El 25 de junio se cumplieron 100 años de aquella gesta chacarera y antiterrateniente que se evoca como el “Grito de Alcorta” y hace ya meses que se abrieron dos trincheras. Cristina concibió la idea de aprovechar que en las últimas elecciones de la Comuna de Alcorta, sede de los festejos, triunfó el Frente para la Victoria y el presidente comunal es kirchnerista y peleó convertir los actos oficiales en un prepotente intento proselitista a los que es muy afecta. Para eso hizo trascender que ella iba a presidir los actos y que la Federación Agraria y en particular su presidente Eduardo Buzzi estaban excluidos del palco. Cuando el Grito de Alcorta y la fundación de la Federación Agraria son un solo y mismo acontecimiento.
Y al mismo tiempo, FAA ratificó las resoluciones del último congreso y preparó su plan de actividades. Desde ese momento se abrió la lucha por un “festejo oficialista” o una jornada de continuidad de la lucha y de las banderas de los próceres de Alcorta.
A medida que se acercaba la fecha y se desencadenaba la ofensiva opositora de Moyano, se iban borrando las autoridades nacionales, primero Cristina, después el ministro Yahuar, quizás previendo de antemano la derrota.
Federación Agraria Argentina concentró sus actividades en una carpa sobre la Ruta 90, con una vigilia esperando el 25. A la mañana del mismo 25 se realizó con varios miles de chacareros y público en general un acto frente a la carpa, en el que estaban presentes delegaciones de la CCC del Gran Buenos Aires, entre otros. Hicieron uso de la palabra representantes de la Filial Alcorta, Evangelina Codoni por los Centros Juveniles, Mónica Polidoro por las Mujeres Federadas, Néstor Pereda por las Cooperativas de AFA, Vilma Ripoll del MST, Omar Príncipe sec. gremial de FAA y Juan Carlos Alderete por la CCC, quien planteó los hitos principales de la unidad obrero campesina, desde el pacto FAA y FORA en 1922 hasta la unidad en las jornadas del hambre del 2001 y 2002 y la Rebelión Agraria de 2008, y la necesidad de seguir esa unidad y profundizarla contra las medidas del gobierno como el impuesto a las ganancias.
Durante este acto fueron leídas textualmente las adhesiones de Otto Vargas por el PCR y la de la Federación Nacional Campesina.
Cerró esta parte el vicepresidente de FAA invitando a encolumnarse para marchar hacia el recinto donde se iba a realizar el acto oficial.
Por la carpa pasaron algunos dirigentes opositores como Binner y Lifschitz del Partido Socialista y Ricardo Alfonsín de la UCR.
Ya a esa altura estaba claro que no habían podido borrar de la lista de oradores a Buzzi y que el gobierno nacional mandaba a un segundón.
El ingreso de la gran columna, presidida por Federación Agraria y en la que se hacían presentes los carteles de la Federación Nacional Campesina y sus organizaciones de Tucumán y Jujuy (por problemas mecánicos solo a último momento pudo estar presente la numerosa delegación de Asoma de La Plata), y los aplausos con que fue recibida por una gran parte de los que ya estaban en el predio dio el tono exacto del acto.
El discurso de Buzzi, denunciando el verdadero carácter de la política agraria de Cristina como entreguista, concentrador, extranjerizador y expulsor de los pequeños y medianos campesinos logró las primeras ovaciones que se fueron acentuado, cuando desplegó la lucha y los triunfos de los chacareros desde esa época y el grado de retroceso que desde la década del 90 se abate sobre ellos, avanzando una agricultura sin agricultores y una producción creciente pero al servicio solamente de los monopolios, de los poderosos. Finalizó entre aplausos levantando un programa de medidas (que desarrollaremos en el próximo número) pero ratificando que para que eso fuera posible se hacía necesaria la lucha de todo el pueblo por otra política y por lo tanto la más amplia confluencia de los sectores y organizaciones populares.
Ya estaba casi todo dicho. El intendente de Alcorta dijo dos frases formales de defensa del gobierno nacional y se concentró en otras cosas, con lo que la sacó barata.
No fue lo mismo para Lorenzo Baso, viceministro de Agricultura, tecnócrata y burócrata que se “creyó el relato” y no pudo terminar su discurso frente a los chiflidos de una parte importante de los presentes.
Cerró el acto, el gobernador de la provincia Bonfatti, planteando críticas a la política agraria nacional, con un tono más conciliador.
En resumen: un hecho que va a traer consecuencias muy favorables para la lucha popular y en particular para la lucha agraria. Por lo pronto quedó planteado en las palabras de Buzzi, la necesidad de un nuevo “Grito de Alcorta”.
