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10 de noviembre de 2010

Integrantes del programa Sapiyam (hacia mi raíz, en quechua) que se emite desde FM “Por la hermandad de los pueblos” de Fernández, realizaron una visita al corte de la Ruta 34,  para conversar con integrantes del Mocase (Movimiento campesino de Santiago del Estero).
 

Campesinos de Mocase contra los desalojos

Hoy 1343 > 10/11/2010 / Corte de ruta en Santiago del Estero

Al atardecer del domingo 7, con un viento norte infernal y un calor sofocante, fuimos muy bien recibidos por un grupo de campesinos en el corte de la ruta 34, a la altura de Vilmer. También se encontraba allí un grupo de estudiantes universitarios que llevaban su solidaridad.

Al atardecer del domingo 7, con un viento norte infernal y un calor sofocante, fuimos muy bien recibidos por un grupo de campesinos en el corte de la ruta 34, a la altura de Vilmer. También se encontraba allí un grupo de estudiantes universitarios que llevaban su solidaridad.
Roque Suarez, un campesino integrante del Mocase y de la Uppsan (Unión Pequeños Productores del Salado Norte) comienza contando que mantienen el corte de ruta desde hace 21 días, “para defender nuestros derechos territoriales, no solamente nuestros sino de toda la provincia; para que nos escuchen los gobiernos nacional y provincial y los que están a cargo de la Justicia.”
 

—¿Qué le reclaman al gobierno?
—Concretamente pedimos que paren los desalojos. En segundo lugar que saquen a los empresarios asesinos que vienen con armas de alto calibre a los campamentos donde nosotros tenemos las defensas. Acá viene gente armada de todos lados, y nos corren por el monte.
Hemos participado de la Mesa de la Tierra pero hasta el momento no tenemos ninguna respuesta y por eso nosotros seguimos aquí hasta que el gobierno nos dé una respuesta concreta y segura, para poder estar tranquilos en nuestras casas, con nuestras familias y no estar escuchando el motor de una 4×4 de los empresarios asesinos que nos vienen a cagar a tiros.

 

—¿Cómo tomaron la decisión de cortar la ruta?
—Fue tomada por un grupo que pertenecemos a la organización del Uppsan. Porque la balacera que nos hizo un empresario en el campamento de la resistencia de Pozo del Castaño fue la gota que rebalsó el vaso. Ahí tomamos la decisión con nuestro presidente del Mocase, Guido Corvalan -a quien apoyamos y siempre vamos a estar al lado de él para defender nuestros derechos-, de instalarnos un grupo de 17 personas y luego fueron llegando los otros.
En el Paraje San Nicolás, en el Departamento Banda, una señora murió por ponerse frente a la topadora para que no le tiren su casa y con sus hijos al lado. Eso es lamentable y a eso no queremos llegar. No queremos que vengan empresarios del lugar que sea y nos maten.

 

—¿Cómo están sosteniendo este corte?
—La verdad, estamos haciendo malabarismos. Aquí llega colaboración de distintas comunidades que traen mercaderías y así se suman compañeros que saben lo que es defender el derecho a la tierra.
Ayer vine de mi comunidad, del paraje El Negrito, Departamento Alberdi, trayendo algo para mis compañeros, para no aflojar y no bajar los brazos y ¡le vamos a dar lucha al gobierno par en par! y si palos ¡a palos también! Esto no se va a levantar hasta no tener una respuesta favorable del gobierno, tanto pro- vincial como nacional.

 

—¿Cómo es la situación de ustedes?
—Nosotros sembramos, criamos animales, cortamos leña para nuestro carbón, para sobrevivir, para mantener nuestras familias. Aquí en la provincia son muchas familias las que están sufriendo como nosotros.

 

—¿Qué dice la gente cuando ustedes van con sus volantes a las ventanillas de los vehículos?
—La mayoría de los camioneros y colectiveros no se molestan. Los que se ofenden son los que andan en las 4×4, los que ya sabemos quienes son, los que andan en coches de los empresarios con mucha plata, no como nosotros que no tenemos ni una bicicleta para andar. Nosotros les hacemos saber que no somos asesinos, que estamos aquí para defender nuestros derechos para el futuro. Defender nuestros derechos territoriales para vivir en dignidad.

 

—¿Tuvieron alguna respuesta del gobierno?
—Se le mandó una nota solicitando una audiencia; tuvimos una entrevista con el obispo monseñor Uriona (de Añatuya) que se entrevistó con Zamora por 45 minutos y la respuesta no fue favorable para nosotros.
Yo creo que este tema de las inversiones que quiere hacer el gobierno no es justo, porque él mismo nos está quitando las tierras para venderlas a gente para que hagan inversiones y eso no es justo para nosotros. Nos dejan poca tierra, matan nuestros animales, nos envenenan el aire con el fertilizante que usan para el cultivo, para curar las plantas de ellos.

 

—¿Qué expectativas tienen de la reunión de sus compañeros en Buenos Aires?
—Aquí, cuando nos posicionamos vinimos con una esperanza que es la misma que esperamos que nos traigan los compañeros desde Buenos Aires, a quienes acompañamos espiritualmente desde la distancia.

 

—Vemos aquí a varias mujeres y jóvenes, gente de Incupo. Nos parece importante este acompañamiento y les queremos decir que cuenten con nuestra solidaridad, vamos a seguir el conflicto, esperando una pronta solución…
—Quiero contarles también que soy delegado de mi comunidad, de El Negrito. Somos un grupo de 14 personas que tuvimos una reunión donde dijeron que si tenían un medio de transporte querían venir a sumarse a los cortes, juntamente con sus hijos. Yo les pedí esperar hasta el miércoles, tenemos un sueño que ojalá se haga realidad. Les agradecemos por esta nota y ojalá les sirva a los campesinos y a los que no lo son. Desde aquí del campamento del Mocase sobre la ruta 34, muchas gracias.