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02 de octubre de 2010

Conferencia Nacional del PCR

18 y 19 de noviembre de 2006

I/

El Comité Central convocó a esta Conferencia para discutir acerca de nuestra posición para las elecciones del 2007. Cuando la convocamos se habían acelerado los tiempos electorales. Kirchner había realizado el acto del 25 de mayo, acto que fue, en la práctica, el lanzamiento de su reelección y toda la política nacional giraba en torno a este hecho (elecciones a constituyentes y proyectos de re-reelección en Misiones, Jujuy, Corrientes, Buenos Aires, entre otras provincias).Pero los acontecimientos últimos, particularmente la derrota del kirchnerismo en las elecciones a Constituyentes en Misiones, han producido un cambio brusco en la situación. Aún no está claro si Kirchner irá por la reelección o Cristina Kirchner será la candidata del oficialismo. La situación electoral se ha complicado en la provincia de Buenos Aires con la renuncia a la candidatura de Solá, y en otras provincias incluida la Capital Federal. Por lo que el CC entiende que no conviene adelantar una posición electoral aunque sí debemos discutir a fondo este tema, que impregna toda la situación política a escala nacional y local, y analizar el conjunto de la situación política.

 

Acerca de nuestra participación en las elecciones

Nosotros no nos oponemos, por principio, a participar en las elecciones. No somos anarquistas. Somos comunistas. Hay experiencias históricas, como la de España en 1936, que demuestran que, en ocasiones, las elecciones pueden servir para abrir un período revolucionario. Como ha sucedido con las elecciones que llevaron a Chávez al gobierno en Venezuela, o a Morales en Bolivia. En este caso la elección de Evo fue posterior al proceso insurreccional del 2003, que volteó a dos presidentes, pero, por diversas razones, no hubo una fuerza que pudiese transformar esas insurrecciones en insurrecciones triunfantes y las fuerzas revolucionarias debieron confluir en el acto electoral.Nosotros participamos del FREJUPO. Siempre entendimos que fue correcto hacerlo. Veníamos de 13 paros generales contra Alfonsín. Había surgido una corriente nacionalista, antiyanqui y antirrusa, heterogénea pero en general antilanussista (el lanussismo seguía controlando el Ejército), corriente que luego fue dispersada, y habíamos construido un frente único electoral (el FREJUPO) con un programa bastante avanzado, que planteaba medidas progresistas en el terreno nacional, agrario y democrático. Después, en una situación internacional muy compleja por la caída del Muro de Berlín y el colapso de la URSS, vino la traición del sector de burguesía (la capa superior de la burguesía nacional) que expresaba Menem y tuvimos el largo período de retroceso de inicios de los noventa. Entonces participamos en el Frente del Sur, un frente único con fuerzas de izquierda y, posteriormente, participamos en varias elecciones nacionales y locales, con el PTP o en frentes. En cuanto a lo que observamos en América Latina, las fuerzas reformistas señalan que el camino electoral es el único camino posible para los revolucionarios en la actualidad. No estamos de acuerdo con esta tesis, que ha defendido Fidel Castro. Consideramos antes, y seguimos considerándolo hoy, que el camino de tratar de conquistar electoral o parlamentariamente el gobierno para desde allí conquistar el poder es un camino de derrota. Entendemos que Chávez intenta, desde el gobierno, quebrar y destruir el viejo poder. Somos solidarios con el proceso bolivariano. Pero ¿podrá Chávez lograr ese objetivo? En Venezuela no existe, hasta ahora, una central obrera revolucionaria. Existen corrientes en el movimiento obrero que se proclaman partidarias de la revolución. Tampoco hay un partido revolucionario que dirija el proceso y proliferan teóricos revisionistas del marxismo, como Heinz Dieterich, teóricos del llamado “socialismo del siglo XXI”, socialismo sin dictadura del proletariado, que pretenden influir en el proceso venezolano. No hay en Venezuela un partido dirigente de la revolución. Existen, sí, varios partidos que se reclaman partidarios de la revolución bolivariana. Existe un fuerte peso contrarrevolucionario en los medios de difusión masiva y no está definida la lucha por el control de las Fuerzas Armadas. Hay, sin embargo, condiciones muy favorables para poder destruir el viejo Estado de las clases dominantes venezolanas, lo que, desde ya, costará muchos sacrificios a la clase obrera y el pueblo venezolano que enfrenta la agresión permanente del imperialismo yanqui y la oligarquía nativa.Tanto en Venezuela, como en Bolivia, entendemos que fue correcta la participación de las fuerzas revolucionarias en las elecciones que llevaron a Chávez y a Morales al gobierno, luego del fracaso de los alzamientos insurreccionales que hubo en los dos países, siempre y cuando se pugne, desde allí, por abrir camino a un proceso revolucionario que, desde ya, no será pacífico, independientemente de lo que piensen sus protagonistas, porque el imperialismo yanqui y las clases dominantes locales no lo permitirán, como se advierte ya con claridad en ambos países. También fuerzas reformistas nos presionan políticamente con la utilidad del llamado “voto ladrillo” (ir apilando “ladrillos”, acumulando cargos en las instituciones parlamentarias que ahora algunos revisionistas llaman “espacios de poder”). Nosotros nos oponemos al camino parlamentario, que ha demostrado, largamente, su inutilidad revolucionaria. En nuestro caso ese camino se intentó recorrer desde 1904, cuando Alfredo Palacios ganó la primera diputación de un partido obrero en América Latina. Diez años después el socialismo tenía varios concejales y diputados, y al poco tiempo aún más, hasta que se dio el golpe de 1930 y tuvieron que empezar a contar de nuevo: un concejal, un diputado, etc., hasta que se produjo el golpe de Estado de 1943. Para entonces ya se habían deslizado, dulcemente, por el tobogán del reformismo y habían renunciado hacía mucho a la revolución.Al mismo tiempo, si es que vamos a la abstención y al voto en blanco o nulo, tenemos que impedir que nuestra posición esconda un insurreccionalismo verbal, espontaneísta. La abstención o el voto en blanco y nulo debe ser levadura de un trabajo revolucionario en las masas y no una forma de esconder el economicismo.Se planteó en el CC -y también es tema de debate- que en el Partido ha ido creciendo una idea que identifica la subsistencia de las brasas del Argentinazo con el voto bronca, siendo que no siempre puede ser así. Pueden subsistir las brasas del Argentinazo y ser correcto participar con candidatos en elecciones, si esa participación permite ayudar a crear condiciones para acercar el triunfo revolucionario. No es lo mismo una situación revolucionaria objetiva, que bordeó una situación revolucionaria directa, como la que tuvimos en el 2001, y la situación actual. El Argentinazo fue precedido por una elección donde hubo más de diez millones de “votos bronca” (el doble que en las elecciones anteriores) que preanunció lo que venía. Aunque algunos políticos de izquierda dijeron entonces, equivocadamente, que esos votos bronca demostraban que las masas estaban descreídas y alejadas de la política. En el 2001 se creó una situación revolucionaria objetiva. Ahora no tenemos la misma situación aunque se mantiene el auge de masas y podemos afirmar que las brasas del Argentinazo están encendidas y se mantiene la crisis de hegemonía que generó el Argentinazo. Esta es la situación que debemos considerar.Que en las elecciones anteriores nos hayamos abstenido, o votado nulo o en blanco, no quiere decir que el Partido no participa en la lucha política. En el último período hemos protagonizado acontecimientos muy importantes en la Argentina.El primero de esos acontecimientos ha sido la lucha por justicia y castigo a los responsables de la masacre de Cromagnón. El Partido jugó un gran papel en esa lucha. Desde varios frentes. Y ese movimiento terminó volteando a Ibarra, con lo que dejó a Kirchner en el aire en la Capital; porque Kirchner defendió a ultranza a Ibarra, pese a que la responsabilidad de este último en la masacre de Cromagnón fue evidente. Objetivamente la destitución de Ibarra fue un golpe duro al kirchnerismo y en él tuvo mucho que ver la actividad del Partido y la Juventud en la Capital.Otro hecho político de trascendencia fue el acampe de los desocupados de la CCC en la Plaza de Mayo y la lucha posterior al 20 de agosto del 2005, cuando el gobierno quiso cerrar la Plaza de Mayo a los reclamos populares y el 16 de septiembre se la pudo reabrir con una gran manifestación popular.Otro hecho político que los medios tratan de minimizar ha sido el Encuentro Nacional de Mujeres de Jujuy. Fue un ejemplo de la aplicación de la línea de frente único del Partido y de utilización de las contradicciones entre los de arriba para fortalecer el movimiento popular.Dos hechos políticos que enojaron al presidente fueron que no pudo organizar él ni la conmemoración de la reconquista de las Malvinas ni el Segundo Centenario de la Reconquista de Buenos Aires, y que nuestro Partido, participando de un amplio frente patriótico, fue parte importante de ambas celebraciones.Tampoco pudo Kirchner, en lo que va de su gestión, organizar ni los actos del 24 de marzo, aniversario del golpe dictatorial de 1976, ni los del 20 de diciembre, aniversario del Argentinazo, en los que, junto a más de cien organizaciones de derechos humanos y de izquierda, el Partido ha jugado un importante papel unificador. También hemos sido parte, durante dos años, de la conmemoración clasista, en Plaza de Mayo, del Primero de Mayo.Hemos contribuido a generar un gran movimiento de masas en torno al caso de Romina Tejerina. No planteamos en lo de Romina, centralmente, el tema del aborto, sino la aberración jurídica que protegió al violador y condenó a la víctima, y la situación social que llevó a Romina, como lleva a tantas chicas pobres, a la desesperación al borde de la locura y al drama del asesinato de su hija.El Partido tuvo un papel relevante en las manifestaciones contra la presencia de Bush en el país, en ocasión de su visita a Mar del Plata. Estuvimos a la vanguardia de la denuncia combativa contra el imperialismo yanqui y el hecho fue registrado por la prensa mundial. El Partido, últimamente, participa activamente en el desarrollo de un amplio movimiento por la nacionalización ya del petróleo, el gas y todos los recursos energéticos, por la potestad soberana de la Nación sobre el subsuelo y la reestatización de YPF y Gas del Estado, anulando esas privatizaciones sin indemnización, movimiento que crece día a día a escala nacional y ahora ha empalmado con el movimiento que encabezan los obreros del Astillero Río Santiago en defensa de la industria naval nacional. Este movimiento ataca el centro de la política de Kirchner, porque si a éste se lo quiere definir con dos palabras, de acuerdo a lo que ha hecho durante su gobierno en Santa Cruz y en la Nación, debe llamárselo “un hombre de las petroleras”.El otro acontecimiento político en el que el Partido ha jugado un gran papel ha sido en la lucha por la aparición con vida de Jorge Julio López. Principalmente el Partido y la JCR de La Plata.También hemos jugado un papel importante en las luchas y acontecimientos que volvieron a poner el tema de la tierra y la reforma agraria en el centro del debate político nacional, con las luchas de los originarios en el Noreste y el NOA, en Neuquén y otras provincias; con el Congreso de la Tierra realizado por la FAA a propuesta de Chacareros Federados. Este movimiento tiene ahora el empuje de la Pastoral “Una tierra para todos” de la Conferencia Episcopal Argentina. Ahora tenemos que reforzar nuestra presencia en el movimiento contra la contaminación ambiental, tanto en Gualeguaychú como en el Gran Buenos Aires, en San Juan, Catamarca, Tucumán, Río Negro y otras provincias. El gobierno está muy preocupado por este movimiento. En Gualeguaychú, donde el gobierno nacional se despreocupó por más de dos años de la construcción de las pasteras en Fray Bentos, le preocupan, principalmente, las consecuencias internacionales del movimiento de protesta, al que trata de dividir; y en los otros casos por motivos electorales. Al gobierno no le preocupa la salud del pueblo, ya que en tal caso deberían destinar una gran parte del superávit fiscal a este tema. Una prueba de esta despreocupación es que el gobierno balancea como uno de sus éxitos la radicación de empresas contaminantes, empresas piratas, como la Barrick en San Juan. Le preocupan solamente las consecuencias electorales del problema de la contaminación en lugares como el Gran Buenos Aires, donde tendría que construir cloacas para más de tres millones y medio de personas e invertir miles de millones de pesos en las tareas de descontaminación del área Riachuelo-Reconquista.El problema que tenemos planteado es cómo elevar la lucha de las masas a la lucha política. Cómo plantear a fondo, en las masas, la lucha por el poder. Cómo realizar el reagrupamiento de fuerzas que planteamos de acuerdo con las características de cada provincia, municipio o lugar de trabajo o estudio.Una experiencia que está dando buenos resultados, en esa dirección, son las multisectoriales. Se crean por uno o más puntos y generalmente van incorporando distintos reclamos en sus programas.La Multisectorial creada en La Plata ha jugado un gran papel en la lucha por la aparición con vida de Jorge Julio López. La de Quilmes en la conmemoración de los treinta años de la dictadura y en la defensa de la Escuela de Bellas Artes; en esa zona hay multisectoriales en otras localidades que toman otros problemas. En el barrio de San Cristóbal, en la Capital Federal, la multisectorial que integran los trabajadores del Hospital Francés, del Ramos Mejía, de Bruckman, la Escuela de Psicología Social Pichon-Rivière y la Iglesia barrial, tiene una larga experiencia, desde antes del Argentinazo, en la lucha contra el hambre, en la lucha política y en la solidaridad con las luchas del barrio, como ahora sucede con la lucha del Hospital Francés. Es una experiencia a multiplicar en la Capital Federal. Hay multisectoriales en otras ciudades como la de Corrientes, la de Guemes en Salta, la de Rosario, la de Gral. Roca en Río Negro, la de Gral. Pico en La Pampa, la de Esteban Echeverría y la de Pilar, en el Gran Buenos Aires. La Multisectorial por Memoria, Verdad y Justicia en la Capital Federal, ha jugado un gran papel en la lucha por la aparición con vida de Jorge Julio López y puede ser el centro de los preparativos para conmemorar el quinto aniversario del Argentinazo. 

