En nuestro país el hambre crece día a día, la inflación castiga principalmente a los más pobres y diariamente condena a la pobreza a miles de argentinos. Hoy hay más de 12 millones de pobres y 4 millones de indigentes. La pobreza y el hambre castigan particularmente a la juventud, más de la mitad de los pobres e indigentes son niños, niñas y jóvenes menores de 22 años.
En la Argentina mueren por día 25 recién nacidos. El 52,2% de los menores viven en hogares sostenidos por padres con inserción laboral precaria. El 47, 2% no tienen cobertura médica. En la mayoría de los hogares que cuentan con la presencia de menores de 18 años se verifican situaciones de insuficiencia de espacio habitacional. “Cerca de 1,2 millones de menores (el 19,4% de los chicos pobres) viven en viviendas ubicadas en zonas inundables y otro millón de chicos (el 16% de los menores pobres) no tiene agua corriente”, especifica el relevamiento que se realizó desde la CTA.
Las condiciones de vida indignas de los menores se verifica en niveles de indigencia para algunas provincias que superan el 20% de la población menor. Las provincias con mayor deterioro infantil del promedio nacional son: Chaco, Corrientes, Formosa, Santiago del Estero, Misiones, Jujuy, Salta, Tucumán, San Juan, Catamarca, Entre Ríos, La Rioja y Buenos Aires.
El hambre crece, y es instrumentado por los diferentes gobiernos. Por esa razón las políticas sociales universales son necesarias para que el clientelismo en la Argentina no siga estando vigente cuando los gobiernos implementan de las políticas públicas de gestión estatal. Los habitantes de este país deben recibir las mismas por el sólo hecho de ser ciudadanos, sin importar las condiciones materiales ni la edad ni el género, ni la raza, ni la procedencia política. Un ingreso ciudadano para la niñez permite ser el puntapié inicial de políticas distributivas universales para que la libertad pueda ser concebida en los distintos estratos de la cuestión social. Así de esta manera con la implementación de la universalidad de políticas sociales todos los niños, niñas y adolescentes pueden percibir una asignación para tener un piso mínimo de gestión estatal cumpliendo con los derechos sociales esbozados en la Constitución Nacional para garantizar la justicia social.
Con el hambre y la pobreza crece la deserción escolar, las adicciones a diferentes drogas, la marginalidad, la criminalización de la juventud y de explotación laboral. Avanzan también los proyectos para bajar la edad de imputabilidad de los jóvenes.
Las muertes en los jóvenes no solo esta determinada por la desnutrición que emerge en todo el territorio nacional sino también como producto del Paco, la delincuencia y el gatillo fácil.
Un dato alarmante según lo expresa cifras oficiales es que solo en la Provincia de Buenos Aires (jurisdicción en la que viven más de 2.000.000 de jóvenes de 14 a 21 años), el 40% de los Jóvenes viven en la indigencia, el 50% es pobre y mas de 20% no estudia ni trabaja. Además el 16% de las madres son menores de 19 años, y el 60% no tiene ninguna cobertura social. Y el 24% viven en viviendas precarias. La mortalidad infantil ha crecido si se compara el semestre del corriente año con el mismo periodo del año que ha pasado (casi 120 casos más, en un total de 1734 de las cifras registradas).
Como consecuencias de la falta de políticas sociales destinadas a los/as jóvenes 1.200.000 ciudadanos no estudian ni trabajan. Así es que 4 de cada 10 desocupados tiene menos de 24 años, y esto arroja que el 70% de la juventud se encuentra desocupada o en condiciones de precariedad laboral.
La deserción escolar, siempre según datos oficiales, alcanza un nivel del 63%. Más de la mitad de los jóvenes que ingresan al secundario lo abandonan. El año pasado sólo en la provincia de Buenos Aires 134 mil jóvenes entre los 15 y los 24 años abandonó la escuela. Ni hablar de la situación de las escuelas, que no tienen gas, los techos se les caen. Faltan becas, insumos en los comedores, boleto estudiantil. Con salarios docentes que no cubres la media canasta familiar. El 10% de los chicos tienen retrasos en el desarrollo educativo por falta de alimentación en los primeros años de vida.
