El 12 de junio, después de estar internada varios días en el Hospital Paroissien producto de un ACV falleció la compañera Marisa Morales. El hecho se produjo cuando ella estaba cocinando en la olla popular que se hace los lunes, miércoles y viernes en el Centro Cultural “Nada es Imposible” de la CCC, en Isidro Casanova.
Marisa había ingresado al movimiento de desocupados y precarizados en el 2008 en el Barrio San José y en los últimos años participaba en el Barrio San Carlos, donde cumplía tareas de seguridad y desde que comenzó la pandemia del Covid-19 estaba en la olla, donde era un pilar de la misma.
Marisa entendía que había que estar al frente del combate en la emergencia sanitaria y alimentaria en este momento, por eso se involucró en el trabajo de la olla con pasión y alegría en el cumplimiento de esa tarea. Como una compañera buena, dulce y siempre con una sonrisa, la definen los compañeros/as que compartían las tareas con ella y servicial e incondicional a nuestra organización, como los miles que están a lo ancho y largo del país sosteniendo las ollas y merenderos, ponía el cuerpo con entrega y dedicación.
Por su permanente alegría, seguramente le gustará, allí donde esté, que la recordemos como dijo el héroe comunista Julius Fucik, en medio de las mazmorras del nazismo, “hemos vivido para la alegría; por la alegría hemos ido al combate y por ella morimos. Que la tristeza jamás vaya unida a nuestro nombre”. Compañera Marisa, ejemplo de servicio al pueblo ¡Presente, hasta la victoria siempre!
Hoy N° 1820 24/06/2020
