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15 de mayo de 2014

Escribe Amancay Ardura

 

Cinco razones para derogar la Ley 23.551 de Asociaciones Profesionales

Por  qué es imprescindible que la clase obrera -con su lucha- logre derogar la ley 23.551 (Ley de Asociaciones Profesionales).
 
En primer lugar, porque necesita tener una posición y una política independiente del estado y los patrones, en la Argentina oprimida y dependiente. 

Por  qué es imprescindible que la clase obrera -con su lucha- logre derogar la ley 23.551 (Ley de Asociaciones Profesionales).
 
En primer lugar, porque necesita tener una posición y una política independiente del estado y los patrones, en la Argentina oprimida y dependiente. 
Ese estado y las patronales son hege-monizadas  por los monopolios imperialistas y los banqueros y terratenientes, que están en continua disputa entre si, pero descargan la crisis ,la explotación y la opresión sobre la clase obrera en su conjunto , ocupados, jubilados y desocupados.La Ley actual subordina toda la estructura sindical al Poder Ejecutivo nacional, decidiendo el Ministerio de Trabajo -a través del otorgamiento de personería o no- qué dirigentes gremiales participan y deciden en las paritarias. Por lo tanto se tiene sujetos, en mayor o menor medida, a la mayoría de los sindicalistas a la política del estado y de los patrones.
 
En segundo lugar, porque la clase obrera necesita la unidad más profunda en una política independiente. Y para unir junto a ella a todos los sectores populares para no pagar la crisis, no retroceder en lo que han conquistado con duras y largas luchas , y enfrentar hoy la inflación y la devaluación. Y para forjar con la lucha una salida popular con su hegemonía, hacia un nuevo proyecto de país que refunde la república, terminando con este podrido estado oligárquico y corrupto , que garantiza la dependencia y el latifundio, la más brutal barbarie contra el pueblo, junto con el hambre la pobreza, la inseguridad, el narcotráfico, y la super-explotación.
La ley 23551 está en profunda crisis y la estructura sindical sumamente dividida: 5 centrales, más de 12 federaciones nacionales divididas en dos, 1500 gremios con personería, otros 1500 con inscripción gremial reconocida y otros tantos sin inscripción gremial reconocida. Los cambios en la producción -han surgido nuevas ramas por los avances tecnológicos-, la tercerización , el trabajo en negro , los contratos basuras, la precarización, las privatizaciones, el aumento de la superexplotación y -por sobre todas las cosas- una continua y persistente lucha desde abajo en largos y duros conflictos, ha puesto en crisis las estructuras de los jerarcas empresarios, atados al estado en muchos gremios. Este sistema sindical, bajo la tutela del Ejecutivo nacional,  es el instrumento para la división. La lucha desde abajo y la confluencia, con un programa, es el instrumento de la unión de la clase.
 
En tercer lugar, porque el poder de la clase obrera para llevar adelante sus tareas en la lucha económica , política , social e ideológica reside en la fortaleza de sus discusiones y decisiones democráticas que se generan a partir de la sección, en los lugares de trabajo, y de la existencia de delegados de sección revocables por la base , en la fortaleza de los cuerpos de delegados y el mandato de sus secciones , hacia la asamblea general y las decisiones de ésta hacia las directivas. 
Hoy no son las asambleas y los cuerpos de delegados de los lugares de trabajo, ni de las ramas, la autoridad de la estructura sindical , sino el ministro de trabajo. Y en la discusión de paritarias y de la política de la clase, 4 o 5 jerarcas deciden por centenares de miles de trabajadores de base qué se reclama. La muestra más clara es que sólo el 13 % de los lugares de trabajo tienen delegados, lugares de gran concentración de la industria y sectores del estado. 
Los trabajadores imponen su autoridad en donde luchan duramente. Y que la mayoría de la clase no tenga delegados es el fruto de la actual ley sindical. Debe invertirse totalmente quién es la autoridad, para garantizar la democracia más profunda. Hoy la estructura es tan limitada, que se exigen más condiciones para ser delegado o directivo que para ser candidato a presidente o diputado. El poder de los cuerpos de delegados en la historia del sindicalismo argentino han quedado claros en la resistencia peronista, en la lucha contra las dictaduras, en el histórico cordobazo, en la ri-quísima historia de lucha de la clase obrera argentina, en la lucha de los desocupados desde el cutralcazo y del movimiento piquetero de los últimos 14 años.
 
En cuarto lugar porque la disputa entre sectores de las clases dominantes y la propia crisis del sistema sindical abrió la puerta a tres fallos de la Corte suprema , fallos que no cambian lo de fondo sobre quien es la autoridad, pero que habilitan la elección de delegado afiliados a un sindicato simplemente inscripto y el fuero sindical del mismo, y, el último que otorga derecho a representación paritaria a un gremio simplemente inscripto. 
Esto puso en jaque a la cúpula sindical, y ha abierto  la puerta  al más amplio debate de masas sobre la organización de la clase obrera. Más cuando el estado argentino no cumple con las resoluciones de la OIT,  particularmente con la 83 de libertad sindical y sigue siendo intimado año a año a cumplirla. 
Otras son las condiciones de hace treinta años, cuando se derrotó la reaccionaria ley MUCCI , impulsada por las patronales a la salida de la dictadura, y el gobierno alfonsinista quería debilitar el peso que la clase obrera  se había ganado como principal protagonista en la lucha antidictatorial,
Hoy , como pasó en el 2001.  los peores jerarcas empresarios son una de las reservas para sostener el régimen oligárquico y su estado corrupto. Por eso se disponen a defender a capa y espada la ley 23551,  como están haciendo los “gordos” y otros colaboracionistas del gobierno K.. Aunque estén alineados con Cristina o con Massa tienen acordado con el Gobierno un nuevo decreto reglamentario de la 23551 , que cambie algo para no cambiar nada. No quieren bajo ninguna forma que este debate vaya al Congreso. En esto se concentran los defensores de la gobernabilidad. Lo que quieren es cuidar lo "conquistado"… por las patronales que “la juntaron con pala”.
Facundo Moyano -con el aval de  de un sector minoritario  de la CGT que dirige su padre- ha hecho una propuesta que  se basa en cuatro principio principales. El primero de ellos es el de la elección directa de los consejos directivos de las asociaciones sindicales de primer grado. El segundo es la disposición del nombramiento de la Junta Electoral ex-clusivamente por parte del máximo órgano deliberativo. El terceros es la exclusión definitiva de los requisitos prescriptivos para conformar listas. El cuarto, está vinculado con la accesibilidad de los padrones de afiliados. 
NO cambia lo de fondo, retoca algunos temas muy groseros. En un proyecto que cambie lo de fondo, sus propuestas podrían ser discutibles y atendibles..
 
