Noticias

02 de octubre de 2010

Estuvimos en el campamento central de la Quinta División del Ejercito de Liberación del Pueblo (ELP) de Nepal, en el distrito de Rolpa, en las montañas de la precordillera del Himalaya. Estas son algunas de las opiniones de su comandante Sharad.

Con los maoístas de Nepal

Hoy1242 / En las estribaciones de los montes del Himalaya

La integración (del EPL con el ex Ejército Real, para la formación de un nuevo Ejército) es una suerte de slogan para afuera, pero internamente no pensamos que sea posible por el momento porque debe haber algunos cambios políticos o debe haber un cierto progreso político para eso. La integración tiene dos aspectos. Uno es que en la formación del nuevo Nepal, en orden a formar un nuevo Ejército, el viejo Ejército debe ser integrado en uno nuevo. El otro es que los revolucionarios pueden perder en la construcción del nuevo Ejército.
Partimos de que el nuevo Ejército debe ser formado de acuerdo a los deseos del pueblo: un nuevo Ejército debe ser encontrado de acuerdo con el nuevo Nepal. Así, en este proceso estamos viendo dos realidades.
Por un lado, que en Nepal hubo 250 años de un régimen, el régimen Rana, que todavía existe en el país: la estructura no ha sido cambiada y tampoco la cadena de mandos.
Por otro lado, hemos visto que la mayoría, un 90% de los componentes de ese Ejército, son hijos del pueblo, de lo más oprimido del pueblo, que pueden entender y trabajar a favor del pueblo. La gente que sirve en el Ejército proviene en un 90% del pueblo oprimido; solo el 10% restante proviene de las clases dominantes, que son los que rigen al 90%.
Nosotros queremos sobreponer ese 90% que provienen de familias humildes, al 10% que manda, y éste es el punto adonde hemos llegado. Si los reaccionarios tratan de contragolpear, la base del Ejército no será favorable a ellos. En eso podemos ver la oportunidad de que el llamado Ejército Real de Nepal y la mentalidad de sus miembros pueda ser cambiada en el sentido del nuevo Nepal.
Este es uno de los caminos por el que podemos avisorar una victoria sin ir a nuevos enfrentamientos armados, a la guerra civil.

Nuevos desafíos, nuevas oportunidades
En nuestro entendimiento la revolución tiene dos partes. Una de ellas es la parte de la guerra; la otra parte es que la guerra no puede limitarse a la guerra misma, puede haber mesas de negociaciones u otras formas políticas que debemos utilizar para avanzar en la revolución. Lo que nosotros hemos entendido es que no puede usarse la fuerza todo el tiempo: hemos entendido cuándo usar la fuerza y cuándo no usarla. Por supuesto, lo primero es tener la fuerza y después saber usarla.
En general, desde el punto de vista militar podemos entender que a veces tenemos que avanzar y a veces tenemos que retroceder; que avanzando a veces tenemos que retroceder y retrocediendo a veces tenemos que avanzar. La conclusión es ganar la guerra. Sabemos cuánto poder tenemos, y si bien sabemos que estamos cerca de derrotarlos, sabemos lo poderoso que son los enemigos.
Así ahora estamos en un proceso de paz, y cualquiera sea la forma en que siga este proceso, es necesario entender que interna e internacionalmente los imperialistas están tratando de intervenir para abortar este proceso. Observando de afuera podría decirse incluso que estamos perdiendo, pero si lo vemos desde otro punto de vista tenemos nuestro propio primer ministro y estamos en mejores condiciones que antes para afrontar las conspiraciones de los que trabajan para el imperialismo norteamericano u otros imperialismos.
Ustedes habrán apreciado que hay un debate no solo afuera sino también internamente sobre cómo seguir en este proceso, lo que es lógico aunque los enemigos traten de usarlo para dividirnos y hacer abortar el proceso.
No tenemos nada de qué arrepentirnos de lo que hicimos en el pasado, pero en el presente contexto tenemos que ver cómo es mejor avanzar y cuál es la parte que nos toca, porque lo que todos queremos es seguir adelante con la revolución.
Nuestros debates tienen que ver con los desafíos y las oportunidades que tenemos para avanzar hacia la revolución democrática popular y el comunismo en el nuevo contexto del siglo XXI, ateniéndonos a “los tres sí y los tres no” y aplicando el método de unidad, lucha y transformación.
La revolución no ha terminado todavía, así que nosotros estamos discutiendo cómo completar la revolución. Ahora estamos en el gobierno, liderando un gobierno compartido, y estamos viendo cómo continuar la revolución.
Este es el mensaje que queremos darle a todos los camaradas, que esperamos tener éxito en completar la revolución. Y estamos muy agradecidos de tener el apoyo de todos los comunistas del mundo como ustedes; sentimos que no estamos peleando solos.