Ante el desplazamiento de la directora que tiene a su cargo la línea de pobreza, los trabajadores del Indec reunidos en una numerosísima asamblea el martes 10 de julio, resolvieron decretar el paro de actividades.
Esa misma tarde, el Ministerio de Trabajo llamó a conciliación obligatoria, que resultó ser trucha al igual que los índices, pues no retrotraía la situación al inicio del conflicto.
Por esto los trabajadores en asamblea decidieron no aceptar esa conciliación, continuar con el paro y realizar el día jueves 12 un abrazo al Indec, que contó con la participación de más de 600 personas.