La conferencia está siendo preparada por un comité de iniciadoras integrado por mujeres de diferentes países. Por Venezuela integra este comité la Agrupación de Mujeres Ana Soto, y otros nucleamientos de mujeres venezolanas se han ido incorporando a la preparación.
La conferencia está siendo preparada por un comité de iniciadoras integrado por mujeres de diferentes países. Por Venezuela integra este comité la Agrupación de Mujeres Ana Soto, y otros nucleamientos de mujeres venezolanas se han ido incorporando a la preparación.
La conferencia discutirá un amplio temario, en un momento en que la crisis económica afecta la situación de los pueblos en todo el mundo y en particular la de las mujeres que sufren una doble opresión. Habrá además actividades culturales y culminará con una marcha en ocasión del día internacional de la mujer.
Es una oportunidad para conocer las realidades de las luchas de la mujer en el mundo y en particular intercambiar con las compañeras latinoamericanas, en el marco de la conmemoración del bicentenario en muchos de nuestros países.
Comité de inipociadoras de la Argentina
A continuación transcribimos la convocatoria del Comité de iniciadoras de la Argentina.
En coincidencia con el Bicentenario de la Independencia de la mayoría de nuestras naciones se realizará la Conferencia Internacional de Mujeres – Caracas, Venezuela del 4 al 9 de marzo de 2011. Será un espacio donde podremos conocer mejor las experiencias de mujeres de todo el mundo, intercambiar vivencias, aspiraciones y sufrimientos.
También reflexionaremos sobre los avances y retrocesos en las luchas por nuestras reivindicaciones y emancipación junto a la de nuestros pueblos, contra la opresión imperialista y por la segunda y definitiva independencia. Grandes luchas populares recorren América Latina en las que las mujeres hemos jugado un rol importante. En Argentina partimos de la experiencia que nos dan más de 25 años de Encuentros Nacionales, con una participación democrática, horizontal, respetuosa de los diferentes procesos y experiencias.
Compartimos con nuestras hermanas latinoamericanas una historia común en la guerra contra el colonialismo y tenemos ejemplos extraordinarios de heroínas que dejando de lado los prejuicios de su tiempo, participaron activamente en la lucha emancipadora. Micaela Bastidas, Bartolina Sisa, Juana Azurduy, Macacha Güemes, Manuela Saenz y miles de luchadoras anónimas que entregaron hasta sus vidas, son algunos de los ejemplos en que debemos mirarnos y que alumbran nuestro camino.
En Argentina, en la figura de Azucena Villaflor, rendimos homenaje a la histórica lucha de las Madres contra la dictadura. Esta lucha fue el modelo que después seguirían muchos movimientos de mujeres en defensa de sus hijos.
Las mujeres defendieron los campos de los pequeños y medianos chacareros que iban a remate y lograron frenar muchos de ellos. Estuvimos y estamos en primera fila en la batalla contra el hambre y la desocupación, en las luchas de los pueblos originarios y contra la carestía. Por el no pago de la deuda externa ilegítima y fraudulenta que nos hunde más en la pobreza. Por más presupuesto para educación y salud públicas y gratuitas, que otrora fueran verdadero orgullo nacional y por acceso a la vivienda. Contra el saqueo del petróleo, gas y minería y contra las industrias contaminantes como en Gualeguaychú con la pastera Botnia.
La crisis económica mundial castiga duramente a los trabajadores y a los pueblos, pero estos la enfrentan de diferentes formas. En América Latina queremos que la paguen los que la causaron: las potencias imperialistas y sus socios nativos. Para eso las mujeres también desplegamos toda nuestra fuerza en dar batalla contra los despidos, los bajos salarios y las malas condiciones de trabajo. La lucha de Kraft-Terrabussi, iniciada por las mujeres por las condiciones de la guardería durante la epidemia de gripe A, ante la respuesta patronal de despidos indiscriminados, se convirtió en ejemplo de la defensa de los puestos de trabajo.
En nuestro país, la política del gobierno kirchnerista ha profundizado la miseria y empeorado las condiciones de vida de nuestras familias. La lucha de igual salario por igual trabajo es todavía una conquista pendiente. Se agravan las situaciones de violencia, los golpes y el maltrato. Aumentan las ofertas para que muchas vayamos a parar a la prostitución y miles de jóvenes a través de engaños y secuestros pasen a ser parte del negocio de la trata de personas. Por falta de educación sexual en las escuelas, la entrega de anticonceptivos gratuitos en hospitales y legalización del aborto se incrementan los embarazos adolescentes y embarazos no deseados y mueren por año cientos de mujeres pobres por abortos clandestinos. Todo esto forma parte de la discriminación social que sufren las mujeres más pobres.
En este camino es muy importante poder reunirnos con nuestras hermanas latinoamericanas y mujeres provenientes de otros continentes, para aprender unas de otras, reflexionar sobre lo ya hecho y sobre cómo seguir para avanzar hacia nuestra emancipación que está estrechamente ligada a la verdadera liberación de nuestros pueblos.
