La delegación estuvo compuesta por “Chiche” Perelman, conocido dirigente nacional del PCR, compañeros de la JCR y de la Juventud de la CCC jujeñas y de la ATC (Asociación de Trabajadores Campesinos) de la provincia de Jujuy.
En las actividades organizadas por la Fundación Che Guevara de Bolivia participaron delegaciones de partidos y organizaciones de toda Latinoamérica y del resto del mundo como Bolivia, Chile, Brasil, Colombia, Paraguay, Uruguay, Venezuela, Cuba, México, España, Italia, Dinamarca, Inglaterra, Francia y Argentina (por nuestro país estuvieron también la FJC, Luis D´Elía (FTV), Madres de Plaza de Mayo, Barrios de Pie, y jóvenes Buenos Aires, Tucumán, entre otras provincias).
Las actividades centrales se desarrollaron en Vallegrande —ciudad perteneciente al departamento de Santa Cruz de la Sierra— y en La Higuera. Consistieron en dos actos, el primero durante la noche del domingo 7 en La Higuera, poblado que 40 años después sigue en las mismas condiciones de pobreza, sin luz eléctrica. Desde 1967 su fisonomía se modifica los octubres de cada año. Aquí se realizó el primer acto con la presencia de miles de personas; duró toda la noche entre discursos y cantos. Estuvieron presentes en el palco el embajador de Cuba, Rafael Dausá Céspedes; el ex compañero del Che en la guerrilla boliviana Leonardo Tamayo, conocido como Urbano; delegados de los alfabetizadores, médicos cubanos, el ministro de minería Alberto Echazú, entre otros representantes del gobierno boliviano.
A la mañana siguiente visitamos la escuelita, último lugar donde el Che estuvo vivo, ahora convertida en un museo, con recuerdos propios y ofrendas que dejan los visitantes. A la salida, en el costado izquierdo de la puerta, se encuentra una pequeña leyenda escrita por los lugareños: “de aquí salió un hombre hacia la eternidad”.
El acto central
El lunes 8 se realizó el acto central en el Mausoleo del Che en Vallegrande. Participaron el presidente de Bolivia Evo Morales, sus ministros Alberto Echazú (Minería), Alfredo Rada (Gobierno) y el vocero Alex Contreras. Sobre el palco lo recibió el titular de la Fundación Che Guevara, “Chato” Peredo, y el embajador de Cuba, Rafael Dausá Céspedes. El acto comenzó con discursos de representantes del Movimiento Sin Tierra de Brasil, los ex guerrilleros cubanos Rogelio Acevedo y Leonardo “Urbano” Tamayo, entonaron unos acordes los cantautores Viglietti y Failú, además de Peredo y el embajador cubano. Finalmente cerró el acto Evo Morales, con un encendido discurso resaltando las cualidades revolucionarias del Che. “Esta clase de eventos nos permiten comprometernos mucho más en esta lucha por la dignidad, por la igualdad, como Che luchó por la igualdad y la justicia”.
En medio de un fuerte viento que hacía flamear las banderas resaltó: “este viento tan fuerte, veloz e imparable, así será la revolución democrática: imparable en Latinoamérica, hasta acabar con el sistema capitalista”.
“Latinoamérica debe vivir con dignidad, con honestidad, con transparencia y en libertad. Latinoamérica no puede ser el patio trasero del imperialismo norteamericano, no puede estar sometida al saqueo de los recursos naturales”, afirmó. Finalmente cerró augurando: “estoy segurísimo que habrá algunos comentarios de repudio, resistencia de mi presencia, pero no tengo por qué ocultar, somos guevaristas, humanistas, revolucionarios”.
Estos homenajes provocaron la reacción de algunos sectores, como el de los militares. Paralelamente al acto en Vallegrande, las Fuerzas Armadas de Bolivia hicieron un homenaje a los caídos que lucharon contra la guerrilla en Ñancahuazú, y criticaron a Evo Morales por no participar, sacando solicitadas en los medios de comunicación.
Consecuente hasta su último momento
El viaje fue una gran experiencia: el recorrido para llegar, las conversaciones con los lugareños, las relaciones con partidos y organizaciones de todo el mundo, los reportajes para medios de Colombia y Brasil, conocer su cultura, la pobreza en una zona tan rica, lo contradictorio de hacer el recorrido de la “Ruta del Che”, que hace 40 años era el camino que llevaría a Bolivia hacia su independencia, y hoy es un paseo turístico. Visitar la lavandería del hospital de Vallegrande lugar donde expusieron al Che y donde se toman las fotografías en las que su cuerpo sin vida yace sobre un lavadero, la morgue donde le cortaron las manos, o la escuelita en La Higuera donde con gran entereza el Che le dijo a su verdugo: “usted va a matar un hombre, póngase firme y apunte bien”.
El Che no fue ni va a ser, como los revisionistas quieren hacernos creer, “un poeta, aventurero y fanfarrón”. El Che fue un comunista revolucionario que pregonaba con la palabra y el hacer: dijo que la única manera de destruir la explotación del hombre por el hombre es con la lucha armada, y fue consecuente con su pensamiento hasta su último momento. ¡Hasta la victoria siempre!