En quinto lugar, porque un sector im-portante -como la CTA encabezada por Micheli- cambió de fondo su posición sobre el sistema sindical y ha propuesto un proyecto de Ley de derogación de la 23551 y un sistema sindical donde la autoridad no sea el Ministerio de trabajo , con lo cual acordamos, y propone un sistema libre supervisado por la justicia laboral. (desde ya ,esta no es ninguna garantía de progresismo). Propone un sistema más libre y democrático basado centralmente en darle fuerza a los gremios simplemente inscriptos, igualando el poder de las directivas para la negociación paritaria proponiendo la proporcionalidad, aunque propone la figura del sindicato más representativo y para la elección de delegados.  Pero aún es una propuesta limitada y sujeta a discusión en cuanto al cambio radical de quién debe ser la autoridad: si la sección, el cuerpo de delegados y el congreso de delegados de la rama, o un mecanismo de votación de todos los obreros de la rama para decidir el gremio más representativo y la elección de paritarios, o la coordinación inter rama de los delegados de lugares de trabajo de un mismo monopolio,. o las comisiones directivas y sobre si los primeros son sólo deliberativos y de consulta,  o resolutivos.
Acordamos en librar la batalla por la derogación,  uniendo todo lo susceptible de ser unido contra el gobierno y los gordos que pretenden mantener todo como está.
A la vez,  discrepamos con la propuesta del proyecto en el articulo 23 , que propone la representación con proporcionalidad en la paritaria de los gremios existentes en la rama. Esta propuesta no resuelve el problema de quién resuelve en la rama reconociendo el gremio mas representativo y a la vez uniendo todo en la rama. Solo la organización gremial de rama constituida por todos los delegados de lugares de trabajo puede ser la autoridad en las paritarias,  o un mecanismo de elección y voto de los trabajadores de la rama  que decidan todo ,también  en las decisiones sobre obra social. Por lo tanto, en la discusión con el proyecto CTA tenemos propuesta para resolver el tema. Defendemos el gremio más representativo, defendemos la existencia  y la obligatoria unidad  de todos los gremios y colectivos en la rama. Pero, por sobre todas las cosas, defendemos la unidad de la rama desde la fuerza de los cuerpos de delegados, donde libremente podrá haber delegados afiliados al gremio más representativo, delegados de gremios menores, y por supuesto de colectivos gremiales , pero todos unidos en los lugares de trabajo y en la rama. Serán la autoridad que decide., no pueden ser órganos deliberativos solamente, como propone el proyecto del CTA. Proponemos un sistema sindical que una todos los afluentes de la clase obrera ocupados, desocupados y jubilados y peleamos por la unidad desde abajo de toda la clase obrera hacia una central unitaria. Independiente del estado y los patrones.
 
Hoy, en la ofensiva de discusión  que debemos tener los comunistas revolucionarios hacia toda la clase obrera en sus tres afluentes y particularmente en los grandes centros de concentración de la ciudad y el campo, debemos llevar adelante  esta enorme batalla política por derogar la ley 23551, que debemos librar contra los argumentos de los kirch-neristas y los colaboracionistas, como así mismo con los conciliadores que argumentan la defensa de la gobernabilidad. Propa-gandizando de manera conjunta los argu-mentos por los cuales se debe desatar la lucha y peleando por encabezarla para no seguir pagando la crisis; contra la inflación y la devaluación; por 8500$ de sueldo mínimo vital para todos los afluentes en la zona central,  en el camino de la canasta familiar digna que hoy llega a 13.500$ para el inicial en el inicio de la discusión de paritarias. 
Debemos llevar bien claro cada propuesta y cada argumento. Mucho más cuando se está montando la maniobra de sacar un decreto reglamentario nuevo de la ley 23551, en acuerdo con Cristina, para cambiar algo y que no cambie nada de fondo. Debemos derrotar esta maniobra y exigir un debate profundo y amplio en todo el país y en el Congreso, al que no quieren ir en esta discusión., Se animan a discutir la propuesta del reaccionario nuevo Código Civil y Comercial , pero temen por una nueva ley sindical . 
Debemos crear urgentemente talleres de debate y análisis y estudio de la ley, de nuestra propuesta y la de la CTA y también la que propone Facundo Moyano. Y organizar desde allí la propaganda intensa y la propuesta de confluencia con todas las fuerzas sindicales,  para arrancar desde abajo el paro nacional multisectorial que la realidad exige para poder torcerle el brazo a la política del gobierno de Cristina.
 
16 de marzo de 2014.