Las elecciones de Misiones

En las recientes elecciones de Misiones nosotros nos equivocamos. Cuando digo nosotros nos referimos al Comité Central y la Comisión Política del Partido, en primer lugar.Inicialmente los compañeros del Partido de Misiones participaron en las reuniones que terminaron constituyendo el frente por el NO y propusieron incorporar al programa del mismo algunos puntos, entre otros el reclamo por las tierras por las que vienen luchando miles de pequeños agricultores misioneros desde hace tiempo, reclamo en el que hemos coincidido con el obispo Piña y sectores que constituyeron luego el frente de repudio a la reforma rovirista. Esta propuesta nuestra fue rechazada porque se limitó el acuerdo al voto opositor en las elecciones a Constituyente, lo que visto ahora fue correcto, porque permitió un amplísimo frente que derrotó a Kirchner y a Rovira. Simultáneamente el frente por el NO se fue llenado de figuras antipopulares como Puertas, pero esto era inevitable, y no cambiaba el contenido del NO, ya que ninguna de esas figuras era candidato a constituyente.No vimos cómo se fueron volcando las masas al repudio a la reforma re-reeleccionista y no calibramos el impacto nacional que iba a tener la derrota de Rovira-Kirchner en las elecciones misioneras.Nosotros en Salta, en el 2003, participamos en las elecciones a Constituyente y fue correcto hacerlo.Ahora se ha instalado un debate. El gobierno y medios, como el monopolio Clarín, plantean que en Misiones se votó “en defensa de las instituciones”. Que desde aquí se lo golpeó a Kirchner. Es decir: fue un voto de derecha, en defensa de las instituciones del sistema. Pero, en realidad, a Kirchner se lo golpeó desde la izquierda: fue un golpe a la corrupción de esas instituciones, al sistema electoral fraudulento que hace votar a los muertos y entrega documentos falsos para que voten ciudadanos paraguayos en las elecciones nacionales (lo que sucede en todas las elecciones en el Nordeste), a la compra de votos, al reparto de todo tipo de mercaderías para comprar votos. Las masas misioneras demostraron su asco por todo esto.Si tenemos en cuenta que en las elecciones de Misiones hubo un 30,8% de abstenciones y un 1,9% de votos en blanco o nulos (descontando de esto el 15% que se dice que normalmente no vota por enfermedad, edad, etc.) y lo sumamos a los votos por el NO, más de un 70% repudió el proyecto re-reeleccionista de Rovira-Kirchner. Kirchner pretende parecer como “lo nuevo”, como un enemigo de “la vieja política”, pero lo de Misiones lo desnudó como uno de los principales adeptos a esta “vieja” política.Por lo tanto: se lo derrotó por izquierda y nosotros debimos haber votado no. Es la autocrítica que el CC trae aquí para que la considere la Conferencia.

