Nancy vino desde esa zona rural en que todo o mucho es cebolla. El Acheral. Llegó más flaca que antes. Tanto que impresiona. “Es que estuve enferma, me deprimo”, dice. En La Casa de la Mujer María Conti hacía rato no la veíamos. Los celulares de vez en cuando se pierden o dejan de andar. Esa mujer que entró más flaca que antes, pensaba que nos habíamos olvidado de ella. No tenía idea de que su tragedia, la de su hija, ha sido un antes y un después en la vida de la Casa, y en la de San Pedro.
Nancy vino desde esa zona rural en que todo o mucho es cebolla. El Acheral. Llegó más flaca que antes. Tanto que impresiona. “Es que estuve enferma, me deprimo”, dice. En La Casa de la Mujer María Conti hacía rato no la veíamos. Los celulares de vez en cuando se pierden o dejan de andar. Esa mujer que entró más flaca que antes, pensaba que nos habíamos olvidado de ella. No tenía idea de que su tragedia, la de su hija, ha sido un antes y un después en la vida de la Casa, y en la de San Pedro.
“Me dijo mi hermana que estaban pidiendo la cárcel para los violadores de El Acheral en la Plaza”, le había llegado. Y es que todos los miércoles, por seis largos meses, la carpa exigía. Y juntaba firmas por la destitución del juez que liberó a esos violadores, y para que se declare la emergencia en violencia sexual en la provincia.
“Nancy, está muy flaca, vaya al médico”, era el consejo inevitable del final. “Parece África”, le dirá más tarde Ana María a Elsita; y uno piensa en Misiones.
“A veces mi hija lo cruza a Casasola [uno de los cuatro violadores] y ella empieza a temblar. Digo yo para mis adentros: ¿qué será lo terrible que le habrán hecho?” se lamenta…
“Yo estoy segura de que en poco tiempo van a estar presos y condenados”, le dije. Es que los violadores son confesos en el expediente. Por eso liberarlos fue un motivo claro para pedir la destitución del juez Argentino Juárez, hoy renunciado.
Y nos llegaron las noticias: “C. está embarazada, está gorda”. La noticia del embarazo adolescente llega con la habitualidad en que llega en Jujuy. Donde no ser madre antes de los 25 es raro.
Pero además es habitual en estos casos, como si el embarazo limpiara el cuerpo violado, manchado y marcado. “¿Nena o nene?”. “Nena”, dice Nancy, y agrega: “Va a todos los controles, tiene fecha para diciembre”.
Y uno piensa que se trata de un embarazo deseado. Aún tan temprano. Deseado y buscado. Y aunque no borra la historia, parece que algo sana. Colita de rana.
