Esta temporada se puede decir que es la peor de la historia de la fruticultura en el Alto Valle de Río Negro. Muchos factores se han conjugado para que al productor se le pague por kilo de fruta en promedio $1,20, siendo que el costo de producción es de $3,2. En definitiva, para realizar los trabajos necesarios (que ya deberían haber comenzado) para llegar a la cosecha con fruta de calidad se necesitan para los pequeños y medianos productores, 1.000 millones de pesos de ayuda directa.
Los tractorazos en la región comenzaron en el mes de enero y continuaron en abril y mayo anunciando que los productores decíamos basta. El jueves 4 de junio se movilizó en toda la provincia y se realizaron seis cortes que paralizaron todo el norte de la provincia y tiñeron toda la campaña electoral para la elección a gobernador. Cada vez que hablaba el candidato del FPV, Pichetto, se endurecían los piquetes y la bronca contra el gobierno nacional iba en aumento.
Lo que se pide de urgencia es que se cumpla con el acta que se firmó en Buenos Aires el 15 de enero, en la que el gobierno nacional se comprometió a inyectar 300 millones de pesos de los cuales faltan 190 millones. Esto serviría para la poda que se debe realizar inmediatamente.
La voluntad de lucha de los productores está muy firme y se va a seguir en los piquetes hasta que cumplan con lo prometido. Ahora una vez pasadas las elecciones, con la derrota contundente de Pichetto y del FPV, quedó claro el gran error de tener a los productores de rehenes de las disputas por arriba.
Al cierre de esta nota se continúa con los cortes a la espera de reuniones con el gobernador Weretilneck y con el jefe de Gabinete Aníbal Fernández.