No adelantamos aún una posición electoral para el 2007

Proponemos no adelantar posición para las elecciones del 2007. Solo serviría para contribuir a desunir a las fuerzas populares que deben unirse contra la política kirchnerista.Al mismo tiempo ya debemos ir tomando tareas que nos preparen para las mismas, en las que, cualquiera sea nuestra posición, tenemos que tener una participación activa e intensa. Las elecciones se adelantan en 26 municipios del Chaco (que dirige el PJ) y en Entre Ríos. Nacionalmente estamos trabajando para construir un Foro por la Segunda Independencia para agrupar a fuerzas y dirigentes antiimperialistas y democráticos. Un Foro que tome la lucha por la nacionalización del petróleo, la defensa de la industria nacional, la lucha por el no pago de la deuda externa ilegítima y usuraria, la lucha por la aparición con vida de Julio Jorge López, por la conmemoración del V Aniversario del Argentinazo. Un Foro para el debate y para la acción.Es necesario tener presente que las elecciones del 2007 serán elecciones a presidente y vice; las candidaturas nacionales van a estar en el centro del debate y arrastrarán a las elecciones locales. Para mitad del 2007, o aún antes (se habla incluso de adelantar las elecciones) ya estarán descargando mercadería en los barrios para la compra de votos en la polaridad nacional. Las clases dominantes están montando un escenario con un frente autodenominado de centro-izquierda y otro de centro-derecha y pretenden que las masas tengan que optar entre uno de los dos. El objetivo es terminar definitivamente con las secuelas del Argentinazo, terminar con este régimen de “transición”, como lo denominó Duhalde y acepta Kirchner. Ir a la “reconstitución” del Estado, al reforzamiento del sistema. Cuando Kirchner dice que tomó “un país en llamas” y quiere salir del “infierno” no se refiere solo a la crisis económica posterior a 1998, que se mantiene en el hambre y la miseria que siguen afectando a grandes masas. El “infierno”, para él, es lo que pasó en el 2001 y lo que pasa hoy cuando ante cualquier problema sale la gente y corta las calles y las rutas. En todo el país. Incluso los que han protestado “contra los piqueteros”, practican este método de lucha que es una de las demostraciones más claras de la crisis de hegemonía de las clases dominantes, crisis que quebró la confianza de las masas en las instituciones del sistema.Se está armando también, desde la izquierda, un frente de centro-izquierda motorizado por el Banco Credicoop. Carlos Heller, dirigente del Credicoop y del PC, que es uno de sus armadores, subraya que “no quiere confrontar” con el gobierno. Es un frente que se está armando en la Capital Federal para la primera vuelta de la elección en este distrito con el objetivo de ir, en segunda vuelta, si se va a una polaridad centro izquierda- centro derecha, tanto en la Capital como nacionalmente, al apoyo al centro izquierda kirchnerista. En la provincia de Santa Fe estas fuerzas votarían a Binner, que negocia con Kirchner un acuerdo para tener el apoyo de la Rosada si gana las elecciones provinciales.El panorama electoral se le ha complicado a Kirchner en la Capital Federal, Provincia de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba.Si todo sigue el rumbo actual una presencia electoral de la izquierda en estas condiciones solo tendría un valor testimonial. Tampoco creemos que, en las condiciones actuales, sea posible un frente nacional y popular que derrote al kirchnerismo y lo reemplace para aplicar un programa avanzado.Como la situación política es muy compleja no descartamos cambios futuros y el Partido debe estar alerta tanto nacionalmente como en las provincias y municipios.Trabajamos para unir y reagrupar a las fuerzas populares, patrióticas y democráticas para conquistar un gobierno popular, patriótico y democrático, barrer el Estado de las clases dominantes y abrir el camino a la liberación nacional y social de nuestra patria y nuestro pueblo.Tenemos dos debates: uno táctico sobre las elecciones y otro sobre el rumbo. ¿Qué rumbo peleamos? ¿El electoral, el parlamentario, o el revolucionario? Este es un debate estratégico. Primero fijamos nuestra estrategia y en relación con ella trazamos nuestra táctica. Cuando cometimos errores de derecha, como sucedió en el período inicial del gobierno de Menem, cuando se habían producido cambios internacionales y nacionales que tardamos en comprender, errores de los que luego nos autocriticamos, nuestra táctica se despegó de nuestro rumbo estratégico. Se diluyó nuestra línea insurreccional. Somos un Partido que lucha por la revolución, por el camino de una insurrección triunfante. El Argentinazo nos dejó cuatro tareas pendientes por cuya ausencia no pudo ser un Argentinazo triunfante: el papel de la clase obrera ocupada como vanguardia de la lucha por el poder (en el 2001 un enorme ejército de reserva, una enorme masa de desocupados, paralizaba a la clase obrera ocupada); un centro coordinador que pudiese plantear un gobierno de unidad popular, patriótico y democrático; el apoyo activo de un sector de las Fuerzas Armadas; y mayor fuerza del Partido. Son tareas a realizar que tenemos como guía de nuestro trabajo diario. Con la mira en nuestro objetivo estratégico trataremos de abordar la coyuntura electoral. Si la situación política nos lleva a ir al abstencionismo lo haremos como una forma de lucha política, como un camino que tenga nuestra estrategia revolucionaria como meta y no como un “saludo a la bandera” que esconde un profundo economicismo. Haremos una campaña electoral activa, intensa y profunda. Nosotros ponemos el centro en la lucha de masas, en avivar las brasas del Argentinazo, que están encendidas, como lo demuestran los cortes de ruta de ayer en La Plata por la aparición con vida de Jorge Julio López y los más de veinte cortes que se están produciendo en este mismo momento en la ciudad de Rosario por las consecuencias de la granizada y en la lucha de los petroleros de Neuquén y del Sur. Ponemos el centro allí y en buscar el desborde de las masas a la contención del sistema, y en encontrar las formas para desarrollar organismos de doble poder, como pueden ser organismos de coordinación o algunas multisectoriales que han ido ampliando su programa. Debemos tener presente el corte de rutas, la lucha de calles, y el frente único, el instrumento político que permita generar la consigna de gobierno no solo desde arriba, sino también desde abajo. El ejemplo de Oaxaca, en México, muestra que una lucha sectorial (en este caso los docentes) y una provincia, puede transformarse en el centro de una rebelión y proyectar una posición revolucionaria nacional, como sucedió muchas veces en nuestro país. Si las condiciones actuales se mantienen, teniendo en cuenta que las elecciones serán nacionales, nos inclinamos por la abstención y el voto en blanco o nulo para el 2007, pero planteamos esperar para definir la posición definitiva y hacerla pública. 

 

