el movimiento crece a saltos.
Nos trazamos el objetivo de rearmar y pelear por conducir con las agrupaciones en cada escuela, los Centros de Estudiantes de la mayor cantidad de escuelas de la Argentina, porque en este país somos el único movimiento que a diferencia de otros, no plantea a los Centros como únicamente distribuidores de las medidas del estado entre las escuelas, sino que pelea porque hasta el último compañero de nuestros cursos, ese que se sienta atrás y está callado, sea protagonista de la lucha por nuestras necesidades y que pueda opinar, discutir y decidir qué necesidades hay y cuál es el camino para resolverlas.
Con nuestro ABCDE de propuestas (Asignación económica para la vuelta a las aulas, Boleto educativo gratuito a nivel nacional, Cursadas de verano para recuperar las materias, Dispositivos psicopedagógicos en todas las escuelas y Entrega de bolsones de mercadería y computadoras para todas y todos) nos preparamos para un año de lucha. Está en juego quién va pagar los platos rotos de la política macrista y la pandemia.
Llenando las calles buscamos conquistar medidas que resuelvan las principales necesidades y que la plata para esas medidas no siga saliendo de los bolsillos del pueblo argentino. Suspender, investigar y no pagar la parte ilegítima, que esa plata vaya a resolver las principales emergencias porque la deuda es con el pueblo y con la educación.
Hoy N° 1897 19/01/2022
