La situación era insostenible, habían au-mentado todos los precios de la canasta familiar, la bronca crecía y dio un salto después de conocerse que en las terminales automotrices de la zona y en varios gremios se arrancaron compensaciones.
La empresa respondió con gran insensibilidad, negándose a cualquier tipo de compensación. Hubo concentraciones y batucadas los primeros días de diciembre, cuando vino una delegación de Estados Unidos. Ahí conseguimos el asueto para las fiestas; nos dicen que plata no tienen, y ofrecen $ 325 entre ticket y la proveeduría. El gremio escucha este reclamo y convoca a un paro de 1 hora por turno para el 21, sin aclarar qué tipo de reclamos y puenteando a los 3.000 trabajadores y su Comisión Interna. Generó mucho debate la forma inconsulta en que se llamó al paro. Era una maniobra de Daer, que no quería parar, sino alertar a la empresa, que ésta convoque al Ministerio de Trabajo para que decrete la conciliación obligatoria y dejar fuera de la negociación a los trabajadores.
Paro el 20 de diciembre
El 20 se hizo una asamblea en la sección de Amasadora y desde ahí, junto a la Interna, se convocó a una asamblea general que fue masiva, con mil compañeros de todos los sectores, como nunca. Había mucha bronca. Se discutió y se acordó reclamar un adicional extra de $ 500, además de los $ 325 que ofrecía la empresa. Se aprobó elegir el Cuerpo de Delegados en las secciones, y de manera provisoria que cada uno de los sectores mandara un compañero para acompañar a la Comisión Interna en las negociaciones con la patronal. Ahí mismo se juntaron los distintos sectores y designaron a sus representantes.
La empresa no nos quería atender, quería que juegue el Ministerio de Trabajo. Toda la asamblea marchó hasta el directorio, nos recibieron pero no dieron nada. Quedó claro para todos que nosotros tenemos la razón, ellos ven sus problemas pero no los nuestros. El paro continuó hasta las 18, cuando vienen del Ministerio de Trabajo con la orden de conciliación obligatoria y que había que levantar la medida.
El gobierno y el sindicato defienden a Kraft
El mismo 20 se hizo una reunión en el Ministerio de Trabajo, a la que la delegación de Terrabusi llegó en distintos horarios debido al congestionamiento por la marcha a Plaza de Mayo. Cuando llegó el primer grupo, nos dicen que la audiencia ya se estaba realizando y que no podía entrar nadie más, que ya estaba la empresa, el sindicato y algunos trabajadores de la fábrica.
Después de muchos forcejeos se acordó que vayan a la audiencia tres compañeros de la Interna y uno de los compañeros designados por los sectores. La funcionaria que dirigía la reunión dijo que la empresa no tenía nada más para ofrecer, y que la Comisión Interna se había anticipado en forma inconsulta al paro llamado por el Sindicato. Los compañeros afirmaron que el conflicto se había desatado en forma espontánea por los trabajadores, que lo que reclamábamos era $ 500 para diciembre, como había resuelto la asamblea. Y que en abril, cuando se abra la discusión del nuevo convenio, se discuta el desfasaje por la inflación.
La funcionaria Margarita Gadea, muy ofuscada, sostuvo que “es alocado, es una cosa irracional lo que están pidiendo. Si me lo piden a mí, desde ya les digo que no”; a lo que la secretaria gremial del sindicato, Crespo, respondió “Discúlpeme doctora, pero si empezamos a hablar pavadas, nos estamos retirando. Nosotros no estamos de acuerdo con eso que traen ellos. Es una cosa alocadísima. El sindicato está pidiendo, también, pero nosotros no decimos cifras”.
Desde la Comisión Interna planteamos: “¿Cómo puede ser que no tengan una cifra. Cuánto están pidiendo?”. Crespo contestó: “Mirá querida, nosotros peleamos por lo posible”. “¿Y cuánto sería lo posible?”, le planteamos. “La palabra te lo está diciendo, lo posible”. También saltó la empresa, muy ofuscada: “Desde ya le digo, señora, que esto es una cosa loca, y nosotros no estamos dispuestos a pagar esa suma”.
La discusión subió de tono, y la funcionaria amenazó con echarnos de la audiencia con la policía y que en el acta no figuraría nuestro pedido, encima la empresa amenaza con descontar el día de paro. Nos retiramos reiterando que estaba claro que tanto el Ministerio, como la empresa y el sindicato quieren el conflicto.
Cuando salimos, nos encontramos con los otros compañeros que ya habían llegado al Ministerio, y pechamos saltando los molinetes, metiéndonos de prepo en la audiencia toda la Interna más los 15 compañeros que nos acompañaban. Allí se armó un gran revuelo, discutimos todo; la funcionaria enojada llamando a la policía para que nos saquen. Conseguimos que no se descuente las horas del paro del 20; y se fijó una nueva audiencia para el 27/12.
Ese día movilizamos al Ministerio de Trabajo, donde fueron rechazadas las propuestas de la empresa. El Ministerio postergó la conciliación obligatoria, para una nueva reunión el 9/1. El conflicto continúa en medio de un quite de colaboración.