II/
Situación internacional

Se ha producido un hecho de enorme trascendencia política internacional: la derrota de Bush en las recientes elecciones en los EEUU.Hemos enfrentado 12 años de ofensiva conservadora en los EEUU, posterior a la caída del Muro de Berlín, al colapso de la URSS (a comienzos de los ’90) en donde se había restaurado el capitalismo en 1957; a la restauración capitalista en China en 1978; al gobierno conservador de la Thatcher en Gran Bretaña que barrió las conquistas obreras; al apogeo del llamado posmodernismo que consideró superado y fuera de vigencia al marxismo-leninismo y cantando loas al capitalismo, ahora triunfante a escala “global”, habló del “fin de la historia”. La derrota del neoconservador George W. Bush evidencia que comienzan a soplar otros vientos en el mundo.Los demócratas norteamericanos no plantean terminar con la ocupación de Irak. Plantean cambios en la “orientación de la guerra”, cambios que reconocen que los EEUU están perdiendo la guerra en ese país, pero que no incluyen el retiro de los soldados yanquis de Irak.El resultado electoral en los EEUU va a tener influencia muy importante en los acontecimientos mundiales. Además en la derrota de Bush tuvo un gran peso el electorado latino, lo que va a influir en la orientación sobre América Latina. Los demócratas también tienen muchos demócratas “moderados” adentro, moderados que en realidad son conservadores. Siempre le han dado más importancia a América Latina que los republicanos, por lo que la presión del imperialismo yanqui sobre la región va a crecer. También son más proisraelíes que los republicanos, porque la mayoría de los votantes judíos votan a los demócratas, lo que complicará la política yanqui en el Medio Oriente. Pese a todo esto, las recientes elecciones le han puesto un palo en la rueda a la política agresiva del imperialismo yanqui en su rol de gendarme mundial del imperialismo.Una de las causas principales de este cambio de situación es que los yanquis se han empantanado en la guerra de Irak. En el Encuentro de Partidos y Organizaciones Revolucionarias y Antiimperialistas de América Latina, los participantes, entre ellos nuestro Partido, acordamos respecto de la situación internacional que “los yanquis se han empantanado en Irak, Afganistán y Medio Oriente”. Su política agresiva, expansionista, de tipo fascista, a pesar de la sofisticación del armamento de los invasores y de la desigualdad de medios, ha tropezado con la heroica resistencia de ese pueblo, demostrando, una vez más, la verdad de lo que planteó Mao Tsetung en su momento: “Un país débil puede derrotar a un país poderoso, un país pequeño puede derrotar a un país grande. Siempre que el pueblo del pequeño país ose levantarse en lucha, se atreva a empuñar las armas y tome en sus manos el destino de su propio país, podrá indefectiblemente derrotar la agresión de un país grande”.La agresividad yanqui, que ha cercado con misiles y tropas a Rusia, Irán y China, facilitó que se vaya conformando un eje económico, político y militar de estos tres países. Rusia abastece armas, gas y petróleo a China y ésta proporciona a Rusia su influencia financiera y bienes manufacturados, por lo que sus economías se van complementando. Irán tiene una ubicación geoestratégica (en relación al abastecimiento petrolero yanqui del Golfo Pérsico) que da al trío una fuerza muy grande. El llamado “Grupo de Shanghai”, integrado por China, Rusia, Kazajstán, Uzbekistán, Tayikistán y Kirguizistán, tímida y contradictoriamente, va apareciendo como un agrupamiento crítico de la política expansionista yanqui.El imperialismo yanqui también empujó la agresión fascista de Israel a Palestina y al Líbano, que bombardeó sin piedad a la población civil. Pero la resistencia popular, encabezada por Hezbollah, infligió una dura derrota al Ejército israelí, considerado hasta entonces como “invencible”.Corea del Norte e Irán resisten activamente la prepotencia imperialista que quiere decidir, por sí y a voluntad, quién puede y quién no puede tener armas atómicas. Corea del Norte e Irán hacen lo contrario de lo que hizo la Argentina, que en los noventa, durante la presidencia de Carlos Menem, bajó la cabeza frente a la prepotencia yanqui, paralizó gran parte de su industria atómica y liquidó la posible fabricación de submarinos atómicos y de misiles, pese a la presencia atómica y misilística inglesa en Malvinas.En países como Irán, países dependientes en donde sobreviven fuertes resabios semifeudales, países gobernados por regímenes fundamentalistas islámicos, se produce un entrelazamiento complejo de la contradicción democrática con la nacional. Desde el punto de vista de la lucha internacional de la clase obrera y los pueblos oprimidos contra el imperialismo, la contradicción nacional prevalece sobre la democrática, porque esos pueblos y naciones son parte del frente mundial de la clase obrera y los pueblos oprimidos contra el imperialismo, y la resolución de la contradicción nacional es condición previa para poder resolver la contradicción democrática. Se podría comparar con el caso Malvinas, en donde estando oprimidos por una feroz dictadura militar, el pueblo argentino se unió contra el agresor imperialista.Los pueblos no deben descuidarse frente a la agresividad del imperialismo yanqui. Como bestia herida puede dar zarpazos mortales. Un sector del gobierno de Bush acaba de insistir en la posibilidad de un ataque “preventivo” contra Irán.

 

La situación en América Latina

La resistencia heroica al imperialismo yanqui del pueblo iraquí y otros pueblos del mundo, y las contradicciones interimperialistas han dificultado los planes de Bush para América Latina, en particular la concreción del ALCA (el tratado de libre comercio que reforzaría las cadenas de la opresión de nuestros pueblos) al que se le propinó un duro golpe en la reunión cumbre de Mar del Plata. También han fracasado, hasta ahora, los planes agresivos de Bush, en alianza con las oligarquías nativas, contra el gobierno y el pueblo de Cuba y contra los gobiernos de Chávez y de Evo Morales. El imperialismo yanqui ha contraatacado apoyándose en el gobierno de Uribe en Colombia, en Alan García en Perú, en fuerzas amigas en la región y en el gobierno del PAN en México. Esto en una situación compleja en cada uno de estos países, como lo demuestra la heroica lucha del pueblo de Oaxaca en México, y los serios golpes dados por la guerrilla y el pueblo de Colombia a las fuerzas reaccionarias en este país. La revuelta popular de Oaxaca (larga lucha de los docentes, solidaridad popular, toma de la TV por una manifestación de mujeres y ocupación, ante el desalojo de la TV, de 13 emisoras de radio; creación de la amplísima Asamblea Popular de Oaxaca, modelo que ahora se multiplica en otros Estados mexicanos, resistencia a la represión policial, marcha de centenares de miles a la capital nacional, entre otros hechos) son otra demostración más del auge de luchas de masas que recorre América Latina, y que el nuevo presidente, Calderón, no tendrá una presidencia tranquila en ese país.En América Latina se han profundizado las contradicciones entre diferentes sectores de las clases dominantes, sobre el trasfondo de un recrudecimiento de la disputa interimperialista por el control de nuestros países y de la región. Rusos, chinos y europeos, penetran profundamente en toda América Latina.Todo esto se ha dado junto con un poderoso auge de luchas en América Latina, auge que volteó a gobiernos proimperialistas y oligárquicos en varios países (Ecuador, Argentina, Bolivia, entre otros), frustró numerosos planes reaccionarios, como sucedió con el golpe de Estado contra Chávez en Venezuela o las privatizaciones en Paraguay, y produjo grandes movimientos de masa, como la gigantesca lucha estudiantil y de los mineros en Chile o las luchas de los pueblos originarios que se generalizan en todo el continente, para mencionar solo algunas de ellas. En este auge se han montado, o pretenden montarse, diferentes grupos reformistas, electoralistas y parlamentaristas, grupos apoyados por diferentes imperialismos, en Brasil, Uruguay, Argentina, Chile, entre otros países, grupos ahora denominados “neodesarrollistas”, que han vuelto a replantear la tesis socialdemócrata, revisionista del marxismo, de “tomar el gobierno por el camino electoral, para luego tomar y utilizar el poder” (el viejo y podrido poder estatal de las clases dominantes), línea que tiene décadas de fracaso en nuestros países y ha llevado al triunfo posterior de sangrientas dictaduras y a grandes derramamientos de sangre, como pasó con los gobiernos de Frondizi en Argentina, Goulart en Brasil, Acción Democrática en Venezuela, Velazco Alvarado en Perú, Salvador Allende en Chile, Illía y Cámpora-Perón, en la Argentina, para mencionar solo algunos de ellos. Pero el auge de luchas se sostiene y, como se afirmó en ese Encuentro de Partidos y Organizaciones Revolucionarias y Antiimperialistas de América Latina, en nuestros países “soplan vientos a favor de la revolución”, lo que requiere, como allí se planteó, que nuestros partidos impulsen las luchas de liberación nacional y su elevación a luchas revolucionarias, desarrollen amplias políticas de unidad de las fuerzas revolucionarias con todas las fuerzas que enfrentan al imperialismo, bajo la dirección del proletariado, hagan el debate a fondo sobre la vigencia del marxismo-leninismo y logren el desarrollo de los partidos del proletariado.  

 

III/
Situación política nacional

En los últimos cuatro años la economía argentina fue beneficiada por una coyuntura internacional extremadamente favorable, como se ha visto en muy pocas ocasiones en un siglo. El crecimiento de la economía china e hindú con la incorporación de centenares de millones de personas a las filas de los trabajadores asalariados y a las capas medias, ha provocado un ciclo de elevación del precio internacional de las materias primas y por lo tanto de los principales productos que exporta nuestro país (soja, maíz, trigo, carnes, petróleo, minerales, acero, entre otros). Un viento de popa que, sobre la base de una impresionante devaluación salarial, fundamentalmente de los empleados estatales y la congelación de las jubilaciones y pensiones, permitió a la economía nacional salir del fondo del pozo de la crisis del 2001. La economía nacional tuvo, hasta ahora, 46 meses de crecimiento a altos índices, y el gobierno de Kirchner pudo acumular fondos para pagar la deuda externa (después de beneficiarse dos años con el default) y tener un superávit desconocido en el presupuesto nacional, con el cual compró gobernadores, intendentes y legisladores y fortaleció su base política que era extremadamente débil cuando asumió la presidencia.  

