En medio de la crisis que nos hace la vida insostenible, el gobierno provincial y el municipal de Posadas se dieron la tarea de ir al desgaje y achicamiento de la CCC: una fuerza opositora con capacidad de movilización.
En medio de la crisis que nos hace la vida insostenible, el gobierno provincial y el municipal de Posadas se dieron la tarea de ir al desgaje y achicamiento de la CCC: una fuerza opositora con capacidad de movilización.
Fueron trabajando al detalle para quitarnos los 512 puestos de trabajo cuyos contratos se tenían que renovar. El intendente Losada hizo contratos a más de 600 personas preparando el reemplazo. Nos fueron planteando problemas legales para la renovación y hubo retrasos en los pagos del mes.
Exigían todos los días una nueva condición y querían que terminemos las 20 viviendas del barrio Gauchito Gil que no pudimos terminar en el 2015: tenían un presupuesto de marzo del 2014 por $237.000, comenzaron a construirse en el 2015 y nos fueron demorando los certificados y desembolsos, la bolsa de cemento pasó de $50 a $130. Cuando habíamos llegado al 80% de la obra le planteamos a la nación (Julio De Vido) y a la provincia la actualización del presupuesto cuando ya a las empresas les estaban pagando $700.000 por casa.
No tienen vergüenza estos funcionarios que apañaron la enorme corrupción detrás de las obras y quieren que el ajuste lo paguen los compañeros desocupados. Ante este apriete, aceptamos terminar las casas con la entrega de materiales por el municipio, pero no terminó ahí la cosa: cuando fuimos a concretar el convenio nos exigieron $300.000 del nuevo contrato de trabajo como garantía. Otra trampa, así llegamos al 9 de junio sin que los compañeros cobren el mes de mayo y sin perspectivas de renovación.
Veníamos de algunas movilizaciones y gestiones de los delegados confiando en destrabar. Recién cuando nos dimos cuenta de que venían por nosotros, que querían barrer a la CCC, decidimos ir con todo a un acampe. Cortamos la calle frente al Instituto de Vivienda provincial, salieron con algunas promesas pero no aceptamos retirarnos, con la bronca en aumento.
A las 11.30 hs el vicegobernador aceptó recibir una delegación y recién allí se logró destrabar el conflicto con la firma de un acuerdo de terminación de las viviendas con materiales provistos por el gobierno y la gestión de fondos para mano de obra. En tanto aceptamos el depósito de los $300.000 que nos devolverán al terminar.
Este gobierno provincial se ha puesto en línea con el nacional para que el ajuste lo paguen los trabajadores y tratan de sacar de la lucha a quienes no se han dejado doblegar todos estos años. Maniobraron con engaños y promesas de la continuidad de la construcción de viviendas, al tiempo que metían una intriga tras otra en cada lugar de trabajo.
No nos quedamos tranquilos, volverán al ataque y lo que se necesita son miles de puestos de trabajo para los que no pueden vivir en medio de la terrible inflación de los alimentos, la luz el gas etc. Vamos a discutir como seguimos la lucha para que salgan de inmediato los trabajos y para reagrupar nuestras fuerzas junto a otros sectores populares como los tareferos, productores de yerba, docentes, etc.