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15 de abril de 2015

Caso Rosalía: vamos por más

Villa Gobernador Gálvez, Santa Fe

El pasado diciembre tuvimos en Rosario el primer juicio oral y público por violencia de género. Rosalía Benítez, actualmente compañera de Amas de Casa del País de la ciudad de Villa Gobernador Gálvez, había sido brutalmente baleada por su exmarido “Cacho” Toledo en la primavera del 2012.

El pasado diciembre tuvimos en Rosario el primer juicio oral y público por violencia de género. Rosalía Benítez, actualmente compañera de Amas de Casa del País de la ciudad de Villa Gobernador Gálvez, había sido brutalmente baleada por su exmarido “Cacho” Toledo en la primavera del 2012.
Mientras ella se debatía entre la vida y la muerte, Toledo deambulaba impune por las calles de la ciudad. Con la intensa lucha del movimiento de mujeres, en unidad con la familia y amigos de Rosalía, logramos encarcelarlo y posteriormente triunfamos cuando presionamos para que le negaran la prisión domiciliaria (solicitada en tres oportunidades por su defensa).
En el juicio que transcurrió durante dos semanas, declararon familiares, vecinos, médicos que atendieron a Rosalía y policías, que con lujos de detalles dieron cuenta de la crueldad y ensañamiento de Toledo: además de impactarle 6 tiros frente a la hija de ambos, de solo nueve años, cuando Rosalía pudo escapar para pedir ayuda “le disparó por la espalda” otros dos tiros más.
Pese a todo ello, y a la movilización permanente del conjunto de mujeres que todos los días del juicio nos apostamos a las puertas de los Tribunales e ingresamos a la sala, a Toledo lo condenaron a 10 años. Esto provocó una inmediata reacción del conjunto que acompañábamos a Rosalía y salimos a los medios a repudiar a los jueces, impulsando con acuerdo de la fiscal la apelación por mayor condena.
El lunes 30/3, la fiscal de Cámara Cristina Rubiolo recibió a Rosalía junto a compañeras de Amas de Casa del País. En la puerta de Tribunales realizamos una convocatoria a la que asistieron muchas compañeras y donde nos realizaron numerosos reportajes. El 5 de mayo será la audiencia por la apelación, y tenemos muy buenas condiciones para lograr el aumento de pena ya que el caso ha tomado estado público por la gran movilización de las mujeres y por la intensa difusión que ha tenido en los medios de Rosario y el gran Rosario, repercutiendo todo esto dentro de los Tribunales.
Rosalía desnuda el tratamiento real que el Estado y el Poder Judicial tienen para con la violencia de género. Ella había denunciado reiteradamente a Toledo, y “la Justicia no me escuchó, solo me dio papeles”, dijo ante las cámaras de televisión. El problema no es Toledo, son los gobiernos y el sistema judicial. En Villa Gobernador Gálvez, las grandes empresas facturan fortunas ($1.600 millones por año el Swift) y no existen refugios, ni defensorías, ni asistencia para las víctimas de violencia (a Rosalía ni siquiera la ambulancia de nuestro hospital la fue a buscar cuando se desangraba en la vereda de su casa), y los jueces que juzgaron el caso no tuvieron en cuenta los 17 años de sometimiento previos a la noche de los disparos, ni las consecuencias que aún hoy sufren Rosalía y sus hijos por tales padecimientos. Tampoco tienen en cuenta que este caso podría ser emblemático si dictaran una condena ejemplar para un femicida, ya que muchas mujeres que hoy sufren violencia y hombres que la ejercen, están atentos a lo que pasa con Toledo.
Pero Rosalía también nos muestra el camino; porque más allá de su drama personal ha abrazado la lucha por nuestras reivindicaciones, y junto a ella, con la organización de las mujeres que con firmeza y voluntad salimos a las calles, es como vamos a conseguir “dar vuelta esta tortilla”.