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26 de junio de 2019

Con la política oligárquica de ajuste y entrega al imperialismo

Crece la desocupación en la era macrista

Según los datos publicados por el Indec sobre la cantidad de personas que buscan activamente un trabajo y no lo encuentran –como se define a las personas desocupadas en la encuesta–, el desempleo en el país ya había llegado el primer trimestre de este año al 10,1%, el nivel más alto desde que Mauricio Macri es presidente.

Ese índice implica que dos millones 115 mil personas ya se encontraban en esta situación de desocupación plena, siendo los jóvenes los más afectados y entre ellos las mujeres. Hasta los 29 años de edad, la tasa de desocupación aumentó a 23,1% entre las mujeres y a 18,5% entre los varones en el primer trimestre de 2019.

A los desocupados plenos hay que sumar las personas definidas como subocupadas, es decir que tienen un trabajo de pocas horas y necesitan encontrar otro trabajo para su subsistencia. Según las cifras del Indec, la subocupación alcanzó al 11,8% y registró una suba interanual del 2%, desde el 9,8% del primer trimestre del año pasado: son otras casi dos millones y medio de personas.

Así entre desocupados plenos y subocupados podemos sumar cuatro millones y medio de personas que se encuentran en esta situación.

Pero esta cifra se refiere sólo a la llamada Población Económicamente Activa (PEA), como se define a los que tienen o buscan activamente trabajo, que son un 45% de la población del país. Por lo que si nos referimos al total de la población, teniendo en cuenta en particular a los niños y adolescentes que dependen de esos desocupados o subocupados, llegamos a que son unas diez millones de personas que padecen directa o indirectamente este drama.

A esto hay que agregar la situación de la mayoría de los hogares de trabajadores que no se registran como desocupados o subocupados –los asalariados, monotributistas, jubilados y pensionados, etc.– que han visto disminuir sus ingresos por la inflación bajo el gobierno macrista en por lo menos un 25% en el mejor de los casos –cuando todavía están protegidos por los convenios–. Así se explica que más de un 33% de la población haya caído ya debajo del límite de la canasta de pobreza, es decir más de 15,5 millones de personas, de las cuales más de la mitad son niños/as y adolescentes.

Además hay que tener en cuenta que la encuesta de la PEA del Indec, si bien registra el aumento de los trabajadores precarizados no registra la situación de la mayoría de los trabajadores permanentes, sean de la industria, el comercio o la construcción (a los trabajadores del campo y las pequeñas ciudades o pueblos ni se los encuesta). Es entre estas personas ocupadas donde también golpea fuertemente la disminución de las horas de trabajo o las suspensiones con menor salario por la caída de la actividad en casi todos los sectores de la economía.

Por más que el gobierno macrista y sus personeros mediáticos digan que la actividad económica ahora está cayendo menos –no pueden negar que sigue cayendo– y que la desocupación ha aumentado menos que esa caída, por las empresas que mantienen su personal con menores salarios, los trabajadores todavía ocupados están claros que esto es cada vez más difícil de sostener. Hoy es más necesario que todo el movimiento obrero se una contra la política macrista encabezando la lucha por derrotarla en las calles y en las urnas, haciendo campaña por el Frente de Todos y garantizando con su organización y protagonismo político que se desarrolle un proceso, antes y después de las elecciones, que abra un camino que lleve a la liberación de todo el pueblo y de la Patria.

Escribe Eugenio Gastiazoro

Hoy N° 1772 26/06/2019