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05 de agosto de 2015

Hace pocos días la Federación Nacional Campesina del Paraguay conmemoró, con actos en todo el país, el primer aniversario del fallecimiento de las hermanitas Adela (tres años de edad) y Adelaida (seis meses), víctimas de las fumigaciones de campos realizadas por terratenientes.

Che kuerái (estoy harto)

La FNC de Paraguay exige justicia por niñas muertas en fumigaciones de campos

Teodolina Villalba, secretaria general de la Federación Nacional Campesina (FNC), planteó en el acto central en el Asentamiento Huber Duré, fustigando a los terratenientes “Porque a ellos no les importa nuestro país, no les importa envenenarnos, expulsarnos de nuestros asentamientos, no les importa lo que nos pase: hay cientos de comunidades, escuelas y asentamientos vacíos por la expulsión en nuestro país porque los agroexportadores solo piensan en cómo ganar más dinero, cómo van a agrandar más sus latifundios: ellos no piensan en los seres humanos. Ellos solo piensan en sus bolsillos, compañeros y compañeras. Y por eso nosotros empezamos la lucha en resistencia contra este modelo de producción, porque entendemos que si esto no se cambia en nuestro país muchos más van a morir, muchos más están en peligro como Adela y Adelaida, en todas nuestras familias, a nivel nacional.
“Por eso nosotros denunciamos y resistimos. Nos paramos frente a los policías, nos paramos frente a los militares: nos reprimen, nos encarcelan, tenemos heridos, pero igualmente permanecemos de pie, compañeras y compañeros. Por eso en este día especial recordamos a Adela y Adelaida, porque la lucha de la Federación Nacional Campesina es la lucha por el desarrollo nacional: contra esta política de Estado que va matando a nuestros compatriotas, que va matando a nuestros hijos, a nuestras hijas y que va haciendo desaparecer comunidades. Y todo eso duele tanto, compañeras y compañeros. Duele que nuestros hijos mueran en nuestros brazos. Duele que nuestra familia tenga que emigrar a otro país, buscando trabajo para sustentar y dar de comer a sus hijos.
“Cartes dice que en nuestro país existe crecimiento económico, y ese crecimiento está solo en bolsillos de los sojeros. El campesinado hoy no puede vender su producción, no puede desarrollarse, es fumigado, es presionado y amenazado para que deje su comunidad para ir a integrar el cordón de la miseria alrededor de las ciudades. Por eso, con esto que ocurre en nuestro país quiero decir que lo que sueña y por lo que lucha la Federación Nacional Campesina es por cambiar esta política”. 
 
Transformar esta política de entrega
El padre de las niñas, Benito Álvarez, planteó “Hablo con dolor porque me aprieta el corazón” y dijo que las autoridades “hasta hoy ni siquiera vinieron a mirar lo que sucede aquí. Al entrar al asentamiento se puede ver que hay camino en mal estado, si llegamos al puesto de salud solo encontramos unas pocas novalginas. Y el fiscal del Medio Ambiente había dicho: mañana mismo voy a ir a hacer la investigación allá (el latifundio sojero colindante al núcleo del asentamiento donde ocurrieron las muertes. Huber Duré está rodeado de sojales)… nosotros sabemos las consecuencias que las semillas de transgénicos y el envenenamiento van dejando en nuestro país. Hoy la mandioca que producimos en este asentamiento no la podemos vender porque los grandes empresarios agarraron totalmente el mercado, solo ellos colocan su producción y para los pequeños productores no hay nada”.
Marcial Gómez, secretario general adjunto de la Federación Nacional Campesina (FNC), por su parte afirmó “la lucha nos da fortaleza, tanto para el campesinado, para nuestra organización, para el pueblo que no está sometido a este modelo de entrega, de saqueo, de corrupción, de la mafia organizada, para ir mostrando camino a la gente en nuestro país, cuál es el camino que tenemos que recorrer juntos los diferentes sectores que no estamos involucrados en esta política de saqueo, de manera de caminar juntos por ese camino para ir construyendo un país, que saque de la miseria a la que nos lleva esta política hambreadora que cada vez más va empobreciendo a la mayoría de nuestro pueblo, de manera a desarrollar un modelo económico de provecho para el desarrollo nacional y para vivir con dignidad y con felicidad en nuestro país.
“En el departamento de Caaguazú, hoy se cumplen cinco días de carpas, en diferentes distritos, que hicieron nuestras compañeras y compañeros. Carpas de debate, de evaluación, de militancia, de propaganda, como dicen los letreros ‘Che Kuerái’: estoy harto de las mentiras electorales, estoy harto de la falta de salud, estoy harto de la falta de caminos, estoy harto de la falta de precio para la producción. Esa consigna están difundiendo los compañeros y compañeras en los distritos y las comunidades.
“En esta coyuntura tenemos que ir fortaleciendo esta alianza del campesinado, de los profesionales, intelectuales, gente que vive en la ciudad, para hacer frente a este Gobierno al que desde el primer momento caracterizamos como peligroso, con su nuevo rumbo… 
“Vamos a seguir exigiendo con firmeza que renuncie Cartes, que renuncie toda su línea sucesoria y que se instale una Junta Patriótica en nuestro país, porque ellos no tienen capacidad de transformar esta política de entrega y, sobre todo, de la mafia organizada que está empotrada en el poder, compañeras y compañeros”, finalizó Marcial Gómez.