 

¿Viento de popa para la economía nacional ¿hasta cuándo?

El superávit comercial chino es de 500 millones de dólares por día. Como China tiene 400 millones de pobres, en su mayoría campesinos pobres, que ganan menos de un dólar por día, tiene un potencial de 150 millones de posibles obreros actualmente sin ocupación estable, lo que presiona a la baja los salarios en China y en todo el mundo, puesto que las empresas extranjeras gozan de grandes ventajas para establecerse en China. Las reservas del Tesoro chino llegaron al millón de millones de dólares y el imperialismo chino está en plena expansión.Mientras EEUU toma créditos por 3000 millones de dólares por día. ¿Hasta cuándo? Los EEUU son un país que consume más que lo que produce, vive a crédito y utiliza la guerra y la amenaza de guerra como su principal factor de reactivación económica. Esto pese a que el dólar es la moneda de referencia a nivel mundial y ellos manejan la maquinita que los produce, y pese a la utilización, en gran escala, de los enormes avances tecnológicos de la última década, que produjeron un enorme incremento de la productividad por trabajador, en medio de la flexibilización, una superexplotación brutal, una caída mundial de los salarios y la liquidación de innumerables conquistas de los trabajadores. Los yanquis, con un gigantesco presupuesto de guerra, se endeudan cada día más. El mundo se pregunta ¿hasta cuándo? Últimamente se ha registrado una desaceleración de la economía norteamericana. Algunos expertos consideran que podrá hacer un aterrizaje suave mientras otros advierten sobre sus peligros. Y se ha pinchado la burbuja inmobiliaria.Otra pregunta inquietante para nosotros es hasta cuándo durará el ciclo de alza mundial del precio de las materias primas. Mientras las economías asiáticas que han empujado este ciclo sigan creciendo pareciera no haber problemas. Pero el ciclo terminará, más pronto o más tarde. Y la Argentina, con la política de Duhalde y de Kirchner, no lo ha aprovechado para desarrollar ni su mercado interno, ni el crecimiento diversificado de su producción agropecuaria (por el contrario se ha desarrollado la monoproducción sojera), ni la diversificación y modernización industrial. Para beneficiar a los monopolios exportadores tenemos un dólar sobrevaluado, lo que repercute en los precios internos y favorece la carestía de la vida y la inflación, que pese a ser reprimida por el gobierno, no logra ser contenida. La clave para el kirchnerismo es que no haya un estallido social porque éste haría saltar por los aires la contención salarial que es una de las causas de sus “éxitos” en la economía. De allí la política salarial con los estatales y la dureza frente a sus reclamos, como se manifestó en la lucha del hospital Garraham, ante los reclamos docentes en todo el país, y en muchos otros casos, la congelación de jubilaciones y pensiones reducidas por el pago del mínimo a más de dos millones de jubilados y pensionados, y el acuerdo con Moyano para que los aumentos salariales no superasen el 19% en la reciente renovación de convenios. Para impedir ese estallido social el gobierno utiliza a los jerarcas sindicales fieles a las patronales y al Estado, transformados muchos de ellos en prósperos empresarios, y la conciliación de los dirigentes reformistas. Terminados los efectos iniciales de la devaluación se notan las lacras de ésta. En cuanto a la desocupación y los salarios la economía se ha “amesetado”, lo que repercute en una cronificación de la pobreza y la indigencia que afectan a millones de argentinos. Luego de casi cuatro años de crecimiento económico casi la mitad de los trabajadores (46%) está en negro; 14 millones de personas cobraron (en octubre) menos de $410 por mes, cuando la canasta familiar (para cuatro personas) está en $2.300 (incluso más en algunas provincias); 10,17 millones de personas en centros urbanos son pobres y 3,84 millones indigentes (hogares que no cubrieron en septiembre las necesidades básicas según el INDEC). A fines de octubre una familia de 4 personas (hijos de 5 y 8 años) necesitaba ganar $869,34 para no ser pobres y $395,15 para no ser indigentes.El número de desocupados luego de casi cuatro años de recuperación económica, llega a 1.640.000 personas (incluyendo como ocupados a los que reciben subsidios de desocupación y declaran una contraprestación) y más de 1.900.000 de los activos están subocupados (trabajan menos de 35 horas semanales). Todavía los salarios no recuperaron el nivel previo a la crisis y todos los parámetros sociales relacionados con el nivel de vida están por detrás del nivel que tenían en 1998, cuando se desató la crisis. Entre el 2003 y el 2005 creció la desnutrición infantil en el país, incluso en la Capital Federal. Mientras los monopolios petroleros se llevan de la Argentina $42.000 por minuto.  Con una parte del superávit fiscal el gobierno podría universalizar los planes sociales y crear numerosos puestos de trabajo efectivo (con $1.500.000.000 al año podría dar un subsidio a todos los desocupados del Gran Buenos Aires).En tanto el presupuesto para el 2007 presentado por el Poder Ejecutivo prevé en el próximo año pagar $14.686.900.000 de intereses de la deuda externa: un 11,5% más que en 2006. Un balance de tres años de gobiernoHoy, a más de tres años, podemos hacer un balance del gobierno de Kirchner. Dijimos inicialmente que no representaba a sectores de burguesía nacional sino a sectores de burguesía intermediaria de monopolios imperialistas. Los hechos nos han dado razón. Su política muestra a quienes está vinculado y beneficia: las grandes petroleras, principalmente Panamerican (de Brithis, inglesa, y Bridas, rusa) y Repsol-YPF (española); mineras (AngloGold en Santa Cruz, Alumbrera en Catamarca, Barrick y Pascua-Lama en San Juan) que roban descaradamente en sus declaraciones fiscales, pagan regalías miserables desconocidas en el mundo por su baja cantidad, contaminan el ambiente de varias provincias y ya exportan minerales por más valor que las carnes que exporta nuestro país; pesqueras (como Conarpesa) ligadas muchas de ellas al narcotráfico; los grandes laneros, en especial Benetton, que tiene cerca de 1 millón de hectáreas en el país y prácticamente paga migajas en Santa Cruz y Chubut de impuesto inmobiliario; el grupo Eurnequián, grupo tradicional ligado a los rusos, al que el gobierno ha beneficiado con el perdón de una deuda gigantesca y el regalo de la construcción de la ruta Pilar-Pergamino; el grupo financiero manejado por Enrique Esquenazi (Bancos de San Juan, Santa Cruz, Nuevo Banco de Santa Fe, grupo constructor de Petersen y Tiele, etc.) ligado históricamente a los grupos de recursos del viejo PC y a monopolios rusos; Techint, en el que predomina el capital financiero italiano. Techint es la bisagra, junto al grupo de negocios de Kirchner, de los negocios con Venezuela; Aluar, del grupo que manejó el imperialismo ruso desde la década del 70, al que Kirchner le concedió, apenas llegado a la presidencia, la red eléctrica para duplicar la producción y más del 60% del dinero que destinó la Nación, en el 2005, para las exenciones impositivas a grandes empresas. Lo nuevo que llegó con Kirchner al gobierno fue un sector vinculado al imperialismo chino, sector que maneja palancas claves del gobierno nacional a través del secretario de la presidencia, Carlos Zanini. A través del estímulo a las exportaciones sojeras a China (a quién considera su “aliada estratégica”, como repite Kirchner en privado y lo han declarado recientemente Scioli y luego Taiana, en Pekín) Kirchner ha establecido una sólida alianza con el núcleo principal de los terratenientes de la Pampa Húmeda, los productores de soja, hegemónicos en la Sociedad Rural, y los monopolios vinculados a ese cultivo y a la producción de aceite de soja. Ultimamente se ha acelerado la extranjerización de grandes extensiones de tierra (caso Thomkins en Corrientes, George Soros en la Pampa Húmeda, Ted Turner en el sur, entre otros) y numerosas empresas de burguesía tradicional argentina (la cementera Loma Negra, la acería Acindar, la petrolera Petcom, la cervecera Quilmes, el frigorífico Swift, la cooperativa láctea Sancor, entre otras) han caído en manos de monopolios que utilizan a testaferros brasileños. El gobierno de Kirchner no ha hecho absolutamente nada para frenar este traspaso de esas empresas y campos. Simultáneamente el gobierno carece de toda política de apoyo a la pequeña y mediana empresa nacional y al cooperativismo, como demuestra el caso Sancor. Ha quedado de manifiesto que no le interesa en absoluto la industria nacional. Si hace falta otro ejemplo para demostrar esto está el caso de la industria atómica: el gobierno acaba de conceder a la Siemens la construcción de las turbinas para dos usinas. Kirchner no cumplió su promesa de amnistiar a los más de 4000 procesados por las luchas sociales desde los 90. No sólo eso: detuvo a activistas obreros como en Las Heras, procesó a decenas de luchadores y empujó a la justicia a activar causas que persiguen a luchadores sociales, como sucede con los procesos a Mártires López, presidente de la Unión Campesina del Chaco, Liliana Delgado y Esteban Medina, luchadores originarios; a Ana Galmarini y otras dirigentes del Movimiento de Mujeres en Lucha; a Liliana Rodríguez de Gral. Roca, en Río Negro, entre otros. La política de provocar de palabra a los asesinos de la dictadura militar sin ir a fondo contra ellos –como lo acaban de demostrar los diputados del gobierno que dejaron sin quórum, el miércoles 15 de noviembre, la sesión convocada por diputados del ARI para tratar la anulación de los indultos por delitos de lesa humanidad– no sólo es de tiro corto sino que, como lo demuestra el secuestro de Jorge Julio López, se vuelve contra los sectores democráticos. Esto es así porque el aparato estatal de la dictadura está intacto. Torturadores, asesinos, grupos de tarea, jueces, fiscales, funcionarios de esa época, etc. La víbora procesista, por culpa de gobiernos anteriores y del de Kirchner, está viva. Sólo en la policía bonaerense, se supo ahora con motivo del secuestro de López, estaban hasta hace pocas semanas en actividad, más de 9.000 efectivos que habían integrado la Bonaerense en la época de la dictadura y más de 60 que estuvieron en los grupos de torturas en los “chupaderos” de esa época.El gobierno carece de una política para resolver el hambre de tierra de millones de campesinos pobres y medios, principalmente los originarios. Por el contrario: cierra los ojos al crecimiento del latifundio y a la extranjerización de la tierra. Esto cuando por primera vez, en décadas, el problema de la tierra se ha transformado en un tema que está en la agenda política diaria del país, por las luchas de los originarios y los campesinos pobres, por el reclamo de