El esfuerzo fue muy grande tanto nacional como zonalmente. Incluso los presupuestos se fueron agrandando mientras nos acercábamos a la fecha, y en la medida que el acierto político de haberlo convocado, y el entusiasmo que generó llenar el Luna Park, se trasformó en el desborde del mismo.
De inicio supimos tanto nacional como zonalmente que los gastos iban a ser elevados. Esto hizo que tomáramos el desafío económico con audacia. La rebelión agraria, el debate contra el modelo K y la lucha política contra su plan, dieron certeza que desbordaríamos el Luna Park; simultáneamente se incrementaron aun más los gastos. En base al gran acierto de su convocatoria, fue que pudimos con gran esfuerzo y múltiples y sostenidas iniciativas, juntar los fondos, nacionalmente para los gastos centrales y en las zonas para los micros.
Hubo camaradas que participaron de la idea del acto, y que inmediatamente convocado por el Comité Central, hicieron contribuciones individuales muy grandes, lo que fue un apoyo en sí mismo y contribuyó a despertar el entusiasmo y la audacia en el terreno económico. En las comisiones se fue generalizando el esfuerzo, con resultados exitosos, aunque desparejos.
En las zonas fue importante plantearse desde enero el presupuesto de los micros, estuvieron las que organizaron rifas masivas a sortear en marzo, que les permitió armonizar mejor la recaudación, y otras que juntaron sus fondos sobre el limite del tiempo, logrando autosostener una cantidad de micros muy grande que garantizaron el éxito.
El esfuerzo para el acto fue simultáneo con el sostenimiento de los presupuestos ordinarios, las cotizaciones regulares y el sistema de porcentajes.
02 de octubre de 2010