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12 de noviembre de 2010

Estatutos

Capitulo II

Documentos del PCR / tomo 6

 

Principios organizativos

 

Principios organizativos

Art. 9: El PCR basa su orga­ni­za­ción en los prin­ci­pios del Centralismo Democrático:
a)    Unidad de acción, liber­tad de dis­cu­sión y de crí­ti­ca.
b)    Disciplina única, subor­di­na­ción del afi­lia­do a la orga­ni­za­ción, de la mino­ría a la mayo­ría, de los orga­nis­mos infe­rio­res a los supe­rio­res y de todo el Partido al Comité Central. Es nece­sa­rio crear una situa­ción polí­ti­ca donde haya tanto cen­tra­lis­mo como demo­cra­cia, tanto dis­ci­pli­na como liber­tad, tanto uni­dad de volun­tad como satis­fac­ción moral indi­vi­dual y dina­mis­mo.
c)    Carácter elec­ti­vo, perió­di­co y revo­ca­ble de todos los car­gos de direc­ción en los orga­nis­mos del Partido.
d)    Rendición de cuen­tas perió­di­ca por parte de los orga­nis­mos diri­gen­tes al con­jun­to del Partido.
e)    Dirección colec­ti­va y res­pon­sa­bi­li­dad indi­vi­dual.

Art. 10: Los orga­nis­mos infe­rio­res, aun­que sus reso­lu­cio­nes sean diver­gen­tes con las de los orga­nis­mos supe­rio­res, debe­rán apli­car las reso­lu­cio­nes de estos últi­mos. Ningún orga­nis­mo puede divul­gar públi­ca­men­te opi­nio­nes escri­tas u ora­les diver­gen­tes con los orga­nis­mos supe­rio­res.
Art. 11: Adoptada una reso­lu­ción por un orga­nis­mo para rea­brir la dis­cu­sión sobre lo resuel­to es nece­sa­rio la mayo­ría sim­ple.
Art. 12: El Partido garan­ti­za a tra­vés del pre­sen­te Estatuto la dis­cu­sión, y la diver­si­dad de opi­nio­nes en su seno, pero no admi­te frac­cio­nes o gru­pos. La acti­vi­dad frac­cio­nal o de grupo será seve­ra­men­te san­cio­na­da con la expul­sión o exclu­sión del Partido.
Art. 13: El afi­lia­do al Partido tiene dere­cho a par­ti­ci­par en la ela­bo­ra­ción de la línea, ele­gir y ser ele­gi­do, cri­ti­car y hacer suge­ren­cias a las orga­ni­za­cio­nes y a los diri­gen­tes del Partido a todos los nive­les. Tales crí­ti­cas y suge­ren­cias las hará en su orga­nis­mo. Es abso­lu­ta­men­te inad­mi­si­ble amor­da­zar las crí­ti­cas y tomar repre­sa­lias. Si un mili­tan­te del Partido disien­te con reso­lu­cio­nes y direc­ti­vas del Partido, puede man­te­ner su opi­nión y, sin dejar de apli­car lo resuel­to, tiene dere­cho a pasar por enci­ma de la direc­ción inme­dia­ta y hacer­las lle­gar a las ins­tan­cias supe­rio­res inclui­dos el CC y el Congreso del Partido.
Art. 14: Nadie podrá ser san­cio­na­do sin opor­tu­ni­dad de defen­sa. El afi­lia­do acu­sa­do debe estar pre­sen­te y par­ti­ci­par en el tra­ta­mien­to del caso e su orga­nis­mo, hasta su reso­lu­ción defi­ni­ti­va. Las reso­lu­cio­nes pue­den ser ape­la­das ante los orga­nis­mos supe­rio­res hasta el Congreso Nacional.
Art. 15: En caso de estar dete­ni­dos son los orga­nis­mos del Partido desde fuera de la cár­cel quie­nes diri­gen. Y son los orga­nis­mos regu­la­res de dichos com­pa­ñe­ros quie­nes ana­li­zan y resuel­ven sobre su com­por­ta­mien­to ante el ene­mi­go. De acuer­do al artí­cu­lo 14 no cabe tomar reso­lu­cio­nes sin escu­char la opi­nión colec­ti­va, sin espe­rar la pre­sen­cia de dichos com­pa­ñe­ros y su par­ti­ci­pa­ción en el tra­ta­mien­to del caso.