Hay una gran campaña desatada a la muerte de Chávez y la elección de Maduro, campaña alentada por Clarín a la que se han sumado dirigentes como Binner, presentando a Capriles como “el gran demócrata”.
Capriles integró grupos armados en el golpe de Estado contra Chávez, lideró el grupo armado que intentó ocupar la embajada cubana en Venezuela, y es públicamente conocido su relación con la CIA, la tenebrosa organización de provocaciones del imperialismo yanqui.
Hay una gran campaña desatada a la muerte de Chávez y la elección de Maduro, campaña alentada por Clarín a la que se han sumado dirigentes como Binner, presentando a Capriles como “el gran demócrata”.
Capriles integró grupos armados en el golpe de Estado contra Chávez, lideró el grupo armado que intentó ocupar la embajada cubana en Venezuela, y es públicamente conocido su relación con la CIA, la tenebrosa organización de provocaciones del imperialismo yanqui.
Lo que está ocurriendo en el mundo actual, al revés de lo que pregonan los protagonistas de la campaña anti venezolana, es que los trabajadores y los pueblos voltean a gobiernos ajustadores, sean conservadores o socialdemócratas, como ocurre en Europa y en la “primavera árabe”. Y en esa lucha van arrancando conquistas democráticas y pugnan por demoler a las viejas instituciones podridas del Estado opresor, y surgen nuevas formas de organización y lucha que se asemejan a un doble poder popular, en procesos muy profundos de lucha, que están en curso, como en Grecia y otros países europeos o árabes.
