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12 de abril de 2017

Con la educación ¡No!

Universidad de Lomas de Zamora contra el recorte.

En la Facultad de Ciencias Sociales de la UNLZ los estudiantes arrancamos el año al igual que en resto del país sufriendo distintas situaciones, particularmente para cursar el cuatrimestre, ya que la fecha de inscripción a las materias, era muy acotado, solo del 20 al 23 de marzo. Durante los días previos una gran parte de los estudiantes circulamos por la Facultad para realizar trámites, las razones variaban pero, principalmente, era por errores del nuevo sistema de inscripción. 
Ante toda la burocracia a la cual debimos enfrentarnos, recibimos la noticia de que todos los que hicimos el trámite de reincorporación, después del 22 de febrero no íbamos a poder cursar el primer cuatrimestre, sino que tendríamos que esperar hasta julio para comenzar nuestras clases. En la UNLZ todos los estudiantes que no rinden dos exámenes finales por año deben realizar este trámite para poder seguir cursando. Muchos estudiantes se encontraron el día 20 con que no se podían inscribir por esta situación. Perder la mitad del año es una locura y nos perjudica muchísimo, no sólo se atrasa la carrera sino que no se podrían cursar las materias anuales. 
El ánimo de los estudiantes estaba caldeado, la Facultad no había notificado de la nueva normativa que iba a aplicar, la presidencia del Centro de Estudiantes no hizo nada más que anotar algunos nombres de estudiantes perjudicados, sumado al maltrato verbal de algunos miembros del personal administrativo. 
Grave situación vivimos los estudiantes, que igual en la mayoría del pueblo sufrimos el ajuste del gobierno de Macri, lo cual nos obliga a programar nuestra carrera según nuestro bolsillo, por lo que la bronca era aún mayor. Muchos volcaban su descontento por las redes sociales y un pequeño grupo se organizó por las redes para movilizarse a la Facultad a hablar con los directivos, a su vez se convocó a que todos los estudiantes participaran también. El 21 de marzo los estudiantes, entre los que se encontraban tres compañeros de la CEPA, se reunieron en la Facultad, fue un grupo reducido y la única agrupación presente fue la CEPA. 
Al recibir diversas respuestas de distintos administrativos se tuvo una larga charla con el secretario del decano (Mariotto), quien nos informó que podríamos cursar, los que nos encontrábamos ahí. No nos conformamos con eso, todos los que estábamos reunidos convinimos en que no era justo que solo nosotros pudiéramos cursar, mientras todos los demás quedarían afuera. Se subió a las redes lo conseguido, pedimos a los estudiantes que nos enviaran sus datos para tener una lista con todos los perjudicados y se convocó a una movilización para el jueves 23. La respuesta fue sorpresiva, comenzaron a llegar muchísimos mensajes, los compañeros nos pasaban sus datos y se comprometían a ir, lo difundían y circulaba la información. El jueves nos encontramos aproximadamente 50 estudiantes, esta vez miembros de todas las agrupaciones de la Facultad estaban presentes, todos quisieron hacerse protagonistas de esta lucha, pero no pudieron. La Facultad envió al ex decano para hablar con nosotros. Los estudiantes se hicieron escuchar, y se nos pidió que algunos nos sentáramos a dialogar. 
 
Conquistas
Se logró la incorporación a la cursada de todos los estudiantes que habían quedado afuera (aproximadamente 500, aunque con la condición de que tuvieran al menos tres materias aprobadas en la carrera), y la apertura de un nuevo día para que puedan anotarse todos los que no habían podido asistir ese día o antes. ¡Con la unión pudimos torcerles el brazo a las autoridades para que ningún estudiante quede fuera de las aulas este cuatrimestre! Al menos no por este inconveniente administrativo. Esta experiencia nos dejó mucho que aprender. Todavía hay mucho que cambiar, casos puntuales a contener tales como: enfermedad, violencia de género, trabajo o hijos no son tomados en cuenta. Pero se ha sentado un gran precedente, los estudiantes nos movilizamos, tomamos los problemas en nuestras manos y lo consiguimos. La CEPA fue parte de esa lucha. Una vez más en la UNLZ volvimos a levantar la bandera que llevamos a nivel nacional ¡Universidad pública! ¡Ni del gobierno, ni de las autoridades, de los estudiantes!