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22 de diciembre de 2010

Reproducimos extractos de un comunicado de organizaciones y vecinos movilizados por la soberanía alimentaria, en Fisque Menuco.

Contra el saqueo de las tierras

Hoy 1349 / La lucha por la soberanía alimentaria en Río Negro

 “El gobierno de la provincia anunció un plan, que llama agroalimentario, que implica el control a distancia de una enorme superficie de tierras bajo riego -320.000 hectáreas- por parte de una potencia extranjera. De esta manera abandona sus obligaciones con los productores y trabajadores rurales en crisis y, como reconoce el mismo gobierno, con “problemas de contaminación”.

 “El gobierno de la provincia anunció un plan, que llama agroalimentario, que implica el control a distancia de una enorme superficie de tierras bajo riego -320.000 hectáreas- por parte de una potencia extranjera. De esta manera abandona sus obligaciones con los productores y trabajadores rurales en crisis y, como reconoce el mismo gobierno, con “problemas de contaminación”.
“En cambio agrega un problema más a un sistema injusto que desindustrializa, excluye y hace más dependiente a la economía regional, pero se adelanta a los hechos e insiste en llamar a esto “crecimiento” y “puesta en valor”.
“Dado el secreto que usa el gobierno, seguramente como herramienta para escapar a la crítica y excluir la participación social, vecinos y organizaciones nos vimos en la necesidad de investigar por nuestra cuenta las características de esta medida. Hemos llegado a una serie provisoria de conclusiones que serán expuestas en una conferencia de prensa y en futuros paneles.
“Estas conclusiones provisorias nos permiten afirmar que el gobierno está obrando con total irresponsabilidad, que lo hace subordinándose a políticas de entrega del gobierno central, de donde recibe la folletería de propaganda y una lista de promesas, que hipoteca el futuro social y ecológico de la provincia, que decide arbitrariamente sobre el uso de bienes comunes -como la tierra y el agua- con criterios comerciales y superficiales estimaciones de costo-beneficio, que utiliza justificativos que cuesta distinguir de las recetas de los economistas de las dictaduras y de otros gobiernos -como el de Menem- que privatizan la economía, que en vez de garantizar la soberanía alimentaria, la protección de la agricultura familiar y la decisión de qué y cómo producir, fomenta los agronegocios concentrados y el control financiero, tecnológico y comercial de corporaciones, que huye de sus obligaciones de proteger a la población que dice representar, a su territorio y cultura y que, en vez de ello, establece la sospecha, el ninguneo y la descalificación de sus adversarios.
“La oposición partidaria, con excepciones, está actuando tibiamente y no con la premura y la profundidad que las circunstancias exigen. Creemos que hace falta otro modelo productivo y que la defensa de los bienes comunes exige un compromiso que supera la riña electoral y el corto plazo.
“Es con la mirada puesta en esos principios que consideramos que investigar, debatir, informar y construir alternativas no son acciones neutrales sino desafíos políticos, educativos, científicos y económicos con futuro.
“¡Fuera los tecnócratas del BID, del CFI, del ministerio de la Planificación, del IIRSA, etc. ¡Recuperemos las instituciones públicas (universidades, INTA, Conicet, etc.) que hoy están colonizadas por intereses privados, corporaciones e ideología extractivista en sus núcleos estratégicos! ¡Fuera consultoras privadas! ¡Fuerza a nuestras organizaciones de base!”.