organizaciones como la Federación Agraria Argentina, por movilizaciones como las realizadas contra el grupo Thomkins, y por la publicación por la Conferencia Episcopal Argentina de un trabajo llamado Una tierra para todos que denuncia lo que llama “el fuerte proceso de concentración” de la propiedad rural. La política internacional del gobierno se ha demostrado falsamente antiimperialista. Maltrató a Fidel Castro por un problema que solo compete a la soberanía del gobierno cubano, durante la cumbre de Córdoba. Fue lamentable, desde el punto de vista antiimperialista, la negativa de participación del gobierno argentino en la importantísima reunión de los No Alineados realizada en Cuba, en la que participan plenamente los principales países de nuestro continente y en la que el gobierno argentino concurrió como “observador”. Casi simultáneamente Kirchner hizo gestos de acercamiento a Washington durante su visita a Wall Street. Ahora, el gobierno de Kirchner, con directa injerencia de éste, ha tenido una política rastrera de seguimiento al lobby judío-anglo-yanqui en el caso del atentado a la AMIA al atacar al gobierno de Irán sobre la base de las acusaciones montadas por los servicios secretos judíos y yanquis. El gobierno es el principal responsable de lo sucedido con las pasteras en Uruguay. Entretuvo al pueblo de Gualeguaychú durante dos años mientras el gobierno uruguayo cerraba los acuerdos con las empresas pasteras. Confió sin fundamentos en su amistad con Tabaré Vásquez y creyó que –al margen de las gruesas coimas que hicieron funcionar la instalación de las pasteras en Fray Bentos- iba a poder llegar a acuerdos con el gobierno uruguayo. Fracasó.Cambios en el bloque de las clases dominantes La Argentina es un país dependiente disputado por varias potencias imperialistas. Siempre fue así; disputado primero entre franceses e ingleses; ingleses y alemanes, con participación en la disputa de españoles, belgas, alemanes, etc., hasta que penetraron fuertemente los yanquis y disputaron la hegemonía a los ingleses, con alianzas de los alemanes, españoles, italianos etc., con unos u otros. En los 70, la Argentina, fue uno de los países de América Latina en donde la penetración soviética fue más fuerte.Además Argentina es un país predominantemente agroexportador, en el que no triunfó la revolución democrática y el capitalismo se desarrolló coexistiendo con la oligarquía terrateniente. Junto con Brasil es el país de América Latina en donde el latifundio, de origen histórico precapitalista (es decir: cuyo origen no es el producto del propio desarrollo capitalista), es más extenso.En el Informe del CC del mes de julio de 2006 recordamos la historia de la constitución, en los 90, como resultado de la política que ahora se llama neoliberal, de un bloque de clases dominantes: una “rosca” de monopolios, burguesía intermediaria y terratenientes que hegemoniza el poder y es el blanco a golpear por el movimiento revolucionario y la lucha popular. En ese bloque, el imperialismo yanqui y los terratenientes, la burguesía intermediaria y los monopolios a él ligados, se habían convertido, a inicios de los ’90, en la fuerza hegemónica; en su bastonero, dijimos en su momento. Y recordamos cómo, con el ascenso al gobierno de De la Rúa-Alvarez, como analizó nuestro IX Congreso, las fuerzas prorrusas y proeuropeas que forcejeaban con los yanquis, abrieron una “hendija” en ese bloque, apuntando a terminar con “las relaciones carnales”, el “alineamiento automático” de la política diplomática y militar con los yanquis y, en lo posible, con la convertibilidad, que apoyaban el imperialismo yanqui, las privatizadas, los acreedores internacionales, los importadores y los bancos extranjeros. El fin de la convertibilidad se convirtió en una urgencia con la crisis del 2001, el crecimiento geométrico del endeudamiento externo y la huida de los depósitos bancarios. Como De la Rúa no se atrevió a tomar esta medida, un sector de exportadores y monopolios, gran burguesía y terratenientes endeudados, conspiró para voltear al gobierno de la Alianza. Se le adelantó el pueblo, hambreado, con millones de desocupados, y grandes sectores populares expropiados por la rebaja de sueldos y el “corralito” y el “corralón”, y volteó, por primera vez en la historia argentina, a un gobierno nacional con una revuelta popular, con el Argentinazo. Las fuerzas populares no alcanzaron para coronar en un gobierno de unidad revolucionaria y triunfó el golpe de Alfonsín-Duhalde-Ibarra que colocó a Duhalde en la presidencia de la Nación. Así se produjo un cambio de hegemonía dentro del bloque dominante a favor de grupos prorrusos y proeuropeos (Informe del CC de julio de 2006, pág. 5). Duhalde se vio obligado a colocar a Kirchner en la presidencia (adonde Kirchner llegó con el 16% de los votos válidos, el gobierno más débil desde 1983), pero éste, luego de las elecciones de octubre del 2005, se consideró libre de ataduras con el sector que lo había colocado en el gobierno y produjo cambios que implicaron un nuevo resquebrajamiento en el bloque dominante. Golpeó a los yanquis en la reunión de Mar del Plata; tomó distancia de los rusos (ya los había desairado cuando viajó a China) y pasó a considerar a China su “aliado estratégico” (ver Informe del CC de julio de 2006, pág. 6). China, como todo nuevo imperialismo, al penetrar en países en donde yanquis, rusos y europeos son históricamente muy fuertes, debe abrirse paso a codazos y esto ha traído cambios que se expresaron en hechos políticos que han producido procesos difíciles de entender si se los analiza superficialmente.El gobierno de Kirchner ha hecho una política de zigzag frente al gobierno de Chávez, de Fidel y de Evo Morales, principalmente frente al gobierno de Chávez, de quien ha recibido una importante ayuda con la compra de bonos de la deuda (ayuda que a la vez es un buen negocio para Venezuela). También va y viene con los yanquis. Con motivo de su reciente visita a Wall Street declaró Kirchner: “Este acto representa el retorno de la Argentina al lugar en el mundo que nunca debió haber abandonado” (Kirchner en The Opening Bell, Wal Street, 20/9/06). Después de esta visita, en la que fue homenajeado por la colectividad judía norteamericana, empujó y luego apoyó la provocativa resolución del juez Canicoba Corral contra el gobierno de Irán, resolución sin pruebas, basada –como es público- en un informe del servicio de inteligencia judío Mossad y del servicio yanqui CIA, traído hace años al país por agentes de estos servicios.El hecho es que el gobierno de Kirchner, que maltrató a Bush en Mar del Plata en el 2005, ha sido tratado con enemistad por los yanquis, pese a hacer buenos negocios con algunos monopolios de este origen. También ha sido golpeado por monopolios europeos, en especial franceses, por los intereses monopolistas de ese país que afectó con las tarifas congeladas para las privatizadas, pese a beneficiar a otros monopolios de ese país (como los de la alimentación, Dreyfus, Total, Carrefour, etc.). Y también ha sido golpeado por los rusos (que manejan la editorial Perfil), porque pese a tener buen trato con monopolios rusos ha golpeado intereses de estos, como cuando liquidó, sin discusión, el convenio recién aprobado de exportación de carnes a Rusia para impedir un alza de precios que podía devorar a su gobierno, o cuando maltrató a Putin que lo esperaba en el aeropuerto de Moscú. Ni yanquis ni rusos golpean a Kirchner por ser el de éste un gobierno de burguesía nacional (¡Dios libre a Kirchner de esto porque no ha tomado, como vimos, ninguna medida seria de apoyo a ésta!) sino por contradicciones surgidas porque sus concesiones al principal cliente de nuestros terratenientes, el imperialismo chino, lo han llevado a maniobrar y a afectar intereses de algunos grupos europeos, yanquis y rusos. La candidatura de Lavagna, con el apoyo de Duhalde, Alfonsín y el MID, es la demostración más clara de la resquebrajadura que se ha producido en el sector hegemónico del bloque de clases dominantes. Lavagna es un hombre que viene del riñón del grupo que conformó José Ber Gelbard, cuando los sectores prosoviéticos, con la ayuda de Lanusse, coparon el gobierno de Cámpora primero y de Perón después.Aunque los chinos penetran silenciosamente, sin hacer ruido, como sucede en el comercio minorista de la Capital o en la compra de tierras en el sur, no por eso dejan de ser advertidos por sus rivales, que tropiezan con el hecho de que China es el primer comprador de aceite de soja y el tercer comprador de poroto de soja en un país donde ya se destinan más de 16 millones de hectáreas a la soja.Simultáneamente la política de Kirchner, orientada a golpear en diferentes direcciones para fortalecer un poder extremadamente precario desde su inicio y a aumentar para esto su superávit fiscal, le ha ido generando una fuerte oposición en el campo, en las Fuerzas Armadas, con sectores empresarios, que hasta ahora se le cuadraban en silencio, y con la Iglesia. Los últimos cambios políticos En el plazo de unos dos meses el gobierno ha sido sacudido por acontecimientos que dejaron al desnudo su política. Nos referimos a:*La represión a los trabajadores del Hospital Francés, en donde apareció claro, para millones, una política represiva, patotera, directamente ligada al gobierno y a sus negocios y totalmente indiferente al sufrimiento de los trabajadores y el pueblo.*El secuestro de Jorge Julio López y la respuesta vacilante y contradictoria del gobierno nacional y del de Solá.