El viernes 2, en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, convocado por el PCR de la Capital Federal, se realizó una charla sobre las experiencias de lucha por la tierra en el Parque Indoamericano (Capital Federal) y en Libertador (Jujuy), y contó con la disertación de Luciano Nardulli y Kike Mosquera.
El viernes 2, en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, convocado por el PCR de la Capital Federal, se realizó una charla sobre las experiencias de lucha por la tierra en el Parque Indoamericano (Capital Federal) y en Libertador (Jujuy), y contó con la disertación de Luciano Nardulli y Kike Mosquera.
La charla contó con la presencia de varios estudiantes de esa Facultad y otras de Buenos Aires, ocupantes del Indoamericano, dos compañeras de la fábrica Renacer, etc., y otros tantos que se acercaron para escuchar las conmovedoras experiencias que relataron en primera persona los compañeros Nardulli y Mosquera.
La presentación de la charla estuvo a cargo de Gustavo Funes, coordinador del PCR de la Capital Federal, quien recordó que la actividad se realiza en el marco de los diez años del Argentinazo “que protagonizó nuestro pueblo y que marcó un camino en la lucha por la liberación nacional y social de nuestro país, y que nosotros a diez años seguimos reivindicando” su validez y que es muy importante realizar esta actividad con la experiencia de lucha de los compañeros de Indoamericano y Libertador. Planteó un homenaje a todos los compañeros que cayeron en esas luchas que mostraron que “la lucha por la tierra cuesta sangre”.
Recordó que ese día el PCR y la CCC fueron a la Casa del Chaco, en solidaridad y para que no desalojen a las 21 familias que ocupan el predio de 1.000 hectáreas en esa provincia.
Luego, Luciano Nardulli, dirigente de la CCC de Villa Soldati relató cómo fue particularmente la experiencia de Indoamericano, donde la gente sin organización previa, pero movida por la propia necesidad de vivienda, decidió ocupar ese predio que era un terreno baldío abandonado por el gobierno de la Ciudad. Planteó que hay que tener en cuenta que en la Capital y en los centros urbanos, fueron desplazando toda la concentración de la producción hacia la Panamericana y lugares alejados, apuntando a una visión estratégica. “Las clases dominantes también han aprendido”, planteó Nardulli: “No pueden permitir que a pocos minutos de la Plaza de Mayo se concentre gente que está privada de todo, que está excluida del trabajo, que está con trabajo precario, temporario, excluidos de la salud”.
Nardulli relató además la historia de las villas de Buenos Aires de “ocupar, construir y resistir”, y que “el problema no es de quienes vienen a vender su fuerza de trabajo sino aquellos que usufructúan nuestra fuerza de trabajo, nuestras riquezas, nuestros minerales, nuestra energía, nuestra agua, nuestra vida.”
A su turno, Kike Mosquera arrancó su exposición agradeciendo a todos los presentes en nombre de los compañeros de Libertador de Jujuy, por la solidaridad y acompañamiento de las organizaciones sociales y políticas que brindaron su apoyo con la lucha del pueblo de Libertador.
Mosquera en su exposición planteó que la lucha que le arrancó 65 hectáreas al monopolio de Ledesma “ha sido planificada durante años”. Relató desde la experiencia de lucha del pueblo de Libertador, la pueblada del 97, la primera “toma de tierras en el 2008” casi “silenciosa”, por el temor que había en el pueblo y el control que ejerce la empresa Ledesma. Hasta aquel día en que los compañeros, dirigidos por la CCC “pasaron la tranquera, violando la soberanía de la propiedad privada”.
Mosquera resaltó como fundamental el papel de los obreros de Ledesma a travésde su sindicato recuperado, que desató la lucha por sus reivindicaciones y se solidarizó con la ocupación, en la que también participaron y combatieron obreros de Ledesma.
Buena parte de la exposición, la dedicó para relatar la feroz represión y asesinato de los cuatro compañeros, y cómo la policía estaba bajo las órdenes de la seguridad de Ledesma S.A. Y detalló el rol protagónico que tuvieron las mujeres y la solidaridad del pueblo durante la jornada en la que pretendieron desalojar el predio.
Para finalizar señaló la necesidad de terminar con esas dos montañas que oprimen a nuestro pueblo, como son la dependencia y el latifundio terrateniente.