Al finalizar el exitoso paro agropecuario, hoy conversó con el director de FAA, Carlos “Vasco” Paillole: el balance del paro, la profundización de la concentración y las nuevas perspectivas abiertas a partir de la incorporación a la lucha de los originarios y de los criollos, es decir, de los explotados del campo y del interior.
—¿Qué balance hace del paro agropecuario?
—En primer lugar habría que destacar que fue un paro exitoso. A las terminales portuarias entraron 23 camiones, y a Liniers solamente 33 animales. Desde el punto de vista del acatamiento fue muy importante, ya que marca el inicio de una nueva ofensiva de los sectores agropecuarios que demuestra el creciente odio del interior hacia las políticas agropecuarias de los K.
A la vez, los piquetes no tuvieron la características de los del 2008, ya que en toda la zona agrícola los controles se realizaron en los lugares de carga. Es por esto que se veían menos productores a la vera de las rutas.
—¿Cómo está el ánimo de los productores?
—La gente está desencantada. Pensaba que como en 2008 se derrotó en el Parlamento a la Resolución 125, ahora iba a suceder lo mismo. Y al ver cómo se aprobaban los superpoderes, o cómo Cristina Kirchner vetaba el artículo 4 de la Ley de Emergencia Económica que beneficiaba con la quita o rebaja de retenciones a los distritos de la provincia de Buenos Aires más castigados por la sequía, sobrevino el desencanto.
Como contrapartida, esto posibilitó que los productores vayan comprendiendo que una cosa es el Parlamento con movilización y cortes de ruta, y otra muy distinta cuando se depositan las expectativas en esa oposición payasa. Como decía Mariano Echaguibel, los productores “están comprendiendo que hay que confiar en su propia fuerza”.
—¿Qué discusiones se dieron en las asambleas?
—Se discute todo. Las políticas agropecuarias del gobierno, el rol de la oposición, retenciones, carnes, leche, economías regionales. Pero lo más importante es que los productores van avanzando en la comprensión de la estructura económica argentina. Comienzan a discutirse temas de fondo como el federalismo o el uso y la tenencia de la tierra.
Esto es lo que no comprenden los dogmáticos y doctrinarios, principalmente de Carta Abierta, que rompen las pelotas con las alianzas de FAA y se olvidan que con este gobierno la concentración se sigue profundizando en el país. Según fuentes confiables del Indec, los datos del Censo Agropecuario de 2008 –no divulgados oficialmente– indican que en la década del ’90 desaparecieron el 25% de las chacras. Pero lo más grave es que en los 6 años de kirchnerismo, han desaparecido 35.000 unidades productivas, el 17% del total.
Estos personajes, al balconear la lucha de clases y criticar desde los escritorios, no reconocen que al calor de la rebelión agraria ha comenzado a sublevase lo más oprimido del campo, como sucede con el histórico acampe de los originarios del Chaco, o las ocupaciones de tierras de los mapuches y los ranculches. No reconocen que está saliendo a la luz la argentina latifundista.
—¿Qué posición tiene FAA respecto de la Ley de Arrendamientos que propone
el gobierno nacional?
—Nosotros rechazamos el proyecto oficial, porque no ataca la concentración. La FAA reclama que no se regule a favor de los grandes propietarios, que están cobrando hasta 21 quintales de soja por hectárea. Coincidimos en que los contratos deben ser a cinco años, pero a porcentaje.
—¿Cómo sigue la lucha?
—Estamos ante una lucha larga y dura. Esta va a ser una semana de movilizaciones a lo largo y ancho del país. En la zona, el acto principal se desarrollará en Theobald, en las proximidades de San Nicolás, el próximo 8 de septiembre, Día del Agricultor. A la vez somos optimistas, porque lejos de hacernos rendir, están brotando los afluentes que van a poner sobre el tapete ese gran problema nacional que es el uso y la tenencia de la tierra.
Porque es una irracionalidad que haya 2.000 tipos o grupos que producen el 50% de la soja del país. Porque es una irracionalidad que la renta terrateniente, parasitaria, se chupe 10.000 millones de dólares anuales que son transferidos a sectores especulativos, o lo que es peor, al exterior. En estas irracionalidades del latifundio, junto a la dependencia del imperialismo que depreda la minería, el petróleo, el gas, la pesca, etc., se podrán ubicar los principales obstáculos para el desarrollo independiente del país.
—¿FAA respalda la lucha de la FNC?
—Absolutamente. El martes 8, en el Día del Agricultor, vamos a estar con Buzzi y otros dirigentes de FAA acompañando a los originarios acampantes del Chaco. Le vamos a correr el arco a Cristina junto a los 7.000 compañeros, algunos que llegaron con los pies ensangrentados para exigir, entre otras reivindicaciones, semillas y gasoil para la cosecha del algodón. La inmensa mayoría son productores de menos de 10 hectáreas y están sedientos de tierras.