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03 de abril de 2013

Crecen los factores de guerra

El enfrentamiento entre las dos Coreas

 Luego de los ejercicios militares conjuntos entre Estados Unidos y Corea del Sur, iniciados el 11 de marzo, Corea del Norte anuló el acuerdo de armisticio que suspendió la Guerra de Corea (1950-53), desplegó sus tropas, advirtió a Estados Unidos que usaría su armamento nuclear, y se declaró en “estado de guerra” con Corea del Sur.

 Luego de los ejercicios militares conjuntos entre Estados Unidos y Corea del Sur, iniciados el 11 de marzo, Corea del Norte anuló el acuerdo de armisticio que suspendió la Guerra de Corea (1950-53), desplegó sus tropas, advirtió a Estados Unidos que usaría su armamento nuclear, y se declaró en “estado de guerra” con Corea del Sur.
Este recrudecimiento de la tensión militar en la zona, se da luego de las reiteradas denuncias del gobierno de Corea del Norte, ante el despliegue provocativo de la flota yanqui. En medio de una escalada de declaraciones y aprestos militares, Rusia y China han expresado su posición contraria a que Corea del Norte posea armas atómicas, ratificando así el acuerdo de las grandes potencias imperialistas en mantener el monopolio nuclear.
En el retorcido lenguaje de la diplomacia imperialista, el gobierno ruso, a través del ministro de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, advirtió contra el “juego de fuerza militar”, y agregó que “las tensiones no deberían ser utilizadas para solucionar temas geopolíticos en la región por la vía bélica, sino mediante el diálogo”. El gobierno de Pekín pidió que “se rebaje la tensión” en la península coreana. “Esperamos que las partes trabajen de forma conjunta para presionar y conseguir un cambio de tendencia de la tensa situación actual”, dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hong Lei. Mientras tanto, los Estados Unidos seguían enviando aviones de combate a Corea del Sur, con consecuencias imprevisibles, en una situación internacional en la que llevamos seis años de la crisis económica internacional más importante que recuerde el capitalismo desde la crisis del 30 del siglo pasado, lo que está acelerando los realineamientos y disputas en todo el mundo. Esto, en medio de una inmensa oleada de luchas obreras y populares en Europa, Asia, África y América Latina.
Para los trabajadores y los pueblos del mundo, hoy más que nunca hay que sumar la denuncia de la política imperialista, que agrava los peligros de guerra, a las luchas cotidianas.