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10 de abril de 2013

Entre el 28 y el 30 de marzo de 2013 se realizó el IVº Congreso Nacional del Partido Comunista Chileno (Acción Proletaria), PC (AP).

Congreso del Partido Comunista Chileno (AP)

Voto Rechazo en las elecciones del 2013

 

 

De sus resoluciones extraemos algunos párrafos. Con respeto a la posición electoral, el PC (AP) resolvió:
“Asumir las elecciones presidenciales y parlamentarias del 2013, desde la negación de las mismas, desde la política de desobediencia popular, de levantamiento popular, de superación de la institucionalidad existente, de imponer una genuina Asamblea Constituyente con protagonismo popular, de instauración de una nueva Constitución Política generada y al servicio de las mayorías populares, de un Chile soberano, independiente, de derechos y conquistas obreras y populares que abra camino a transformaciones de fondo, que acumule fuerzas tras el socialismo.
Trabajar por lograr la más alta abstención, así como votos nulos y blancos en las elecciones del 2013, para deslegitimar al actual ordenamiento institucional, económico y social impuesto a sangre y fuego por la dictadura militar fascista en 1973, mantenido y perfeccionado por los gobiernos de los dos bloques neoliberales, la “Concertación” y la “Alianza”, a los cuales hay que agregar los llamados “díscolos”, es decir, las propuestas de Ominami y otros menores, pero reciclados de la “Concertación”, que a vuelta de la esquina terminan en los brazos de sus mentores y sostenedores neoliberales.
El Voto Rechazo en las elecciones del 2013 se trabajará desde las demandas políticas y concretas de las masas populares y será de agitación y construcción de fuerzas populares. Los comunistas lo impulsaremos con ritmo de campaña, convirtiéndolo en la candidatura de los trabajadores y pueblos del país, del Chile nuevo que reclama la superación, estatal, nacional y social”.
Además, el IVº Congreso del PC (AP) planteó “Colocar el centro del trabajo de masas en el frente obrero, factor fundamental en la lucha revolucionaria en Chile”, y “unir más, la lucha general de clases, a las reivindicaciones específicas y nacionales de los pueblos Mapuche, Aymara y Rapanui, combatiendo su aislamiento, que sólo favorece a los reaccionarios y quienes pretenden mantenerlos en la postración nacional”.