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26 de octubre de 2010

Decenas de miles en todo el país reclaman el castigo a los responsables materiales y políticos del cobarde ataque a los ferroviarios tercerizados.

¡Castigo a los responsables!

Hoy 1341 / Indignación popular por el asesinato de Mariano Ferreyra

El miércoles 20 una patota al servicio de los jerarcas sindicales de la Unión Ferroviaria atacó a balazos a trabajadores tercerizados de la línea Roca que intentaban hacer un corte de vías en reclamo de la reincorporación de despedidos.
En este ataque fue muerto Mariano Ferreyra, joven de 23 años, y Elsa Rodríguez, de 56, se encuentra luchando por su vida herida de un balazo en la cabeza. Ambos son militantes del Partido Obrero, y se encontraban solidarizándose con los trabajadores.

El miércoles 20 una patota al servicio de los jerarcas sindicales de la Unión Ferroviaria atacó a balazos a trabajadores tercerizados de la línea Roca que intentaban hacer un corte de vías en reclamo de la reincorporación de despedidos.
En este ataque fue muerto Mariano Ferreyra, joven de 23 años, y Elsa Rodríguez, de 56, se encuentra luchando por su vida herida de un balazo en la cabeza. Ambos son militantes del Partido Obrero, y se encontraban solidarizándose con los trabajadores.
Cuando se conoció la noticia, una ola de indignación y bronca conmovió al pueblo argentino. Rápidamente se convocaron paros, marchas, cortes de ruta. Así los trabajadores del subte paralizaron el servicio durante una hora, desde la CTA se convocaba a un paro, y en varias empresas y lugares de trabajo la bronca se transformó en fuerza, parando las actividades. El paro se hizo sentir en el Astillero Río Santiago, en Kraft, entre los docentes universitarios, entre los ferroviarios del Sarmiento y el Belgrano Norte, entre otros.
A pocas horas de conocidos los hechos, centenares de manifestantes se convocaban en el centro porteño, y un vasto arco de fuerzas políticas, estudiantiles, sindicales y sociales coordinaban las acciones.
Los trabajadores tercerizados dieron detalles del ataque y de la lucha que mantienen desde hace varios meses, con infructuosas presentaciones al Ministerio de Trabajo y la Secretaría de Transporte. Con el correr de las horas se conocían los nombres de los jefes de la patota, jerarcas sindicales que responden a José Pedraza, el sindicalista-empresario que dirige la Unión Ferroviaria, sostenido hoy por el gobierno K (ver aparte) y con viejos negocios con el empresario K Taselli, quien fuera concesionario del Roca.
El repudio y la exigencia de castigo a los culpables se extendió a todo el país, y volvió a mostrar las reservas democráticas de nuestro pueblo. Las marchas y actos fueron masivos en Rosario, Córdoba y La Plata.
El asesinato de Mariano Ferreyra se suma a la larga lista de muertos en protestas sociales durante el kirchnerismo. Los jujeños Ibáñez y Cuellar en el 2003, Fuentealba en el 2007, los jóvenes asesinados en Bariloche este año, y Ferreyra ahora tienen el denominador común de haber sido muertos por luchar contra distintos aspectos de esta política. Ayer por las balas de las fuerzas represivas, hoy por la “mano de obra” al servicio de los jerarcas sindicales que sostienen a este gobierno antipopular.
La lucha por el castigo a los responsables materiales y políticos de estos crímenes va a crecer, de la mano de los combates del movimiento obrero y popular.

A Plaza de Mayo
Cerca de 60.000 personas marcharon hasta Plaza de Mayo. A las grandes columnas de las diferentes organizaciones, que confluyendo unitariamente cubrían varias cuadras de la calle Corrientes, se le sumaron miles de personas que salieron a la calle a repudiar este brutal ataque. La bronca era mayor porque al momento de la marcha, casi 24 horas después de los hechos, no se tenía el nombre de ningún responsable, y el gobierno, por boca de la presidenta y sus espadachines mediáticos, se dedicaba a tratar de tirar la pelota para otro lado. Trataron, y tratan, de ocultar la vinculación de este gobierno con las patotas y los barras de algunos clubes, donde es común que se alojen delegaciones del interior que vienen a actos oficiales.
La CCC y el PCR marcharon en la columna de la CTA, que por sí sola sumaba miles de manifestantes. En una Plaza de Mayo colmada, se leyó el comunicado conjunto que, firmado por decenas de organizaciones (ver completo en Internet) denuncia la responsabilidad del gobierno nacional en el accionar de la Policía Federal al dejar zona liberada a la patota, enmarca el crimen “en una escalada que se expresa en el procesamiento de luchadores y activistas obreros e inclusive en la existencia de presos políticos del campo popular”, y exigen: “No debe haber impunidad, por eso nos movilizamos unitaria y solidariamente mañana. Juicio, castigo y cárcel a los responsables y cómplices de este asesinato”. n