Los paros y movilizaciones de las seccionales del interior del país, las jornadas de protesta de la oposición en Buenos Aires, y la bronca y el estado deliberativo que se vive cada lugar de trabajo, han obligado a la dirección nacional de La Bancaria a ponerse a la cabeza del reclamo salarial, y convocar a dos paros nacionales con movilización en el microcentro.
Los paros han sido contundentes, principalmente en los bancos públicos, pero también en muchos Bancos privados han sido muy importantes. En el Banco Nación los porcentajes de acatamiento han sido de más de un 90%, con asambleas en muchas sucursales y oficinas donde los compañeros expresan su decisión de avanzar en un plan de lucha y terminar con las dilaciones en la negociación.
Las movilizaciones en el microcentro bancario han sido contundentes, con gran participación de los trabajadores, no solo de los delegados generales del gremio, con piquetes en cada esquina para bloquear las puertas de los Bancos privados, con pintadas, quema de bolsas de basura y gomas.
Estamos en el segundo mes de conflicto, producto de que las cámaras empresariales no quieren reconocer el reclamo del 25% que venimos sosteniendo los trabajadores, a pesar de que en el 2008 han obtenido las ganancias más importantes de la última década. Ahora en forma unilateral han decidido adelantar un 15% a cuenta de lo que se firme con el gremio, para dividir a los compañeros y restarle fuerza a las medidas de lucha.
Por su parte Zanola se encuentra en una encrucijada, o queda bien con los bancarios, en un año que está teñido por las elecciones internas en el gremio, o queda bien con el gobierno nacional, que pretendía patear las paritarias hasta el segundo semestre del año. También parte de la negociación gira alrededor de la situación de quiebra de la obra social bancaria, que es la caja negra del sindicato y el punto por el cual las patronales y el gobierno nacional tienen agarrado a Zanola.
Esta semana es definitoria en el conflicto, es necesario profundizar la lucha, con asambleas, con la participación por abajo de todos los trabajadores para impedir cualquier negociación a la baja y una nueva traición del zanolismo.
Esto es posible como demostraron los trabajadores del Banco Nación en el 2007, que lograron romper dos actas salariales firmadas a la baja y aceptando los topes del gobierno nacional, e imponer un aumento salarial acorde a nuestras necesidades y a la pérdida de poder adquisitivo que sufrieron nuestros salarios.
02 de octubre de 2010