A más de un mes de lucha estudiantil, se ha generalizado el conflicto a toda la UNT. Se ha sumado el gremio docente, Adiunt, con sus reivindicaciones laborales. El movimiento está fuerte, el protagonismo estudiantil a flor de piel; lo que se expresa en las numerosas asambleas que se desatan en todas las facultades, y en las marchas (excepto la marcha a Legislatura el lunes 23/9 que fue grande pero chica respecto a las anteriores); el consenso de la mayoría de los universitarios y de la sociedad tucumana para con los reclamos, sobre todo los de las mujeres, todavía está; pero algunas de las tomas empiezan a sufrir un desgaste.
Las autoridades lo saben y atacan con provocaciones y juegan a desgastar aún más. Hay una legítima presión “desde abajo” para levantar. Y una fuerte presión para no levantar sin conseguir nada. Desde algunas organizaciones se empuja un análisis de la lucha en forma lineal y en ascenso, siempre; perjudicial para un correcto análisis de los aciertos y errores del proceso. Polemizamos constantemente con este método de análisis. Con una línea que marca como divisoria de aguas de los estudiantes los “pro-toma” versus los “anti-toma”. Y la práctica de ir a “militar” en las otras asambleas y facultades, tensando en primer lugar la “toma de la facultad” y no el sumarse y sentirse parte de la lucha y de los reclamos generales. Hay que respetar el proceso y la autonomía de cada compañero, de cada facultad, y de cada asamblea y medidas de lucha que allí se decidan.
En Psico, enfrentamos las provocaciones de la decana
y sus agrupaciones
Durante la semana que pasó, el miércoles 24, mientras se realizaba una asamblea interestudiantil, Franja Morada y Libres del Sur (que comparten el frente Acuerdo Cívico y Social en las elecciones a diputados nacionales) montaron fuera de la facultades tomadas una “asamblea” con “padrón, actas y acreditaciones” que decidió “levantar” la toma de Psico, con más de “200” asistentes, cuando apenas superaban los 100, habiendo traído militantes de otras facultades. Esta truchada fue instrumentada por la decana Terraf para aseverar que la toma fue “levantada en asamblea convocada por el Cueps y consejeros estudiantiles” y así montar una provocación el miércoles 25, con “escribano público” y con “clases” en la calle. La jugada le salió mal. FM y SUR no juntaron más de 40 personas con toda la furia. Ahora prepara una nueva provocación al pretender dictar clases y parciales en otras facultades de la UNT. Ante semejante provocación se fortaleció la toma por estos días y muchos estudiantes salieron a bancarla.
Feroz campaña contra la CEPA, el PCR y La Casa de las Mujeres Norma Nassif
Son muchas las organizaciones de izquierda que, desgraciadamente, no aportan a la unidad en la lucha y la lucha por la unidad, y dedican una parte importante de su tiempo a calumniarnos. En ello, lamentablemente, parecen tener un pensamiento unitario. No toleran que miles hayan tomado en sus manos el pedido por la Declaración de la Emergencia en violencia sexual y doméstica, y calumnian constantemente a la Casa. Hacen maniobras desvergonzadas para quitar la Declaración del programa general de la lucha. Perteneciendo a organizaciones políticas empujan, de una manera oportunista, un “macartismo” constante contra los partidos y agrupaciones políticas, sólo para darle con un caño a la CEPA. Los llamamos a la reflexión y que pongan por delante los intereses del movimiento estudiantil y la necesidad de su unidad en esta gran lucha.
Momentos decisivos
La semana en curso será decisiva para definir el conflicto. Se hace necesario aportar una perspectiva de triunfo y lucha por etapas, cerrando una etapa para encarar otra con mayor fortaleza habiendo triunfado. Dos reivindicaciones históricas como el comedor y el boleto no se arrancan de un plumazo. Y menos poniendo en el blanco sólo al rector Cerisola, y empujando como únicas medidas la toma de facultades y marchas al Rectorado, como empujan el basismo y el trotsquismo.
Polemizamos constantemente con el “todo o nada” que pretende imponer la “toma eterna” y la “lucha corta y triunfo fácil”. La experiencia histórica demuestra que el “todo o nada” es nada. Luchamos para ganar y avanzar, no para perder y retroceder. No luchamos por lo posible; luchamos por hacer posible lo necesario. ¡Que vivan los estudiantes!