La segunda ola de coronavirus llegó a la provincia con un claro foco en Bariloche. El altísimo índice de contagios -con 271 confirmados y 1695 activos en 24 horas- sumado a la falta de recursos sanitarios para dar respuesta, mostraron la catástrofe en la que estamos inmersos los rionegrinos.
El sistema de salud ya colapsó en las terapias intensivas de Bariloche y Roca donde la ocupación de camas llegó al 100% esta semana. El 90% de los pacientes internados son casos de Covid-19 (en terapia del hospital de Bariloche) y el 60% en el hospital de Roca. El promedio de edad de los internados cambió y ahora ronda los 50 años: cada vez son más jóvenes. Es la primera vez desde el inicio de la pandemia que Bariloche se queda sin camas. En Roca, otra vez no hay espacio para atender pacientes.
El panorama es dinámico, pero la situación actual en los hospitales y centros privados de las dos ciudades más grandes de la provincia presagian un escenario aún más dramático si el gobierno de Arabela Carreras no toma medidas rápidas, contundentes y efectivas.
A cuatro meses del inicio de la campaña de vacunación, solo se colocaron dosis al 30% de la población objetivo. Los que se vacunarán en esta primera etapa son 209.000 personas, es decir, un tercio de la población total. Todavía falta mucho y buena parte de la población de riesgo aún no recibió ninguna dosis. Si bien dependemos de la llegada de vacunas desde Nación, hay críticas por el manejo de la campaña a nivel provincial respecto a los criterios de llamado arbitrarios y la falta de celeridad.
Por otro lado, la lucha de los trabajadores/as de salud por salarios dignos y condiciones de trabajo, muestra que desde el inicio de la pandemia, la salud sigue estando en segundo plano en Río Negro. Mientras el personal de salud puso todo su esfuerzo en la primera línea de batalla y mantuvo en pie la atención médica del pueblo; el gobierno ofreció salarios cada vez más recortados por la inflación y jornadas de trabajo cada vez más largas. En resumen: ofreció más ajuste.
Ante el agravamiento de casos, la gobernadora Carreras achaca el problema sobre las responsabilidades individuales y repite hasta el cansancio que “no vamos a afectar la actividad económica”, pero entendemos que justamente, para no hacerlo, debe ser el Estado el que destine más presupuesto y más fondos públicos para afrontar esta crisis sin precedentes. Y debe ser el primero en esforzarse por fortalecer el sistema de salud.
Por todo esto proponemos un camino para avanzar:
1) Más presupuesto para camas, respiradores y recursos de Salud, que siguen siendo insuficientes. Es necesario profundizar en medidas para preservar la salud, controles y sumar políticas de prevención de contagios.
2) Aumentar recursos y agilizar vacunas por parte del Ejecutivo. Que el gobierno provincial sea parte de la pelea por una vacuna nacional íntegramente desarrollada y producida en el país, para no depender de un puñado de países imperialistas que mandan a cuentagotas o chantajean dando vacunas a cambio de recursos estratégicos.
3) Más presupuesto para políticas integrales que atiendan la emergencia económica, habitacional y alimentaria que estamos viviendo tanto pequeños y medianos comerciantes, como trabajadores ocupados, desocupados, jubilados, estudiantes y el conjunto del pueblo.
4) Los fondos para hacer reales estas políticas deben salir no solo de las arcas provinciales sino también de los sectores económicos que tuvieron ganancias extraordinarias en la pandemia, a través de un «Impuesto a las Grandes Fortunas», como se sancionó a nivel nacional y que aún no se aplicó.
5) Comités de emergencia locales y barriales con participación popular. No hay salida sin el protagonismo de las mayorías. Tiene que ser el conjunto de los rionegrinos el que protagonice las decisiones y el cuidado para combatir definitivamente la pandemia.
Por último, necesitamos que el gobierno de JSRN actúe en beneficio de las mayorías y no de un puñado de empresarios y monopolios del turismo, exportadores frutícolas y empresas de hidrocarburos que tienen el poder en la provincia y que no dejaron de producir y cosechar fortunas en la pandemia.
Mientras Patagonian Fruit exporta toneladas de fruta, muchos estudiantes se quedan sin refrigerio en las escuelas, y mientras Joseph Lewis goza de exenciones impositivas en El Bolsón, en los hospitales públicos faltan camas.
Hoy N° 1862 05/05/2021