*Los acontecimientos de San Vicente. Totalmente previsibles pero que mostraron, por un lado, el conocido desapego de Kirchner por Perón, y, por otro, a la conocida mafia que maneja los principales sindicatos y terminaron por fracturar a la CGT, que era el principal apoyo del gobierno para su política de mantener los salarios deprimidos y contener el estallido social. *Las elecciones de Misiones que voltearon la reelección de Rovira y propinaron un serio golpe a los proyectos electorales de Kirchner.El resultado de estos golpes es que el gobierno de Kirchner se debilitó. Se debilitó relativamente, pero se debilitó. A estos golpes, que le han hecho perder algunos centenares de miles o millones de votos, el gobierno los interpreta simplemente como hechos que critican su política superestructural de matonaje, falta de diálogo, voracidad electoralera, concentración de poderes, compra desvergonzada de opositores, etc., y pretende superarlos con un nuevo maquillaje institucional, renunciando a las re-reelecciones que había preparado, pasando a segundo plano a Kirchner y promoviendo a Cristina “aggiornada”, cambiada de “pilchas” y tratando de abandonar modales soberbios, etc., sin comprender que lo que hace agua es su política de fondo, su falta de medidas que ataquen los grandes problemas nacionales, su falta de una política internacional claramente antiimperialista, etc.El gobierno de Kirchner se ha debilitado. Se ha debilitado relativamente y sería muy peligroso subestimarlo porque lo apoyan sectores importantes de las clases dominantes. Pero sectores grandes de las capas medias del campo y la ciudad le han sacado “tarjeta roja”, como se dice en el fútbol. Grandes masas van calando el doble discurso kirchnerista. Crece el disgusto por la carestía de la vida y la insuficiencia de los salarios. Las listas kirchneristas han perdido abrumadoramente en casi todas las universidades. En la clase obrera, después de estos hechos, todavía le dan tiempo pero le sacan “tarjeta amarilla”. Todavía la mayoría de los trabajadores considera que es necesario sostenerlo, porque dentro del sistema electoral, como dicen muchos, si él cae ¿quién viene? Por eso hay que ser cuidadoso en el lenguaje con las masas. No usar adjetivos que nos alejen de la comprensión de éstas. Analizar, tratar de dar argumentos que convenzan a las masas sobre la necesidad de un camino independiente de lucha, pero no adjetivar. Desde ya: Kirchner se tiene que cuidar porque si se equivoca las masas obreras le sacarán “tarjeta roja”, como ya hacen algunos sectores de burguesía y pequeña burguesía, especialmente en el campo.Simultáneamente las masas advierten que la política de Kirchner ha permitido levantar cabeza a una derecha fascista que estaba replegada. La desaparición de Jorge Julio López y los actos de sectores militares de derecha han sido un campanazo de alerta en esta dirección. La situación política nacional se ha complicado porque pueden producirse cambios bruscos para los que hay que estar preparados.El panorama electoral se le presenta difícil a Kirchner en la Capital, en donde maniobra con sus amigos de “izquierda” para dividir en primera vuelta y luego unir en una segunda contra lo que llama el “centro derecha”, para tener un jefe de la ciudad que aunque no le responda 100 por 100, sea capaz de acordar políticas con él, como sucedería con Binner en Santa Fe. Aquí, en Santa Fe, deberá acordar con Binner y sus aliados, para tener al menos un gobierno neutral. En Provincia de Buenos Aires, con el retiro de Solá, Kirchner navega al “garete”, ya que no es seguro ni que Cristina y menos aún Alicia Kirchner ganen cómodamente frente al acuerdo Duhalde-Alfonsín. Situación compleja Este panorama muestra que la situación política es compleja. Lo acaba de demostrar –si aún hacía falta otro hecho más- la renuncia de D’Elía. Si queremos tomar tres ejemplos de cómo orientarnos políticamente tenemos que estudiar la experiencia hecha por las compañeras del Partido en el Encuentro Nacional de Mujeres. Encuentro que se hizo en las peores condiciones imaginables, si se piensa que podía ser impedido o roto por una mínima provocación de fuerzas kirchneristas o de la Iglesia (sin contar con la actitud sectaria de grupos feministas). Las compañeras hicieron una justa política de frente único, utilizaron correctamente las contradicciones entre los de arriba y concluyeron el Encuentro exitosamente.Otro ejemplo es el trabajo de los compañeros de Astillero Río Santiago, tanto en el caso de la lucha por la construcción de los barcos acordados con Venezuela, en la reactivación del Astillero y en los temas nacionales, en las reivindicaciones de la fábrica, como en el caso de la desaparición de Jorge Julio López y en la política para que la clase obrera esté a la vanguardia de la lucha política general.El otro ejemplo es el de la lucha de los compañeros petroleros del sur, desde la lucha de Las Heras, la de Rincón de los Sauces, a la actualidad, han vuelto a poner de relieve la importancia de los cuerpos de delegados y la democracia de base para romper el yugo de los jerarcas sindicales traidores. Se podrían mencionar otros ejemplos, porque los hay, en la lucha de los originarios y campesinos pobres, los estudiantes que han puesto en debate el tema de las camarillas enquistadas en el gobierno de la mayoría de las universidades y, en algunas universidades, han protagonizado importantes luchas de masa. La CEPA ha emergido como la principal fuerza de izquierda (y en lugares, como La Plata, de todo el movimiento estudiantil). También hay ejemplos llenos de riqueza en las experiencias de las fábricas recuperadas como Renacer y Zanón, las cooperativas de los compañeros desocupados, los obreros rurales, los docentes (como es el caso de los docentes de Tierra del Fuego).La complejidad de la situación está dada por el hecho de que el resquebrajamiento del bloque de las clases dominantes y la relativa debilidad del movimiento obrero y popular, nos obligan a hacer acuerdos tácticos con diferentes sectores para reducir el área del golpe y buscar la mayor cantidad de aliados posibles, para poder triunfar frente a un gobierno que coopta y “borocotiza” dirigentes y movimientos de masa y sigue una política permanente para dividirnos y liquidarnos.  El contraataque de las clases dominantesDebemos tener siempre como guía táctica que desde el 2002 estamos enfrentando el contraataque de las clases dominantes posterior al Argentinazo y su objetivo de “reconstruir el Estado”. Las clases dominantes realizaron desde entonces un amplio movimiento de retirada, solo comparable al que hicieron en 1916 frente al radicalismo y el crecimiento de la rebeldía obrera, o en 1946 luego del triunfo peronista, o en 1973 frente al auge de masas cuando optaron por aceptar la vuelta de Perón. Ese movimiento de retirada aún no ha concluido, porque, como lo demuestra el ejemplo misionero, las brasas del Argentinazo y la crisis de hegemonía posterior aún no se han apagado. Por eso vacilan ante los cortes de ruta en Gualeguaychú o las movilizaciones estudiantiles contra la elección amañada de rector en la UBA o ante los múltiples cortes de ruta que se producen a diario por múltiples motivos. Cuando quisieron apresurar la “reconstrucción del Estado” fracasaron. Así pasó con la represión (programada incluso con acuerdo de la embajada yanqui) en donde asesinaron a Kosteki y Santillán. Como declaró Carlos Soria, entonces jefe del SIDE, en el juicio por ese asesinato: “había que empezar a poner orden. La democracia funciona con orden”. En ese momento debieron retroceder. Duhalde debió llamar a elecciones anticipadas y la lección no la han olvidado.El Argentinazo, por cuya concreción luchamos desde marzo de 1996 a diciembre del 2001, si bien no coronó en un gobierno revolucionario de unidad popular abrió un surco profundo en la política nacional: dejó en el aire el Estado de Sitio (esto sucedió por primera vez en décadas), volteó, también por primera vez en décadas, a un presidente nacional, empujó la declaración del default por casi dos años, paró el “corralito”, obligó a conceder más de dos millones de planes sociales, y generó una profunda crisis de hegemonía de las clases dominantes. Los reclamos populares ganaron las calles, triunfo del que aún el pueblo no ha podido ser despojado; se generalizó el sentimiento de que esta democracia no sirve para defender los intereses populares, el “que se vayan todos” presente una y mil veces en la política nacional, y la convicción de que la “justicia” está podrida. Las clases dominantes están claras y tantean permanentemente para ver hasta adónde avanzan. Carlos de la Vega, presidente de la Cámara Argentina de Comercio ha declarado recientemente que “superada la crisis económica y sus enormes angustias, la sociedad va incorporando nuevas demandas, como por ejemplo el orden y la justicia” y que no es posible seguir tolerando la prepotencia de aceptar “que el manejo de la calle es una herramienta política superior a la instancia institucional”.Ha sido un mérito de los camaradas del Partido mantener en condiciones tan difíciles el movimiento de desocupados y el de jubilados. Pero ahora si no avanzamos en los obreros ocupados no podremos cambiar la situación. Esta debe ser nuestra principal preocupación. Asistimos en estos momentos a la lucha de los petroleros del sur, a la de los telefónicos en la Capital, la de los call center, los docentes en la provincia de Buenos Aires y otras provincias, de los estatales en varias provincias, la lucha de Renacer, Zanón y las Recuperadas, la de los limoneros tucumanos, para mencionar algunas. Avanzar en el movimiento obrero ocupadoPara poder avanzar en el movimiento obrero ocupado el Partido debe dar un viraje que exige grandes cambios orgánicos, porque la estructura actual no nos facilita asimilar a los nuevos afiliados, como lo demostró el reciente reempadronamiento, y no nos puede resolver ese viraje. Tenemos que ir al establecimiento de fuertes direcciones intermedias y a la celularización y la compartimentación del Partido.Durante un período el Partido creció (y creció mucho) basándose en el movimiento de masas, principalmente en el de desocupados. Recogimos el fruto de haber acertado años antes en la profundidad de la crisis en la que se entraba y en que el hambre pasaba a ser el tema principal para las grandes masas explotadas. La línea política del Partido llegaba en muchos lugares por el movimiento de desocupados y, en ocasiones, la comisión de masas reemplazaba a la célula del Partido. Hoy este método de trabajo, que en un momento pudo tener elementos útiles, ya no sirve más. Por eso es necesario, sí o sí, ir a un viraje de la organización partidaria. Dar mucha importancia a la discusión política, al trabajo ideológico (que es el cimiento de la organización partidaria), a la educación y a la formación de cuadros y de grupos de dirección y de trabajo.Estamos en buenas condiciones para hacerlo porque el reempadronamiento demostró que lo fundamental de nuestras fuerzas y las de la JCR se mantienen, pese al golpe dado al movimiento de desocupados, y en muchos lugares se han fortalecido.Y tenemos que estudiar un movimiento obrero que no es el de los 70 ni el de los 80. Con fábricas toyotizadas, en las que rige la flexibilización laboral, la tercerización y la superexplotación, en donde trabajan cada vez más obreros jóvenes, llenos de rebeldía, una nueva generación obrera que debe ser ganada para la lucha revolucionaria. Tenemos también que destinar fuerzas al movimiento de jubilados y pensionados, donde ya tenemos una fuerza importante pero que puede crecer mucho más porque todavía hay provincias y localidades en donde no se los ha organizado.Y en las provincias agrarias -que son muchas- tenemos que destinar fuerzas a la organización de los obreros rurales, los campesinos pobres y muy especialmente de los originarios, que están en lucha en todo el país.Todo esto plantea la necesidad del crecimiento del Partido y de su preparación para dominar todas las formas de lucha, teniendo en cuenta la posibilidad de cambios bruscos de situación.  

