Con una gran contundencia en todo el país y en todos los bancos, se realizó un nuevo paro nacional bancario en rechazo al confiscatorio impuesto a las ganancias y en reclamo de un plus salarial de fin de año.
Con una gran contundencia en todo el país y en todos los bancos, se realizó un nuevo paro nacional bancario en rechazo al confiscatorio impuesto a las ganancias y en reclamo de un plus salarial de fin de año.
La pérdida de poder adquisitivo producto de la inflación, sumada a la falta de actualización del mínimo no imponible de ganancias y las escalas, están en el trasfondo de la bronca acumulada que se expresa en todas las asambleas.
La jornada de lucha del 22 de octubre fue precedida por asambleas y movilizaciones en las diferentes ciudades del país en las semanas previas. En diferentes bancos como el Santander Río, Banco Piano o ICBC de Buenos Aires se paralizaron las casas matrices en las últimas dos horas de atención al público denunciando los incumplimientos de los bancos en materia laboral y frente a la amenaza de despidos, y el 16 de octubre una gran movilización nacional de más de 4.000 compañeros marchó por el microcentro de Buenos Aires y donde se reafirmó la necesidad de continuar el plan de lucha en el acto realizado en la puerta del Banco Nación.
Desde el gobierno nacional las posiciones son cada vez más duras hacia los trabajadores bancarios, han dicho que nuestro reclamo es como Hood Robin (porque le queremos sacar la financiación a los planes sociales, dijo el jefe de Gabinete), que defendemos a los sectores más privilegiados, y hasta que somos funcionales a los fondos buitres.
Estas declaraciones lo único que provocan es más bronca, el impuesto a las ganancias es un verdadero saqueo a los salarios: representa entre un sueldo y dos por año en las diferentes categorías.
Los Bancos, los grandes beneficiados de la década K, disponían de 250 millones de dólares para pagarle a los fondos buitre, por eso decimos que plata hay y que están en condiciones de hacerse cargo del impuesto. Es necesario torcerle el brazo a esta política que descarga el ajuste sobre los trabajadores y el pueblo, que mantiene un injusto impuesto a los salarios mientras los sectores que realmente tienen renta como el juego, la megaminería o el sector financiero siguen exentos.
Con más fuerza que nunca nos preparamos para un paro de 48 horas para los días 12 y 13 de noviembre, y para confluir junto al resto del movimiento obrero en un nuevo paro general.
