“No me escondo del reclutamiento. No quemo banderas. No me escapo a Canadá. Me quedo aquí. ¿Quieres mandarme a la cárcel? Bien, adelante. He estado en la cárcel 400 años. Puedo estar otros cuatro o cinco más, pero no voy a ir a 10.000 millas para ayudar a asesinar y matar a otros pobres. Si quiero morir, moriré aquí, ahora, luchando contra ti, si quiero morir. Tú eres mi enemigo, no los chinos, no los Vietcong, no los japoneses. Tú eres quien se opone a mí cuando quiero libertad. Tú eres quien se opone a mí cuando quiero justicia. Tú eres quien se opone a mi cuando quiero igualdad. ¿Quieres que vaya a algún sitio y que luche por ti? Ni siquiera aquí en América defiendes mis derechos y mis creencias. Ni siquiera me defiendes aquí en casa”.
Muhammad Ali.