En el contexto de ajuste que se vive en la Argentina, las universidades nacionales y los institutos de investigación se vieron completamente desfinanciados. El presupuesto para este año es el determinado en 2022 para 2023, y teniendo en cuenta que hubo más de un 200% de inflación, eso permitiría funcionar hasta mayo.
Los aumentos de los honorarios y salarios no se acercaron a la inflación este año y toda una parte de los trabajadores que dependen de la Agencia de Ciencia y Técnica tienen sus sueldos congelados desde el año pasado.
En repetidas ocasiones los trabajadores de la ciencia se movilizaron al Polo Científico a reclamar por los nuevos ingresos, la publicación de los órdenes de mérito (adeudados desde el 12 de enero), despidos del área administrativa y promociones del personal de apoyo.
El directorio del Conicet se reunió el pasado 14 de febrero y gracias a una gran movilización de cientos de becarios, investigadores y personal de apoyo se consiguió que den algunas certezas de lo que va a suceder con las becas. Las 300 becas de finalización se harán efectivas en agosto (en lugar de abril) y becas doctorales tipo I habrá 600 (recortando 700 más que debían dar).
Es fundamental continuar con el camino de lucha que se viene dando para pelear por actualizaciones salariales, los contratos del personal administrativo y las 700 becas que quieren recortar.
La semana pasada se demostró que si salimos a la calle y exigimos lo que nos corresponde, no pueden hacer oídos sordos y se ven obligados a abrir la mano. La unidad de todo el sistema científico es necesaria, organizándonos y buscando llegar a todos y cada uno de los trabajadores de la ciencia para lograr movimientos masivos y representativos.
Hoy N° 1999 21/02/2024