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30 de julio de 2014

La situación de los campesinos pobres y medios del cinturón verde de La Plata se ha agravado a límites insostenibles luego de la tormenta del 2 de diciembre, que afectó a 441 socios de los 500 de Asoma y a 1.770 productores en general, con pérdidas de más de 100 millones de pesos.

Corte y represión de los campesinos de Asoma

“Antes de vivir como vivimos preferimos dejar el cuerpo en la ruta"

 “Debo seis meses de alquiler y lo más probable que el patrón no me renueva el contrato”, nos decía una campesina. “No he podido volver a sembrar después de la tormenta y lo poco que tengo vale muy poco. ¿Qué puedo hacer, irme de la quinta, a dónde voy a trabajar si siempre hice esto?”. Otro compañero campesino y originario decía: “Como otros años, para poder sembrar me endeudé con los usureros que por $10.000, me cobran $17.000 en 12 meses, ahora lo plantado se perdió, ¿cómo pago el crédito más el alquiler y compró semilla, reparo los invernáculos etc., adónde voy con mi familia?”
“Soy medianero, perdimos la mayoría de lo sembrado, la sequía arruinó lo que quedaba, ahora tengo que pagarle al patrón la mitad de los gastos y ¿cómo recupero lo que perdí y vuelvo a empezar?”
Estos relatos se multiplican por cientos reflejando una dura realidad que ya ha expulsado de las quintas a más de 20 familias de Asoma. Familias enteras que después de trabajar años de sol a sol hoy están en la calle, sin tierra, sin vivienda, con un futuro muy duro.
Es por todo esto que reclamaron desde el inicio y con urgencia un subsidio de al menos $20.000 por productor e insumos para poder seguir en la producción, entre otras medidas. Por eso cortaron las rutas en tres ocasiones y marcharon a La Plata con la multisectorial.
 
Respuestas sin cumplir
Han pasado más de seis meses y esta promesa no se cumplió. Reuniones y proyectos. La nación a través del Ministerio de Agricultura dice “no hay subsidios, se acabaron” hay que pensar en proyectos a mediano y largo plazo les vamos a dar tractores (uno para Asoma con 500 socios en 10 parajes, una burla). “Plata hay, lo que pasa que no es para nosotros” dijo un dirigente de la Asoma, el mismo que en la reunión de la Multisectorial preguntó” ¿alguien me puede decir porque tenemos que pagar el dinero de una deuda que no pedimos y que no nos benefició?”.
Todo esto motivó la realización del corte del 16 de julio. Por eso, desde los distintos parajes llegaron a intersección de la ruta 36 y el Km 39 de la ruta 2. Se juntaron más de 200 compañeros y a pesar de las amenazas del jefe del operativo policial que invocó todas las leyes que justificarían la represión, subieron a la ruta y cortaron la mano que va a Capital.
La idea era permanecer algunas horas como parte del inicio de una lucha que sería prolongada.
La medida había sido anunciada en la reuniones previas de la multisectorial de Ensenada y durante la mañana se hicieron presentes integrantes de la misma que en la voz de los profesionales de la salud despedidos en ese municipio, leyeron un documento de la multisectorial que contempla las reivindicaciones de los pequeños productores.
 
La respuesta: palos y represión
Cerca del mediodía, mientras se preparaba el guiso, hicieron asamblea en el lugar y valoraron que había que extender el corte a la colectora por donde se desviaba el tránsito.
No hubo discusión, inmediatamente se empezó a cortar, y en ese momento un grupo de la policía provincial que se encontraba a 100 metros sin previo aviso y de manera salvaje, arremete contra los compañeros tirando balas de goma, golpeando a las mujeres, tres compañeros resultan heridos por las balas.
La agresividad de algunos de los policías fue impresionante, no solo golpeaban sino que provocaban con insultos especialmente discriminatorios a los hermanos bolivianos.
Los compañeros, las mujeres, los jóvenes resisten a golpes de puños, arañazos, volaban gomas, cajones. “Sáquense el uniforme y vengan a pelear como hombres”, desafiaba un joven campesino. La discriminación aumentó el odio. Las mujeres, con el coraje demostrado en enfrentamientos anteriores, refregaban cebolla de verdeo por la cara de los represores.
En ningún momento lograron sacarlos de la ruta, por el contrario creció la bronca y comenzó a germinar la idea de quedarse, “de acá no nos vamos, nos quedamos hasta que haya una respuesta y vamos a cortar la otra mano de la ruta”. “Para vivir como vivimos, mejor dejar el cuero en la ruta”
A la noche, a pesar de frío intenso, sin carpas, sin colchones, permanecieron firmes, se multiplicaron las fogatas y llegaron más compañeros. Se acercan solidariamente jóvenes de la CCC y de la CEPA.
Se hacen reuniones de algunas mujeres y de jóvenes que comienzan a discutir sobre la necesidad de prepararse para resistir; ya a la madrugada había palos con puntas, gomeras y hablaban de traer sus herramientas de trabajo, (palas, machetes, escardillos etc.) para defenderse.
Recién a partir de las 10 de la mañana nos ofrecen una reunión  con el ministro de Asuntos Agrarios, con funcionarios de agricultura de nación y con el Municipio. Por amplia mayoría se decide levantar para prepararse mejor, porque nadie confiaba que las reuniones fueran a dar resultado bueno pero era necesario ampliar con el resto de los compañeros y organizarse para nuevas medidas.
La asamblea final fue muy emotiva, el presidente de Asoma resaltó el gran esfuerzo realizado por todos,  la importancia de haber cortado las dos manos de ruta 2 durante 48 horas a pesar de la represión. Fueron muy aplaudidos los compañeros heridos de balas de goma que luego de las curaciones volvieron a la ruta.
Se hicieron presentes representantes de ATE y CTA de Berisso y de la regional La Plata y Provincia (Baligna). También se recibió apoyo de la Unidad Popular y Federación Agraria.
Habló el coordinador de la CCC de zona Oeste y el coordinador de CCC de Berisso,  la compañera María dirigente de Amas de Casa del País y ex presidente de Asoma que entre otras cosas levantó la unidad en la lucha de desocupados, trabajadores y campesinos. “Los desocupados de esta zona todos fuimos campesinos, sabemos lo que es el sufrimiento del campesino pobre y tenemos que luchar unidos.
El martes 22 fueron citados al Ministerio de Agricultura y Ganadería de Nación para firmar el convenio que iniciaba los trámites para la entrega de 15 tractores insumos y una línea de microcréditos para todas las organizaciones de la Mesa de pequeños Productores. Un acto para sacarse una foto sin que se firmara ningún acuerdo.