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19 de mayo de 2016

Desde Tucumán Josefina Racedo, integrante del Movimiento por la Segunda y Definitiva Independencia,  convoca a conmemorar el Bicentenario de la Independencia (Reproducimos entrevista radial en el programa En Calle Viva del 17 de mayo)

Conmemoración en Tucumán el 7 de julio

Bicentenario de la Independencia

Desde Tucumán convocamos a todos los compañeros, amigos, gente del país a que tomemos esta conmemoración del Bicentenario de la Independencia como propia, no como que es solamente de Tucumán. Si bien nuestra ciudad fue elegida en ese momento como sede para la Declaración, nos preocupa mucho que desde acá nosotros logremos convocar a los protagonistas actuales de las luchas populares y poner otro color a esta  conmemoración que fue tan importante para la liberación de nuestro país. En plena guerra de liberación, nosotros pudimos declararnos independientes de los reyes de España y de toda otra dominación extranjera. Entonces nuestra tarea en estos tiempos hasta no sólo el 9 de Julio, sino todo este año, es lograr esto: que nosotros podamos afirmar que hay todavía independencias inconclusas, tareas pendientes.

Fue un proceso importantísimo declararnos independientes pero, al mismo tiempo, fue un proceso de enorme magnitud lo que siguió, hasta el año ’24, 25, estuvimos luchando contra los españoles en toda Argentina. Y la Argentina actual tiene que ver justamente con esta tarea que se hizo con todo el pueblo. Hay una tarea que sí necesitamos hacer en este presente  y es pensarnos quiénes somos a 200 años de aquella declaración, a 200 años de esta Independencia definitiva de España; quiénes somos los que vivimos, qué hemos hecho, qué luchas tenemos libradas. Ustedes sabrán que no hemos dejado nunca de luchar por distintas conquistas y necesidades de nuestro pueblo. Entonces desde la psicología social, una de las tareas que estamos haciendo es trasmitir, mejorar un poco  esta idea de que “no valdría la pena”, “para qué celebrar”. No, nosotros no celebramos; nosotros conmemoramos que estos 200 años es importante conocerlos, valorarlos y ver cómo seguimos.

Hay un aspecto muy importante en este período, que es justamente la cuarta parte de estos 200 años, el cumplimiento de los 50 años del cierre de 11 ingenios de Tucumán en 1966, cuando se instaló la dictadura de Onganía y sus secuaces. Eso fue para Tucumán sí un gran quiebre social, económico, cultural y subjetivo. También este aspecto es el que nos mueve desde el año pasado, trabajando interdisciplinariamente con distintos sectores de nuestra comunidad en toda la provincia para que podamos valorar, desocultar toda esta negación de casi 50 años, de lo que ha significado y significa que Tucumán ha sido dominado con un cultivo monopólico y pudiéramos pensarnos como una provincia que se despliegue y crezca junto con el país. Estamos en crisis,  otra de las crisis innumerables que hemos padecido por nuestra producción agrícola concentrada cada vez en menos manos. Y entonces desde la psicología social junto al Movimiento por la Segunda y Definitiva Independencia, las instituciones educativas terciarias del sur de la provincia, las organizaciones sociales, los centros de jubilados, los clubes que están en los distintos lugares, los pueblos azucareros, sus obreros y cañeros, estamos trabajando con todas las ganas de que esto tenga una resonancia más allá de nuestras fronteras provinciales.

Por eso el 9 de Julio nos convoca a todos los argentinos indudablemente a compartir nuestra “Casa Histórica”, así la llamamos nosotros a la Casa donde se declaró la Independencia, nos convoca a todos a sentirnos el producto de estos 200 años, pero también al mismo tiempo nos preocupa tanto, que no se estimule en los jóvenes, en los niños y en la gente que trabaja en todo el país, que estos 200 años son nuestro legado y nosotros somos el producto. Fíjese usted, venimos trabajando con el Movimiento por la Segunda y Definitiva Independencia desde otros movimientos anteriores, que nos han convocado periódicamente, como el Movimiento por la Verdadera Historia en el ’92, cuando eran los 500 años de la conquista. Pero necesitamos entender que es una tarea sistemática de todas las instituciones afines al Estado y al gobierno lograr que nosotros no nos sintamos parte, protagonistas, sino que estos hechos históricos los transforman en grandes espectáculos gratuitos para que nos divirtamos. Está bien, es lindo. Pero se tapa con eso todas las otras situaciones que está viviendo nuestro pueblo, hay un doble discurso que no es que falta trabajo sino que “la gente no tiene ganas de trabajar”, o que no hay desocupados. ¿Y qué son los miles que hoy no tienen pan para comer, especialmente en este Norte sufrido? Le hablo de Jujuy, le hablo de Salta, de Santiago del Estero, de Tucumán, de Catamarca; somos las provincias olvidadas. Fíjese usted: de ser uno de los grandes promotores y protagonistas de nuestra Independencia en nuestros pueblos del norte, hoy no representamos más que el 6% del Producto Interno Nacional. ¿Qué quiere decir eso, que no queremos progresar? Para nada. Estamos atados a estas conductas que imponen los gobiernos sistemáticamente desde siempre, con algunos espacios donde hemos podido sentir que teníamos mayor dignidad. Pero en estos días, sentimos que necesitamos organizarnos, necesitamos encontrarnos, necesitamos tener claro que el Bicentenario no es una sigla, no es una letrita bonita con celeste y blanco; sino que el Bicentenario es un punto donde deberíamos estar todos discutiendo, debatiendo, organizándonos, todos los sectores para ver cómo podemos avanzar como pueblo y como Nación logrando verdaderamente ser “libres e independientes de toda dominación extranjera”.  Y que no quede solamente en manos de aquellos a los que se les designa un cargo para que se haga una “celebración”. Bueno, celebremos. Pero también celebremos que estamos luchando para seguir resolviendo las tareas pendientes.

Vale la pena sentirnos argentinos y darle nosotros el sentido real a que de acá en adelante, sepamos de dónde venimos, cómo han sido nuestros años anteriores. Y particularmente acá en Tucumán, los invito a todos los que sientan que es posible compartir, a que nos encontremos para reflexionar a dónde vamos. Y no sólo el 9 de Julio, todo el año es el Bicentenario. Hay congresos de todo tipo, reuniones, plenarios. Y en eso seguramente podemos compartir nuestras inquietudes y esta necesidad imperiosa de resolver estos nuevos ataques, estas nuevas dependencias que se van enlazando ahora, tapadas, disfrazadas, con palabras eufemísticas que no dicen nada.

Invitamos a todos el 7 de julio a una gran mateada en la Plaza San Martín de Tucumán y a participar de una jornada de intercambio y reflexión con artistas,  artesanos y organizaciones populares para hacer la vigilia hacia el 9 de Julio.