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09 de septiembre de 2015

Reproducimos una nota de la periodista Belén Spinetta, de su columna en el programa radial En calle viva, sobre los 10 años de la creación de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito y el lema “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, y aborto legal para no morir”.

Campaña Nacional por el Derecho al Aborto

Se cumplieron diez años

 
No se puede hablar de las luchas por el derecho al aborto en Argentina, sin tener en cuenta los Encuentros Nacionales de Mujeres -que este año cumplen 30 años-, donde el tema del aborto se viene discutiendo desde el primer Encuentro.

 
No se puede hablar de las luchas por el derecho al aborto en Argentina, sin tener en cuenta los Encuentros Nacionales de Mujeres -que este año cumplen 30 años-, donde el tema del aborto se viene discutiendo desde el primer Encuentro.
La creación de la campaña data del año 2005 en la ciudad de Córdoba, donde se hizo la primera reunión fundacional, para impulsar un proyecto de ley que legalice el aborto en Argentina. Se trata del “Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo”, el cual se encuentra cajoneado en el Congreso. Aquella reunión estuvo integrada por diversas organizaciones feministas, de mujeres, de sectores que vienen del ámbito de la Salud, etc. Fue una convocatoria muy amplia en la que se discutió, por ejemplo, por qué esta campaña tenía que llamarse “por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito”. 
Primero ratificar que es un derecho lo que estamos reclamando. La voluntad de que cada mujer pueda realizar voluntariamente la interrupción de un embarazo como una libertad negada en este país. Decimos que este es un problema fundamental de la salud pública, pero no solo se reduce a eso, sino que también es un problema del derecho de la mujer a decidir.
¿Por qué seguro? Porque es una práctica que desde hace años se realiza en la clandestinidad, obligando a miles de mujeres a moverse en esos ámbitos. Lo que sucede es que hay mujeres que pueden acceder a un aborto en buenas condiciones de salubridad y son las que, o tienen el dinero para hacerlo, o las que cuentan con las redes de solidaridad para poder acceder al aborto dentro de lo que es la misma clandestinidad, pero en condiciones seguras. Lo que pasa actualmente es que siempre mueren las mujeres pobres. 
Por otra parte, la tercera gran consigna es que sea gratuito, que cada mujer pueda acceder a la práctica dentro del sistema de salud en la Argentina y pueda hacerlo sin tener que pagar nada; que esto deje de ser un negocio. Lo que se pide en el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo es que sea tanto accesible en los hospitales públicos como a través de las obras sociales. 
 
Una triple consigna
Por otra parte, hay un lema fundamental de la campaña que es: Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, y aborto legal para no morir. Esto es muy importante ratificarlo porque a veces se dice que “una aborta porque sí”, y en realidad tiene tres partes lo que estamos pidiendo.
Primero, la educación sexual, es decir, que todas las mujeres y varones puedan acceder al conocimiento de los métodos anticonceptivos, poder contar con todas la herramientas que te permitan tener una relación sexual en condiciones seguras, que tiene que ver con un ejercicio de la libertad. Porque lo que sucede hoy es que, aunque tenemos una ley de educación sexual integral que es muy importante, y es un avance, la educación sexual no llega a todas y a todos en las escuelas. Inclusive en muchas provincias -que todavía tienen educación religiosa en las escuelas públicas- frenan la implementación de la educación sexual.
Segundo, en la triple consigna decimos “anticonceptivos para no abortar”, porque el aborto es algo no buscado, es el último recurso, y por lo tanto la anticoncepción tiene que estar al alcance de todas y de todos en los centros de salud, en los hospitales, y esto es algo que está pendiente. Por un lado, tener las herramientas para conocer cuáles son las formas de impedir un embarazo no deseado, y por otro lado, que la anticoncepción sea algo accesible y se conozcan cuáles son los tipos por los que se puede optar.
Tercero, decimos “aborto legal para no morir” en defensa de la vida de las mujeres. Muchas veces cuando discutimos el aborto, los sectores que se oponen dicen que son los sectores “pro-vida”, porque ponen el problema solo en el embrión (nosotras decimos que el feto no es vida y que se aborta), decimos que las “pro-vida” somos nosotras porque peleamos por el derecho al aborto legal seguro y gratuito, porque defendemos la vida de las mujeres.
Esta triple consigna no solo posibilitó una constitución sólida de la Campaña, sino que además hizo que sea más amplia y ganara más simpatías, porque se pone el problema en un sentido amplio y no se lo reduce solamente al momento en que la mujer decide abortar y no tiene los mecanismos para hacerlo.
Hay que diferenciar entre despenalizar el aborto y legalizarlo. Despenalizar sería que se deje de criminalizar a la mujer que se decide a abortar, que estaría bien, pero legalizar va más allá, y tiene que ver con ratificar un derecho y que sea accesible para todas las mujeres en condiciones de salubridad y en la salud pública. 
Al mismo tiempo hay que decir que en esta batalla, tenemos una presidenta que desde el primer momento se manifestó en contra del derecho a decidir de las mujeres. Y esto ha imposibilitado (yo digo por la obediencia casi debida que tienen algunos sectores del kichnerismo) que se pudiera avanzar en el debate cuando ellos tuvieron mayoría en el Congreso. Porque hay sectores del kirchnerismo o diputadas afines a la Campaña como Juliana Di Tullio que, sin embargo, no han podido romper el cerco que su propio partido les impone y poner sobre el relieve esto. Lamentablemente ellos lo ponen de excusa. Pero debemos decir que hay 10 años de un gobierno que se dice “el gobierno de los derechos humanos” y en esos 10 años hay un derecho humano fundamental de las mujeres que está siendo negado. Y el problema de negar este derecho es que las mujeres se siguen muriendo, y eso hay que ponerlo blanco sobre negro. Y las mujeres que mueren son las mujeres pobres. Se habla de que hay 500 mil abortos clandestinos por año, es una cifra bastante complicada y, al mismo tiempo, como nos movemos en la clandestinidad no hay datos precisos sobre esto. Hay muchas mujeres que mueren por abortos que en sus partidas de defunción las causales son otras y no se termina de relevar que mueren por aborto. 
 
