La actividad contó con una buena concurrencia de estudiantes, mujeres de diferentes organizaciones, Centro de Ayuda a la Mujer Maltratada CAMM, Multisectorial de la Mujer, y del PCR. Con la adhesión de: Multisectorial de la Mujer de Alberti; Alika Kinan sobreviviente del delito de Trata; ACP de Rosario; Comisión de Mujeres del PCR de Rosario; Cátedra de la Mujer de la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario; Campaña Ni una Víctima más en las redes de Prostitución y Trata.
En la misma se abordaron la problemática de la prostitución y la trata, haciendo hincapié, en que la prostitución no es un trabajo.
Nosotras decimos que la prostitución es una forma de violencia contra las mujeres, una violación de los derechos de las humanas, porque:
-Las mujeres no “se prostituyen”, son prostituidas por proxenetas protegidos por el Estado, compelidas por la necesidad económica, por presiones de todo tipo, por la violencia material y simbólica, por costumbres e ideas contenidas en los mensajes culturales que consideran que las mujeres de todas las clases sociales somos objetos disponibles para satisfacer supuestas “necesidades” de los varones también de todas las clases.
-La relación entre cliente y mujer prostituida no es una relación laboral entre empleador y empleada ni entra dentro del campo del derecho del trabajo.
Considerarla trabajo legitima la violencia y las desigualdades sociales y sexuales entre varones y mujeres. Si la prostitución es trabajo, ¿cómo se formaría a las niñas para el mismo? ¿Cuáles serían los cursos de aprendizaje? ¿Secundarios con orientación servicio sexual? ¿Dónde y con quiénes se harían las prácticas? ¿Con los padres, con los tíos, con los maestros?
-Considerar a la prostitución trabajo favorece la trata y la legalidad de proxenetas y rufianes, al convertir la explotación sexual en un negocio legal.
– Sirve también para crear la ficción de un descenso en la tasa de desempleo, útil para mejorar la imagen de la actual fase del capitalismo, que se caracteriza por el carácter estructural de la desocupación y la exclusión social.
Utilizan una falsa idea de elección y consentimiento que no reconoce los condicionamientos sociales e individuales y el complejo proceso que lleva a una mujer a ejercer la prostitución y las diversas formas, sutiles o brutales, de coerción, no siempre demostrables. Y aspectos jurídicos del Delito de Explotación y Trata, asistencia a las víctimas; exponiendo que hoy la situación es muy grave, que no hay presupuesto suficiente para la atención de las misma, no hay refugios y programas de educación y trabajo para las víctimas.
Hubo un rico debate de cómo resolver estas cuestiones, y remarcando que la lucha de las mujeres hace posible trabajar contra la explotación y la trata.
Al terminar se leyó una cita de Sonia Sánchez sobreviviente de la prostitución:
Soy una mujer. No una cosa.
Me expropian mi cuerpo los proxenetas, los clientes, los policías, los políticos, los sindicalistas.
Y estoy aquí para decir basta…