Entre la juventud trabajadora es muy grande la explotación. De cada 10 jóvenes, 8 trabajan en condiciones de flexibilización laboral (trabajo en negro, contratos basura, pasantías) con jornadas que pueden extenderse hasta las 14hs diarias y magros salarios.
De esta manera cientos de miles de jóvenes se convierten en presa fácil para las adicciones, la delincuencia. Un ejemplo paradigmático es el consumo de paco (la droga más mortífera y más barata) ha crecido desde el 2005 en un 200 %. El Paco impacta principalmente en los sectores más vulnerables de nuestro país por su bajo costo. Un Paco ($1) es más barato que un litro de leche ($2) o un kilo de pan ($6,5). El 95% de los pibes que delinquen están bajo el efecto de las drogas. Crece también el gatillo fácil, entre julio de 2003 y julio de 2008 se han detectado 505 victimas de gatillo fácil. Las detenciones por “portación de cara” son moneda corriente.
Otra realidad es el embarazo adolescente, provocando que las madres abandonen la escolaridad para transformarse en el sostén de su familia provocando la difícil inserción en el mercado laboral dando como resultante jóvenes emergentes de la “exclusión social”. Las cifras muestran que en el último año hubo 105.000 adolescentes que dieron a luz. De cada 4 mujeres que utiliza anticonceptivos una no tiene la suficiente información para el uso de los mismos, como así también el 29% de los embarazos no deseados responden a esta falta de educación sexual en los Jóvenes.
Es alarmante como en el último período crecen los casos de niñas y adolescentes que son forzadas a la prostitución y a la explotación sexual comercial. Esto se produce la mayoría de las veces con la complicidad de las fuerzas de seguridad.
La palabra tierra parece ser una palabra prohibida para los jóvenes. Mientras, enormes latifundios reinan en el territorio argentino, muchos de ellos en manos de extranjeros. En las 20 millones de hectáreas extranjerizadas están parte de nuestras mejores tierras. Muchas con recursos naturales no renovable en su interior. Muchas de ellas también se encuentran en zona de frontera, esto aun contra las leyes existentes.
La extranjerización de nuestro territorio, y la concentración de la tierra y la producción se ha profundizado notoriamente en los últimos cinco años. Por otro lado no hay políticas destinadas a que los jóvenes puedan tener acceso a la tierra.
La Reforma agraria es necesaria para terminar con el actual modelo de agricultura en el que por ejemplo 10.000 empresas producen el 75% de la soja de nuestro país. Creemos que para que se lleve a cabo una reforma agraria integral se debe considerar a la tierra en su función social, la tierra como un bien de trabajo y no como un bien de renta y especulación.
La soberanía del territorio Argentino está en peligro, máxime cuando Inglaterra mantiene usurpadas nuestras Islas Malvinas y hoy pretenden adueñarse de nuestros mares y la Antártida.
Parar el remate de nuestras tierras y nuestra soberanía está intrínsicamente ligado a la pelea por una argentina sin hambre, con trabajo, con salud y con educación para todos, y por una patria verdaderamente soberana e independiente.
La Argentina no es un país pobre, es un país injusto y, por lo tanto desigual. Durante los cinco años del enorme crecimiento económico, se agrandó la brecha entre los más ricos y los más pobres.
La voracidad presidencial atenta contra el federalismo, contra las autonomías provinciales y contra la posibilidad de que los pueblos del interior puedan decidir la inversión de sus riquezas de acuerdo a sus necesidades. De esta manera impide el desarrollo de un país con igualdad, armónico y equilibrado. Es así que producto de los pactos fiscales firmados en todos estos años se acrecentó la caja presidencial en detrimento de las provincias y municipios. Así hoy las arcas nacionales acaparan el 70% de de todo lo recaudado, mientras que sólo el 30% es derivado a las provincias.
En los cinco años de gobierno del matrimonio Kirchner no han tomado una sola medida para resolver los agobiantes problemas de la juventud de nuestro país. No hay políticas para los que no estudian ni trabajan, ni de reinserción laboral, ni de primer empleo, ni contra la deserción estudiantil en todos los niveles, ni contra las adicciones, ni acceso a la primera vivienda, ni mucho menos políticas de acceso a la tierra. Este gobierno no tiene políticas para resolver ninguno de los grandes problemas de la juventud. La DINAJU (Dirección Nacional de Juventud) es una cáscara vacía utilizada para armar la fuerza política K entre los jóvenes.
