El jueves 18/02/2016 a las 20 hs. en el salón de la Plaza de las Colonias en Cerrito se realizó una segunda asamblea de tamberos, esta vez con la participación de más de 200 participantes (el doble que las veces anteriores), superando todas las expectativas y marcando la magnitud de la catástrofe económica que vive el sector de los pequeños y medianos tambos en nuestra provincia.
El jueves 18/02/2016 a las 20 hs. en el salón de la Plaza de las Colonias en Cerrito se realizó una segunda asamblea de tamberos, esta vez con la participación de más de 200 participantes (el doble que las veces anteriores), superando todas las expectativas y marcando la magnitud de la catástrofe económica que vive el sector de los pequeños y medianos tambos en nuestra provincia.
Estuvieron presentes: Sanmartino, secretario de Lechería de la Nación y director de la revista Infortambo.com donde declara “Sin duda que los productores están perdiendo un $1 por litro por día por vaca, nadie duda de eso”. Y habló sobre el aumento de las escalas de producción para mantenerse. En respuesta, un tambero de la Coop. Campo Unido de Hernandarias de 45 hectáreas dijo: “Este va hacer lechería para Estados Unidos, no para la Argentina porque acá no hay ni un tambo del tamaño que él quiere”.
El jefe de gabinete de Agroindustria Willy Bernaudo dijo que venía a poner la cara y la gente le contestó que había que poner plata “1,20 por litro” y no la cara.
“Estamos aquí para recibir la respuesta al pedido de la asamblea anterior, en la cual pedimos 1,20 por litro para 100 días, para agregar a los $2,35 que hoy se cobra, y llegar a $3,80 o 4 que necesitamos para no perder. Nuestro costo de producción, dicho por el INTA y calculado por nosotros, ronda 3,87 a 4,20, dependiendo del tipo de tambo que tengamos. El secretario Sanmartino dijo que esto era “imposible” por el costo fiscal y la herencia recibida.
Reclamos y propuestas
Juan Echeverría dirigente de FAA y miembro de la Coop. Campo Unido le planteó a Sanmartino que le pidan a las 13 cerealeras beneficiadas con la transferencia de ganancias generadas por la devaluación y la quita de retenciones de 5 mil millones de dólares; que anticipen una parte del impuesto a las ganancias que deberían pagar el próximo año del 35%, o sea 1.750 millones de dólares. Con el 8%, o sea 140 millones de dólares alcanza para 1,20 para todos los tambos de menos de 300 litros, y sobra para los minitambos y tambos industria que en muchos casos fueron empujados a la marginalidad y a los cuales no podemos dejar “una vez más” por fuera de la ayuda.
Don Beltramino de Hasemkamp, 38 años en la actividad, le preguntó a los funcionarios si sabían que el gobierno cobra más por litro de leche que los productores. Ya que el IVA de un sachet que sale 14 pesos promedio por 21% de IVA, es igual a $2,94 por litro (de todos los litros de leche vendidos en góndola) y nosotros cobramos 2,35 igual que en diciembre de 2013. ¡Saquen de ahí 1,20 por litro y salven a los pequeños tamberos que vivimos en el campo! y piensen en sacar el IVA a la leche, ¡alimento básico de nuestros gurises!
El ingeniero agrónomo Balla -hijo de tamberos que sacan leche desde hace 51 años, porque comenzaron ayudando a sus padres cuando tenían 12 años-, presentó un trabajo donde muestra la desaparición de más de 20.000 tambos del año 90 a hoy; es decir, dos por día. Si seguimos así, en diez años quedarán 3.000 tambos (lo que quería Moreno, y hoy Sanmartino). Mostró también cómo los tambos más chicos, a los que nos pagan hoy 2,20 a 2,60, transferimos a los más grandes: hoy hay noticias que Serenísima paga ya hasta 3,20 o 3,60 a los megatambos de 25.000 litros para arriba. “Nos sacan a los chicos para darle a los grandes”, dijo. Desde ahí propuso un precio mínimo sostén para los pequeños y medianos tamberos.
Nada fue escuchado por los funcionarios, ni por los dirigentes presentes. La insensibilidad de Sanmartino y su idolatría del mercado, clásico de un oligarca que nada de lo que está abajo le importa, hizo que la gente se vaya yendo muy enojada y amargada. “Tendremos que vender y perder nuestros campos e irnos a poner un kiosco algún lado” comentaban algunos, mientras otros decían: “vamos autoconvocarnos y organizarnos para dar la pelea por el salvataje de 1,20, hasta poder discutir la participación de un tercio del precio de la leche en góndola y el precio mínimo sostén”.
Desazón, bronca, abandonar o seguir. Luchar pero ¿cómo, si los dirigentes no acompañan? Autoconvocarnos fue la respuesta. No tenemos ni para viajar. ¿Recurrir a los legisladores provinciales? Comentarios que van desde la mucha bronca hasta las ganas de pelear. Mientras, Sanmartino se pasea por el país ofreciendo créditos bancarios como soluciones, cuando la crisis es estructural y ya no da para más.
No es que los tamberos no entiendan la herencia K, sino que le piden ayudas para llegar hasta julio como Sanmartino plantea. Que les den una ayuda mucho más chica que las que les dio el gobierno a los bancos, cerealeras, petroleras, mineras, etc. Pero como dice el refrán, no hay más sordo que el que no quiere oír.