El aborto en la Argentina
 Como otro dato importante hay que decir que en el año 2012 la Corte Suprema de Justicia dejó sentado que el aborto en la Argentina es legal en caso de violación, o cuando corre peligro la vida de la mujer. Esto está en el Código Penal (artículo 82) desde hace años, pero como hay una coma medio confusa, los sectores reaccionarios decían que el aborto solo era legal en caso de que una mujer con discapacidad fuera violada. La Corte Suprema a partir de un caso de Chubut de una nena de 13 años que tuvo que pasar por toda esta instancia judicial, estableció y dejó asentado en un fallo muy importante que se conoce como fallo F.AL., que el aborto es legal en la Argentina en todos los casos de violación, no solo de mujer con discapacidad. Para esto se implementó un Protocolo Nacional que había sido frenado por el anterior ministro de Salud Juan Manzur y ahora el nuevo ministro de Salud Daniel Gollan, le dio vía libre. Hay que decir que cuando asumió Gollan, dijo que había que habilitar la discusión sobre el aborto, y enseguida le salió al cruce Aníbal Fernández y le planteó “que ese tema no está en discusión”. 
Por lo tanto la polémica en el gobierno sigue. Lo concreto es que este gobierno se está yendo, por más que siga Scioli, pero en estos 10 años no ganamos que el aborto sea legal en la Argentina, en estos 10 años las mujeres se siguieron muriendo, y hace muy poquito tiempo que se fomentó una política pública para el aborto legal que es el aborto en caso de violación.
 
Las mujeres seguimos luchando por el aborto legal
En este camino hubo algunas estrategias que las organizaciones de mujeres tuvieron que implementar para auxiliar a las mujeres que necesitan recurrir a un aborto. Estrategias que son justas. Por ejemplo, el acceso al Misoprostol, que es un medicamento que sirve para abortar, que entiendo yo que ha sido una de las redes paralelas que las mujeres tuvieron que implementar. 
Ahora ¿qué pasa con el Misoprostol? Los laboratorios y las farmacias ya se dan cuenta que pueden hacer plata a partir de esto, por lo tanto cada vez es más difícil acceder a ese medicamento para abortar, y al mismo tiempo te seguís manejando en la clandestinidad.
Por otro lado, yo creo que hay que avanzar en esos caminos y seguir discutiéndolo porque hay una situación de emergencia que hay que dar respuesta, no hay que dejar de decir que esto no sustituye la garantía estatal, por eso nosotras seguimos peleando por el aborto legal en la Argentina y porque el gobierno y quienes tienen que legislar para esto, dejen de mirar al costado.