Los K no solo no han resuelto los grandes problemas del pueblo argentino sino que los han profundizado. Así destinaron y destinan millones de dólares para pagar la fraudulenta e ilegítima deuda externa, mantienen la entrega de los principales recursos naturales y estratégicos de la patria, han profundizado la concentración de la economía en manos monopolios, así como la extranjerización de las principales ramas de la industria. Su política ha beneficiado a un puñado de grandes monopolios -en su gran mayoría transnacionales- y terratenientes en detrimento de los intereses nacionales y populares, embargándonos el futuro.
La crisis económica internacional ya se instaló en argentina debido a la enorme dependencia de nuestro país. El gobierno pretende descargarla sobre las espaldas del pueblo y se agravarán todos los problemas de la juventud y el pueblo argentino. La pelea y la unidad de amplios sectores populares serán claves para que la crisis la paguen los que se enriquecieron todos estos años.
Peleamos para que los jóvenes argentinos tomemos en nuestras manos los problemas de la patria en conjunto con el resto del pueblo argentino.
Por eso desde la Multisectorial Juvenil exigimos al gobierno nacional, a los gobiernos provinciales y municipales, que se implemente de manera urgente políticas públicas destinas a resolver los principales problemas de la juventud argentina:
• Trabajo genuino. Planes de capacitación en oficio para que podamos integrarnos a la actividad laboral. Universalización y aumento de los planes igual a la canasta básica. Por políticas sociales universales.
• No a los despidos ni suspensiones. Salario igual a la canasta familiar. Por trabajo en blanco y condiciones laborales. No a los contratos basura, precarización laboral. Por jornadas laborales de 8 horas y de 6 horas en grandes empresas monopólicas e hipermercados.
• Aumento de presupuesto para salud. Centros de salud en cada barrio. Planes de salud sexual y reproductiva. Educación sexual. Anticonceptivos gratuitos.
• Mayor presupuesto educativo para infraestructura, programas de alfabetización, reinserción escolar, becas, comedores, boleto estudiantil. Derogación de la ley de educación superior, y las leyes de financiamiento y enseñanza técnica.
• No a la droga. Por políticas integrales e interdisciplinarias de asistencia para los jóvenes con problemas de adicciones. No a la criminalización de los pibes. Castigo a los traficantes y cómplices dentro del estado.
• Por un plan de arraigo nacional. Tierra para todos los jóvenes que la quieran trabajar. Por una ley de arrendamiento. Por 1 millón de chacras y una agricultura con agricultores.
• Por acceso a la vivienda digna. Políticas públicas de acceso a la primera vivienda para la juventud.
• Políticas públicas para deporte y cultura para todos los jóvenes. Polideportivos y clubes sociales en los barrios. Centros culturales y recreativos.
• No a la baja de la edad de imputabilidad. No a la demonización de la juventud. Que las leyes contemplen el “discernimiento absoluto”. Es decir que un joven que delinque no esté afectado por situaciones de carencia económica, salud, desnutrición, falta de vivienda, etc.
• En defensa de nuestra soberanía y nuestro territorio. Suspensión del pago e investigación de la Deuda Externa. No a la extranjerización de la tierra. Nacionalización de nuestros recursos naturales y estratégicos. Defensa de nuestros mares y la Antártida contra la pretensión Inglesa de adueñárselo. Fuera ingleses de Malvinas
• Por una argentina verdaderamente federal. Derogación de los pactos fiscales y la ley de responsabilidad fiscal. Coparticipación del impuesto al cheque, las retenciones y todo el IVA. Reformular el sistema fiscal argentino, bajo el principio de que pague más quien más tiene, quitando el IVA a los insumos de primera necesidad. Derogación de la Ley de Emergencia Económica y los superpoderes del Poder Ejecutivo Nacional.
• Nulidad de los indultos a los genocidas. Juicio y castigo a todos los responsables de los crímenes contra el pueblo. Amnistía y desprocesamiento de todos los luchadores populares. Aparición con vida de Jorge Julio López. Justicia por los pibes de Cromañón.