 

Tareas inmediatas

En las próximas semanas tenemos una agenda cargada de actividades de masa.El 30 de noviembre y 1 de diciembre, la CCC y otras organizaciones de desocupados, realizarán una jornada nacional con acampe en Plaza de Mayo y otras plazas centrales exigiendo el aumento de los subsidios y el aguinaldo para los desocupados y otras reivindicaciones. El 4 de diciembre se realizará el juicio a Mártires López, presidente de la Unión Campesina del Chaco y otros compañeros originarios de esa provincia y nos movilizaremos en esa provincia y a la Casa del Chaco pidiendo su absolución.El 10 de diciembre realizaremos el tradicional picnic del Hoy y Chispa. El 12 de diciembre se realiza la marcha a Plaza de Mayo de los asambleístas de Gualeguaychú a la que proponemos acompañar con la solidaridad y la movilización de los distintos movimientos que luchan contra la contaminación ambiental en el Gran Buenos Aires, San Juan, Catamarca, Río Negro, Esquel, entre otros. El 13 de diciembre, con motivo del Día del Petróleo, se realizará una movilización nacional.El 20 de diciembre, Vº Aniversario del Argentinazo, nos movilizaremos nacionalmente exigiendo la aparición con vida de Jorge Julio López. Entendemos que debemos hacer una gran movilización nacional que demuestre que las brasas del Argentinazo siguen encendidas y que crece la lucha por los objetivos nacionales, populares y democráticos que alumbraron aquella gesta.Marchamos a preparar, para febrero encuentros regionales y para abril un encuentro nacional de pueblos y naciones originarios.Trabajamos con la perspectiva de un paro nacional activo de la CGT y la CTA por la aparición con vida de Jorge Julio López, aumento de salarios, trabajo genuino para los desocupados, las reivindicaciones de los jubilados y otras reivindicaciones.En las próximas semanas tenemos que prestar atención al trabajo con la Rifa de fin de año del Partido para llegar con ella a todos nuestros amigos y ayudar a fortalecer las finanzas partidarias en todos los niveles.

 

  

 CONFERENCIA NACIONAL DEL PCR
 18 y 19 /11/ 06